Por: Martha Díaz Rivera

El 31 de mayo de cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el Día Mundial Sin Tabaco, una oportunidad para concienciar sobre los efectos nocivos y letales de su consumo y la exposición al humo de tabaco ajeno, en cualquiera de sus formas.

Este año, la fecha se centra en “el tabaco y la salud pulmonar”, una campaña que servirá para concienciar sobre las consecuencias negativas para la salud pulmonar que representa el tabaco en las personas, las cuales van desde el cáncer, hasta enfermedades respiratorias crónicas. También la OMS aboga por políticas eficaces para reducir el consumo de tabaco e implica a las partes interesadas de múltiples sectores, en las actividades de control.

Jóvenes colombianos, atrapados por el tabaquismo

Los jóvenes en Colombia, según la Encuesta Nacional de Tabaquismo, ENTJ, realizada por el Ministerio de Salud y Protección Social y la Universidad del Valle, cada vez consumen más el cigarrillo electrónico. Según cifras de la investigación, el 15 por ciento, entre los 12 y los 18 años en el país, han probado el cigarrillo electrónico alguna vez en su vida, el 22 por ciento ha fumado el cigarrillo normal y el 7,9 por ciento consume productos de tabaco calentado.

Por otra parte, el consumo de cigarrillo convencional entre los jóvenes es el mismo del cigarrillo electrónico, con un 9 por ciento de prevalencia, situación que genera alerta, dado que se ha demostrado ampliamente que el cigarrillo electrónico contiene sustancias nocivas para la salud, a pesar de que es percibido, como una alternativa de menor riesgo.

Otro dato revela que hay un mayor consumo de tabaco en los colegios públicos, frente a los colegios privados, con una diferencia del 2 por ciento. Sin embargo, en ambos segmentos analizados, se determinó que el 40 por ciento de los jóvenes inició el consumo entre los 12 y los 13 años de edad y el 17 por ciento entre los 10 y los 11 años.

Así mismo, la encuesta señala que los jóvenes están fumando más en los lugares públicos (29 por ciento), un 20 por ciento en la casa, un 17 por ciento en otro lugar, 15,9 por ciento en la casa de amigos y 7 por ciento en la escuela.

También se conoció que el lugar donde más fuman los jóvenes es en Bogotá, seguido de Barranquilla, Medellín y Cali.

Desafortunadamente en la región oriental, el 62 por ciento de los jóvenes consiguen los cigarrillos en las tiendas, un 53 por ciento en la Orinoquía y Amazonía, un 45 por ciento en la región central del país, un 45 por ciento en Bogotá y un 47 por ciento en la zona atlántica.

Varios jóvenes se iniciaron en el hábito a través de un familiar, especialmente en la ciudad de Barranquilla y las mujeres consiguen más fácilmente los cigarrillos a través de una tercera persona.

En cuanto a la exposición al humo ajeno de tabaco, se determinó que Medellín es la ciudad donde los jóvenes se encuentran más expuestos, seguida de las ciudades de Bogotá, Cali y Barranquilla.

Los jóvenes manifestaron en un 50 por ciento, que reciben mensajes que promocionan el consumo de tabaco y el 40 por ciento dice que ha recibido mensajes alusivos al consumo del tabaco, a través de eventos deportivos, lo que significa que las compañías tabacaleras están realizando campañas de publicidad y promoción de los productos de tabaco, a pesar de que esta quedó prohibida en la Ley 1335 del 2009.

Un dato representativo que logró conocerse es que las tabacaleras están regalando cigarrillos y por eso un 9 por ciento reportó haber recibido muestras gratis en las ciudades de Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla.

En conclusión, el estudio muestra que la población escolar sigue estando expuesta al tabaco directamente y a través del humo de segunda mano o fumadores pasivos.

En este sentido, falta compromiso del Estado, para hacer cumplir las políticas públicas de control de tabaco, ya que esta situación está poniendo en riesgo la salud de los niños, niñas y adolescentes.

La encuesta también mostró que 1 de cada 10 escolares, es fumador activo, o sea el 9 por ciento en total que ya habíamos mencionado.

