Por Guillermo Romero Salamanca
Por cualquier circunstancia un familiar, un amigo, un empleado, un jefe puede sufrir, de un momento a otro una enfermedad o un accidente. Cada centro médico tiene sus propias reglas de comportamiento, pero también es aconsejable tener pendientes las normas sociales para estos casos.
Es cuestión de educación, de simple urbanidad y de mínimo protocolo.
- No vaya super acompañado. Tenga en cuenta que, si está en sala de Urgencias, sólo un familiar o una persona amiga puede ingresar allí a visitar al lesionado o enfermo, acatando las indicaciones médicas o cuando se permitan las visitas.
- No asista enfermo. Si tiene un resfriado, gripa, fiebre o un malestar contagioso, no acuda porque puede ocasionar mayores problemas.
- No lleve niños menores de 13 años. Podría ser el nieto preferido, pero un menor puede estar expuesto a un contagio.
- No invite a personas adultas mayores. También los hace susceptibles a los gérmenes de pacientes enfermos y contagiosos.
- No sea sucio. No ingrese a la habitación o al lugar donde esté el enfermo sin las debidas precauciones que le indiquen los enfermeros o el personal del establecimiento como lavarse bien las manos con bastante agua y jabón, o aplicarse gel antibacterial. Es recomendable el uso de tapa bocas también en algunos sectores de un centro asistencial.
- No lleve flores demasiado olorosas, plantas o frutas. Podrían incomodar a otros pacientes y pueden llevar gérmenes perjudiciales. Cada enfermo tiene su dieta especial y es aconsejable seguirla al punto.
- No le lleve comida a escondidas. Ser generoso en estos casos puede ocasionar otros problemas médicos.
- No fume en el hospital y mucho menos en las salas donde esté el paciente.
- No se siente en la cama del enfermo. A veces se busca una selfie o simplemente para descansar. Pida una silla o aguántese la visita de pie.
- No ingresar el celular porque puede estar contaminado.
- No sea inameno. No hable de temas que puedan incomodar al enfermo, por ejemplo, de comidas como tamales, empanadas, lechona o carnes asadas si no tiene permitidos estos platos.
- No sea chistosito. No haga bromas de enfermedades ni cuente historias macabras sobre el mal que padece el enfermo. Es común escuchar a visitantes que le cuentan al paciente que hace unos 15 días el vecino se murió de lo mismo. “Tan raro”, le dicen.
- No le lleve malas noticias. No sea el portador de las debacles del mundo, del país, del municipio, del pueblo, del barrio o de la familia. Tampoco de los problemas políticos que aquejan al país ni de los fracasos de su equipo amado de fútbol.
- No se lleve para la casa las sábanas, toallas o fundas de la habitación del enfermo para lavarlas y traerlas luego. Cada centro hospitalario maneja sus formas para la limpieza y el aseo de las habitaciones y de los elementos que se empleen.
- No busque peleas. No alegue con médicos, enfermeros o personal que cuida a los enfermos. Si usted se considera un PhD, simplemente pregunte o sugiera un tratamiento.
- No sea grosero. No sea mal educado con las enfermeras, médicos o porteros del hospital. No los grite ni les diga qué tienen que hacer. Por más que su familiar o amigo lleve 24 horas sin comer o note alguna “anomalía”, simplemente pregunte con educación y ahí le contestarán y le solucionarán su inquietud. Ellos agradecen también las sugerencias.
- No sea reportero. No le pregunte al paciente sobre lo que padece, muchas veces no lo sabe, está sedado o, simplemente, no le han sabido dar respuesta a lo que tiene porque deben esperar resultados, exámenes o reuniones donde toman las determinaciones a que haya lugar.
- No se coma los alimentos del paciente. El mismo enfermo le puede decir que se tome la sopa, la gelatina o las papas salteadas, pero no es recomendable hacerlo por cuestiones de salud para los dos.
- No llore. Sea una esperanza no un mal. Dele ánimo, aconséjele que piense en las maravillas de la vida o en lo bueno que la ha pasado en esta existencia.
- No sea fiscal. No intervenga en conversaciones con los vecinos de cuarto.
- No aconseje tomar o cual remedio. Que las hojas del higuerón, que las raíces de amapola con sal en ayunas…o mil recetas más, simplemente lo pueden empeorar.
- No exagere en el tiempo de visita. Los centros hospitalarios aconsejan que 20 minutos es una buena medida para acompañar a un paciente.
Please follow and like us: