Por Édgard Hozzman
Unos dicen que nació el 7 de abril, pero otros, sostienen que fue el 14. De todas formas, a él no le interesa porque recibe felicitaciones, abrazos, regalos, llamadas durante toda una semana.
Lo reiteramos. Cochise es el hombre más feliz de Colombia, porque lo ama todo el mundo.
El actor Jeff Chandler le cambió la vida a Martín Emilio. Un día, viendo la película “Flecha rota” encontró en Jeff, a quien maquillaban y hacía el papel de un indio piel roja rebelde y capaz de liderar una rebelión. El joven Martín, de inmediato adoptó ese nombre y muchos años después, cuando se lanzó al concejo, pidió a la Registraduría Nacional del Estado Civil que le cambiaran su cédula y apareciera con su nombre adoptado.
Ni él mismo sabe cuántos kilómetros ha pedaleado en su vida, pero está seguro que ya le ha dado varias vueltas a la tierra.
Todos aprendimos algo de él. De su disciplina, empuje, talante, esfuerzo y algo muy importante: fijas metas. Primer amo y señor del cronómetro, de las escapadas, de los récords, de la amistad y del centro de atención de los medios de comunicación.
Por sus competencias miles de connacionales aprendimos algo de ciclismo y vibramos con sus jadeos gracias a las narraciones de Carlos Arturo Rueda y los comentarios de Julio Arrastía Brica.
Fue bautizado como “Cochise” y tal lo conoce el mundo entero. Pero no es solo por su forma de pedalear y de ganar carreras, sino por su forma tan humana de ser. Es un hombre bueno y noble. Se presta para atender a decenas de deportistas, les da consejos, los anima. Se ha convertido en el padre, el abuelo, el tío y el padrino de muchos de ellos.
Cochise resistía la invasión de colonos mexicanos y estadounidenses en sus tierras tradicionales. Vivió entre 1805 – 1874 . Foto YouTube.
Cochise encarna al colombiano de bien, al ejemplo, al virtuoso, al caballero, al deportista y al ser que ha demostrado que para ser grande no tiene que pasar por encima de los demás ni atropellarlo. Es un colombiano ejemplar.
Fue galardonado como el Deportista del Siglo XX, por ser un ciclista ejemplar por su disciplina y compromiso.
La magia de su personalidad, sencilla, franca y espontanea fue su secreto para conquistar a sus primeros admiradores en Antioquia y más tarde a los colombianos, venezolanos, mejicanos, españoles e italianos.
Indiscutiblemente es el ciclista más completo que ha tenido Colombia. Enfrentó las pruebas por etapas y las de los velódromos, compitiendo con éxito en las dos modalidades.
Galardonado en 1967-1968-1970 y 1971como el deportista del año en Colombia. En 1961 corrió su primera vuelta a Colombia, en la que logró el título de novato. Ganó esta exigente prueba en 1963-1964 -1966 y 1967- Campeón de la Vuelta al Táchira en, 1967 y 1968.
Comenzó a conquistar los Velódromos en Kingston Jamaica en 1962, Campeón Centroamericano y del Caribe, en los 4000 metros persecución individual, titulo qué volvió a obtener en Puerto Rico en 1966 y en Panamá en 1970- Bicampeón panamericano, 1967-1971- Campeón bolivariano, 1965-1970 –Campeón Americano 1969.
7 de octubre de 1970 en México impuso la marca mundial de la hora en pista y fue Campeón del mundo el 22 de agosto de 1971.
Martín, además de ser un gran campeón en lo humano y espiritual, creyente y devoto de su fe católica, sin caer en el fanatismo, es modelo a seguir por su compromiso con la vida, familia y patria. Las dificultades fueron su gran razón para conquistar la gloria, la que no tiene precio como el éxito. Su existencia la ha vivido con un sentimiento muy noble, enaltecer el nombre de Colombia. La envidia no lo derrotó, le señaló el camino de la gloria.