Balance del Convenio Marco de Tabaquismo

Hace 13 años que en Colombia se firmó el Convenio Marco de Control de Tabaco (CMCT), el cuál ha sido ratificado por 168 países, sin embargo, el nivel de implementación sigue siendo precario en políticas como la prohibición de publicidad, promoción y patrocinio, la exigencia de una advertencia sanitaria más visible y el reto que se ha venido dando con los nuevos productos.

Según Esperanza Cerón, médica y directora de Educar Consumidores, “El Convenio ha sido una herramienta efectiva para reducir el consumo de tabaquismo, pero ha faltado compromiso por parte de las autoridades gubernamentales, para hacerle seguimiento a lo que quedó allí establecido”.

Una de las falencias de la implementación del CMCT, ha sido el cumplimiento de la limitación de la interferencia de la industria en las políticas públicas de salud, ya que estas empresas han logrado acuerdos comerciales con diferentes entidades estatales.

“El tema más preocupante es la publicidad agresiva que se viene llevando a cabo, para publicitar los productos de tabaco calentado y los cigarrillos electrónicos, los cuales han tenido gran difusión en eventos culturales, empresariales, musicales y escenarios, especialmente captando la atención de los jóvenes”, señaló Esperanza Cerón.

Según Patricia Sosa, directora para Latinoamérica y el Caribe de la Campaña para Niños Libres de Tabaco, en muchas cosas se está ganando y el Acuerdo Marco es un éxito, pero la industria está creando productos nuevos y recientemente en el mundo lanzaron la Fundación por un Mundo Libre de Humo, con la que promueven productos con una estrategia muy atractiva, destinada a los jóvenes, a la cual hay que prestarle atención.

“Este año, cuando se celebra el Día Mundial sin Tabaco, el mercado colombiano se ha visto invadido por productos de tabaco calentado y cigarrillos electrónicos (IQOS), que en muchas ocasiones son presentados como alternativas para dejar de fumar o de bajo riesgo”, señaló Cerón.

“La novedad son los aditivos, olores y presentaciones llamativas que inducen en engaño a los consumidores, puesto que son presentados como libres de riesgo, cuando en realidad está demostrado que contienen sustancias nocivas para la salud” dijo Gabriel Robledo Kaiser, médico cardiólogo.

Tabaquismo: enemigo de la salud

Leve descenso

La última encuesta de calidad de vida del DANE, revelada la semana pasada, demostró un leve descenso de consumo de tabaco tanto en jóvenes como en adultos, de un 8.3 a un 7 por ciento en un año, sin embargo, el consumo del cigarrillo electrónico ha aumentado notablemente en jóvenes. Esto es algo preocupante, porque parte de la estrategia de la industria tabacalera es lograr que el mercado migre hacia los nuevos productos, para generar un impacto social en jóvenes.

Acción Legal

La organización de la sociedad civil, Educar Consumidores, en el marco de la implementación del Convenio Marco de Tabaquismo, ha presentado una acción legal, que tiene como propósito hacer efectiva la prohibición total de publicidad, promoción y patrocinio de productos de tabaco, la cual se ha visto incrementada, a raíz de la introducción de los productos de tabaco calentado en el país.

Señaló Nicolás Parra, abogado de Educar Consumidores, que “la acción legal tiene como propósito que la autoridad encargada de la implementación de la ley de control de tabaco, en este caso la Superintendencia de Industria y Comercio, cumpla con su deber legal de impedir la publicidad, promoción y patrocinio de todos los productos de tabaco”.

Por su parte la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas en reciente declaración ha reiterado que los sistemas electrónicos de administración de nicotina, los sistemas similares sin nicotina, incluidos los cigarrillos electrónicos, los vapeadores y cualquier otro dispositivo, tengan o no mecanismos de combustión, representan peligros reales y potenciales para la salud.

Según Cesar Burgos, presidente de esta entidad, la forma como se están comercializando estos productos en Colombia, ponen en riesgo principalmente a niños y jóvenes. “No existe una normatividad que regule los sistemas electrónicos de administración de nicotina, tengan o no mecanismos de combustión”.

Todavía falta un esfuerzo importante de las autoridades sanitarias por proteger la salud de los jóvenes colombianos, que se dejan inducir por productos que parecen inofensivos y siguen siendo peligrosos por su contenido de nicotina.

