Para Pirelli es claro que cuando cambian las condiciones meteorológicas de una ciudad, una región o un país entero, llega el momento de optar por distintas alternativas para los neumáticos de cualquier vehículo. Según pronósticos del Ideam, la principal autoridad climática de Colombia, la segunda temporada de lluvias en Colombia se ha registrado con mayor intensidad, en comparación con años anteriores, debido al fenómeno de La Niña, que se extendería hasta febrero del próximo año.

La afectación y los siniestros viales en ciudades y carreteras ha crecido con fuerza en las últimas semanas; por eso la seguridad vial es fundamental en este momento y Pirelli, como miembro del Fondo Mundial para la Seguridad Vial de las Naciones Unidas, está comprometida con la mejora de la seguridad en el tráfico, a través de la fabricación de productos flexibles e inteligentes.

“Las tecnologías de Pirelli han encontrado con agilidad nuevas soluciones para adaptarse a un entorno climático cambiante. En este nuevo escenario, el foco en el desarrollo técnico y la innovación son claves, así como la respuesta a las exigencias de carreteras y conductores, la cual debe ser específica, innovadora y a la medida, en línea con la filosofía de “Equipamiento Perfecto”, de Pirelli”, señala Oscar Jiménez, Gerente Comercial de Pirelli para Colombia, Ecuador y Perú.

Frente a lo anterior, nunca está demás conocer las claves para que cada recorrido sea seguro de mano de las mejores compañeras de viaje: las llantas. Por ello, Pirelli entrega algunas recomendaciones para tener en cuenta al transitar en este tipo de condiciones:

1.       Mantenimientos preventivos

Si en condiciones de tiempo seco es recomendable efectuar algunos procedimientos periódicos relativos a los neumáticos, mucho más en condiciones lluviosas. Estos procedimientos preventivos contribuyen a mejorar el confort y la seguridad, no sólo para el conductor y los pasajeros, sino para todos en la vía. Lo ideal es calibrar los neumáticos semanalmente, siempre en frío, y revisar su estado periódicamente para evitar desgaste irregular del neumático, vibración en el volante por falta de equilibrio y presión inferior a la recomendada.

2.       Verificar el desgaste de los neumáticos

El dibujo de la llanta es crucial para evacuar el agua rápidamente. Además, los neumáticos desgastados pierden adherencia a cualquier tipo de suelo y pueden patinar en pistas húmedas o en curvas muy cerradas. Por lo cual, en superficies mojadas aumenta el riesgo de perder el control del vehículo, ya que se reduce la capacidad de los neumáticos para drenar el agua. Por eso es importante comprobar siempre el estado de los cuatro neumáticos y también del neumático de repuesto.

Cada conductor puede comprobar por sí mismo si la profundidad de la banda de rodadura es inferior a 1,6 mm (el TWI – Tread Wear Indicator), mediante pequeñas «protuberancias» en la base de la banda de rodadura. Es norma mínima que el neumático sea capaz de drenar el agua en condiciones de humedad, de lo contrario, es momento de cambiarlas.

3.       Una correcta calibración es garantía de seguridad

Conducir con demasiada presión en los neumáticos puede causar problemas en una vía húmeda. Cuando el neumático está más duro, la suspensión se vuelve incómoda y, en una situación extrema, puede perder adherencia, ya que se apoya más en la parte central de la banda de rodadura y los laterales pierden contacto con la carretera.

Por ello, es importante conducir siempre con la presión correcta de los neumáticos. Estos valores se encuentran en el interior del tapón del depósito de combustible y en la tapa de la puerta del conductor, incluyendo las indicaciones de media carga y de carga completa.

4.       La importancia de un consumo uniforme

Para que todos los neumáticos montados en un mismo vehículo se desgasten por igual, la recomendación es rotarlos cada 10.000 kms (Si el uso es constante Pirelli recomienda hacerlo cada 5.000 kms). Pero si hay un desgaste irregular entre los cuatro neumáticos, no hasta el punto de requerir sustitución, la recomendación es poner los que estén en mejor estado en el eje trasero, independientemente de que el coche tiene tracción trasera o delantera. La razón es que es más fácil para el conductor corregir la trayectoria si hay una pérdida de control del eje delantero, ya sea por un neumático reventado o por el aquaplaning (película de agua que impide el contacto entre la cubierta y el asfalto).

Es fundamental que los neumáticos se encuentren en buen estado. Es decir, sin daños o perforaciones. Rotar su posición en el vehículo prolonga la vida útil y aumenta la seguridad.

5.       Alineación y balanceo

El equilibrado y la alineación temprana son otros aspectos fundamentales relacionados con la seguridad y la durabilidad de los neumáticos. El primero, cuando es ideal, evita las vibraciones perjudiciales para los componentes mecánicos de la suspensión y el rápido desgaste de los neumáticos.

Esta medida, con la ventaja de no tener ninguna intervención directa sobre las ruedas delanteras, permite obtener un mayor control en superficies mojadas o en las fases de desaceleración y mantener un alto nivel de seguridad durante las maniobras. En cualquier caso, la eficiencia de los neumáticos delanteros debe ser siempre muy alta.

“Las nuevas tecnologías en vehículos y neumáticos han dado un gran salto en materia de adherencia y estabilidad. Pero las lluvias son una condición meteorológica que no debe subestimarse, por lo cual el buen estado de los neumáticos y una conducción con precauciones, además de una visibilidad razonable son esenciales para garantizar la seguridad de todos”, puntualiza Oscar Jiménez, de Pirelli.

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