El 6 de julio del 2015 le realizamos una entrevista al vuelo y consideramos que vale la pena recordar aquellos instantes periodísticos.
GONZALO ARANGO: UN IRRESPETUOSO
–¿Cuál es su secreto para estar constantemente sonriéndole a la vida y ser feliz?
–La actitud con la vida, mi paz interior y la satisfacción de haberle cumplido a Colombia, a mi familia y a quienes creyeron en mí. Me alegra, me emociona cuando la gente en las calles de las ciudades que visito me saluda. El hecho de que se acuerden de mí, me hace feliz.
–¿Hubiera sido igualmente famoso y exitoso si no le hubieran llamado “Cochise”, sino simplemente Martín Rodríguez?
–El destino es uno y se cruza en la vida, nací para ser ciclista y soy ciclista, el mote puede que me haya dado más popularidad por lo sonoro.
–¿Cómo recuerda a Gonzalo Arango?
–Era un poeta y escritor nadaista, o sea que no creía en nada. Con el reportaje que me hizo creó controversia y eso era lo que el buscaba. Cuando lo leí no me gustó por lo irreverente y por el disgusto que le causó a mi madre. Cuando uno le abre la puerta de su hogar a un periodista, debe ser cortés y no especular creándole una mala atmósfera, buscando hacerlo quedar a uno en ridículo ante los lectores criticando el entorno familiar y religioso.
–¿Qué pasó con imagen del Sagrado Corazón del que hace alusión Gonzalo Arango en el reportaje que le hizo?
–Mi madre cuando se radicó en Miami lo llevó, me imagino que lo conservó hasta el final de sus días. A mi mamá le molestaron mucho los comentarios que hizo Gonzalo Arango de la imagen ridiculizándola. Ella era muy creyente y respetuosa de nuestra religión católica.
–¿Qué se les debe inculcar ahora a los deportistas colombianos?
–Responsabilidad, entrega y disciplina para que no pase lo que pasó en Chile donde un deportista profesional se emborrachó y estrelló su carro, este futbolista no es un buen ejemplo, ni modelo para las nuevas generaciones de deportistas. No soy entrenador, cuando me invitan a dar charlas aconsejo a los jóvenes, inculcándoles responsabilidad y mística y no me meto con la parte técnica. A los entrenadores les recomiendo la distancia y el respeto que deben tener con sus dirigidos, para no dejarse coger ventaja de ellos y así poderlos controlar y guiar con autoridad.
–¿Usted compitió muchas veces en contra del cronómetro, cual fue el momento más angustioso que vivió?
–Viví muchos momentos difíciles, crisis al igual que Nairo y la mayoría de ciclistas, afortunadamente los superé. El momento que más me dolió fue haber perdido la vuelta a Colombia del 62 por 8 segundos, frente a “Pajarito” Buitrago. La culpa fue del entrenador que no supo manejar los tiempos, hoy en día eso no sucedería, en aquella época el alimentador era el que manejaba las estadísticas.
–¿Le ha rezado a la Madre Laura?
–Creo en Dios, no me la paso metido en la Iglesia. Mi Madre me inculcó la fe católica, no soy camandulero, pero me encomiendo a Dios con fe. Si usted lee historias de sicarios encontrará que hubo bandidos que le pedían a la Virgen del Carmen para que los ayudara y protegiera para matar ¡!! .
–¿En muchos municipios y ciudades de Colombia lo recuerdan porque usted se hospedaba en casas de familias y no en los hoteles?, ¿esa sencillez lo ha marcado siempre?
–Los títulos, los éxitos y la gloria lo deben hacer a uno más sencillo y humilde siempre estoy dispuesto para atender a quienes me solicitaban una foto o un autógrafo.
–¿Sus hijos son herederos su alegría, calidez y fe en la vida?
–“Lo que se hereda no se hurta”, ellos fueron educados en un hogar pletórico en calidez y amor: mis hijos son el fruto del amor.
–¿Cómo le gustaría que lo recuerden los colombianos?