Es importante reunir toda la evidencia científica sobre el tema y lograr que cualquier producto de estos que hoy invade el mercado, se acoja a la legislación vigente y tenga una estricta vigilancia por parte del Ministerio de Salud.

Enfermedades que se desencadenan en los fumadores, según la OMS

Cáncer de pulmón. Fumar tabaco es la principal causa del cáncer de pulmón, responsable de más de dos tercios de las muertes por cáncer de pulmón en todo el mundo. La exposición al humo de tabaco ajeno en el hogar o en el lugar de trabajo también aumenta el riesgo de cáncer de pulmón. Dejar de fumar puede reducir el riesgo de cáncer de pulmón: después de 10 años de dejar de fumar, el riesgo de cáncer de pulmón se reduce a aproximadamente la mitad del de un fumador.

Enfermedades respiratorias crónicas. Fumar tabaco es la causa principal de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una afección en que la acumulación de mucosidad con pus en los pulmones provoca una tos dolorosa y terribles dificultades respiratorias. El riesgo de desarrollar EPOC es particularmente alto entre las personas que comienzan a fumar a una edad temprana, ya que el humo del tabaco retrasa significativamente el desarrollo pulmonar. El tabaco también exacerba el asma, que restringe la actividad y contribuye a la discapacidad. El abandono temprano del hábito de fumar es el tratamiento más eficaz para retrasar la progresión de la EPOC y mejorar los síntomas del asma.

A lo largo de la vida. Los bebés expuestos en el útero a las toxinas del humo de tabaco, a través del tabaquismo materno o de la exposición materna al humo ajeno, experimentan con frecuencia una disminución del crecimiento de los pulmones y de la función pulmonar. Los niños pequeños expuestos al humo de tabaco ajeno corren el riesgo de agravamiento del asma, la neumonía y la bronquitis, así como infecciones frecuentes de las vías respiratorias inferiores.

A nivel mundial, según cifras de la OMS, se calcula que 165 000 niños mueren antes de cumplir 5 años por infecciones de las vías respiratorias inferiores, causadas por el humo de tabaco ajeno. Los que viven hasta la edad adulta, siguen sufriendo las consecuencias para la salud, de la exposición al humo de tabaco ajeno, ya que las infecciones frecuentes de las vías respiratorias inferiores en la primera infancia, aumentan significativamente el riesgo de desarrollar EPOC en la edad adulta.

Tuberculosis. La tuberculosis (TB) daña los pulmones y reduce la función pulmonar, lo que se ve agravado por el tabaquismo. Los componentes químicos del humo del tabaco pueden desencadenar infecciones latentes de TB, con las que está infectada alrededor de una cuarta parte de la población. La TB activa, agravada por los efectos nocivos del tabaquismo en la salud pulmonar, aumenta sustancialmente el riesgo de discapacidad y muerte por insuficiencia respiratoria.

Contaminación del aire. El humo del tabaco es una forma muy peligrosa de contaminación del aire de interiores: contiene más de 7000 sustancias químicas, 69 de las cuales se sabe que causan cáncer. Aunque el humo puede ser invisible e inodoro, puede permanecer en el aire hasta cinco horas, poniendo a las personas expuestas en riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias crónicas y reducción de la función pulmonar.

Un llamado a la acción

La salud pulmonar no se logra simplemente por la ausencia de enfermedades, y el humo del tabaco repercute de manera importante en la salud pulmonar de los fumadores y no fumadores en todo el mundo.

Para alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de reducir en un tercio la mortalidad prematura por ENT para 2030, el control del tabaco debe ser una prioridad para los gobiernos y las comunidades de todo el mundo., dijo la OMS.

Los países deben responder a la epidemia de tabaquismo mediante la plena aplicación del CMCT de la OMS y la adopción de las medidas MPOWER al más alto nivel, lo que implica la formulación, la aplicación y el cumplimiento de las políticas de control del tabaco más eficaces, destinadas a reducir la demanda de tabaco.

Los padres y otros miembros de la comunidad también deben tomar medidas para promover su propia salud y la de sus hijos, protegiéndolos de los daños causados.

Fotos tomadas de: debate.com.mx

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