–Como un deportista serio, responsable, sencillo, humilde, como un buen colombiano que no ahorró esfuerzos para representar dignamente la patria, además con una sonrisa eterna a la vida por todo lo que me ha dado.
–¿Un buen coequipero?
–En mi paso por el ciclismo italiano aprendí lo que era ser un buen coequipero. Trabajando para Felipe Gimondi, el capitán de La Bianchi, entendí lo que es trabajar en equipo sin ninguna prevención. Con Felipe nos entendimos muy bien, fuimos grandes amigos y compañeros, logramos muchos éxitos en las competencias que participamos. Felipe en muchas entrevistas reconoció mi colaboración destacando mi entrega y profesionalismo.
–¿Recorriendo el país, usted considera que sí habrá paz en Colombia?
–Es lo que todos los colombianos esperamos, después de tanta sangre inocente derramada y tanta violencia es hora que pensemos en el país que les vamos a dejar a las futuras generaciones.
KILÓMETROS DE PEDALEO
–¿Después de usted quiénes han sido los mejores ciclistas de Colombia?
–Cada generación ha tenido excelentes ciclistas, los que han representado muy bien a Colombia. Hoy los encargados de llevar en alto nuestros colores son Rigoberto Urán, Nairo Quintana, Winer Anacona, entre muchos más. El ciclismo es la disciplina que mayor número de satisfacciones le ha dado a Colombia, hemos sido buenos embajadores, llevando una imagen positiva de la patria ante el mundo.
–¿A quién le debe el ciclismo colombiano la proyección que ha tenido a nivel internacional?
–En buena parte a los patrocinadores, Coldeportes y gobernaciones como la de Boyacá, Antioquia y Cundinamarca.
–¿Cuántos kilómetros cree que ha pedaleado?
–Imagínese que comencé a montar en bicicleta a los diez años, a los catorce me ganaba la vida como mensajero de una droguería, corrí vueltas a Colombia, Vueltas a México a Venezuela, Tour de Francia, Giros a Italia, campeón del mundo, récord de la hora, entre muchas más competencias, hoy a mis setenta y tres años hago 70 y 80 kilómetros diarios. Sinceramente creo que le he dado varias vueltas al mundo sumando los kilómetros que pedaleado.
–¿Se deberían de incrementar las penas a quienes les roban las ciclas a los deportistas?
–No solo a los que roban bicicletas sino a todos los que atracan. En algunos países árabes a los rateros les cortan las manos y los que matan robando les aplican la pena de muerte.
–¿Aún hay incultura ciudadana en las carreteras del país?
–Hoy los conductores por estar hablando por teléfono atropellan peatones y ciclistas, a mí un irresponsable casi me deja invalido. ¡¡¡Lo más triste es que a estos irresponsables no les aplican las penas que se merecen, los declaran inocentes y los dejan libres!!!
–¿Qué ciclista debió tener una segunda oportunidad?
–Muchos muchachos que por su falta de recursos no pueden sobresalir. En Colombia los deportistas venimos de estratos muy pobres. El gobierno debería invertir más en estos estratos, para así acabar con tanta violencia y drogadicción.
–¿Qué siente cuando a los colombianos les preguntan por un colombiano de bien, ejemplar, siempre lo menciona a usted?
–Orgulloso, imagínese que mis compatriotas me tengan en ese concepto me alegra, esto significa mucho para mí y para mi familia.
–¿Cómo hacer para que haya más gente buena como “Cochise”?
–Buenos el Papa Francisco y mi esposa, en Colombia hay gente muy buena. Cuando visito los colegios descubro que hay niños muy buenos a los que hay que proteger de la maldad, dándoles mucho amor en sus respectivos hogares. En mis charlas los aconsejo y les recuerdo y recalco que el futuro del país es ellos.
–¿Cómo recuerda a Carlos Arturo Rueda, el otro “Campeón”?
–Fue un locutor que le dio mucha importancia al ciclismo y al deporte en general. Un señor periodista que daba gusto escuchar por la descripción que hacía de los paisajes, las ciudades y los lugares a donde llegaba la vuelta a Colombia, fue quien bautizó a la mayoría de ciclistas con los motes con los que se hicieron populares. Un profesional respetuoso y cálido con su audiencia, por eso todos los ciclistas lo queríamos y admirábamos.
–¿Le está cumpliendo el Estado con sus aportes mensuales como gloria del deporte?
–Si estoy recibiendo una ayuda, la que debería ser una pensión como la que tienen los Senadores la que nos garantice bienestar y estabilidad. Como lo dije antes los deportistas hemos sido buenos embajadores de Colombia, muchos fuimos Campeones del mundo
ENTRE SOFÍA LOREN Y SOFÍA VERGARA
–¿Eran más bellas las mujeres de su generación o las de ahora?
–Mujeres bellas siempre han existido, nuestras indias eran muy lindas y volvieron locos a los europeos, la mujer del Cochise original era hermosa.
–¿Le gustaría que hicieran una serie de televisión sobre su vida y obra?
–Me han estado comentando algo, vamos a ver qué pasa.
–¿Una mujer bella es un biscocho o una mamacita?
–Claro biscochos y mamacitas.
–¿Le gustan las imitaciones que hacen de usted?
–Desde que sean respetuosas y tengan un humor fino no me molestan.
–¿Cuál es su mensaje para los colombianos en estos momentos aciagos?
–Que tengamos fe en Colombia y en nosotros, recordemos que Colombia comienza en cada uno de nuestros hogares.
–¿Cuál son las cinco canciones de vida?
–Más que canciones, ritmos y cantantes. El Tango, es muy especial para mí, nací en una zona de Medellín donde no se oía otro género musical que no fuera tango, también me gustan los boleros, el Vallenato, la música clásica, Óscar Golden y Helenita Vargas.
–¿Sofía Loren o Sofía Vergara?
–Sofía Loren la más bella del siglo XX, Sofía Vergara la más bella de este siglo.
–¿Cómo se informa a quien escucha?
–Escucho radio y veo televisión.
–¿Cómo recuerda a Julio Arrastia Brica?
–Le dejó un gran legado al ciclismo colombiano, fue mi entrenador, se las sabía todas.
LOS QUE MUEREN DE ENVIDIA
–¿Sufrió mucho en el velódromo Agustín Melgar el 7 de octubre de 1970, para lograr el récord de la hora?
–Fue una prueba de mucha concentración y mucho esfuerzo, promediando hasta perdí un poco el ritmo el que finalmente recuperé y logré el récord de la hora.
–¿Cuándo y dónde nació su sentencia, “En Colombia muere más gente de envidia que de cáncer”?
–En 1972, cuando el afán de figuración de Edgar Senior lo llevó a declarar ante el Comité Olímpico que yo era un ciclista profesional, lo que me privó de participar en los juegos Olímpicos de Múnich.
–¿SI Édgar Senior no se hubiera atravesado en su carrera ciclística hoy Colombia tendría un Campeón Olímpico?
–Si. Mi ilusión era ser campeón Olímpico y estaba bien preparado. La envidia de ese señor que sufría con mis logros como deportista, privó a mi patria de una Medalla de Oro en los Olímpicos.
–¿Los frijoles o la pasta italiana?
–Viví en Italia y degusté la mejor pasta, pero no cambio una bandeja paisa por nada en el mundo.
–¿Cuántas horas de vuelo a su haber?
–Soy piloto profesional, cumplí con las horas de vuelo necearías. Este fue un sueño que hice realidad, desde muy pequeño era aficionado a los aviones, Dios me dio la oportunidad de estudiar y pilotear un avión. Imagínase que la gente que sabe de mi afición por la aviación estaba haciendo una colecta para comprarme una avioneta, todo iba bien hasta que apareció otro envidioso y les dijo, no me la regalaran porque me mataba.
Londonderry New Hampshire VII-6-015 ehozzman@gmail.com
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