El periodista y abogado santandereano Domingo Cárdenas Plata, en su libro “El humor en los tiempos del cólera” recopila algunas de las exageraciones comunes en Colombia.

Dice el diccionario que una exageración es un “dicho o cosa exagerada, que sobrepasa los límites de lo verdadero, natural, normal, justo o conveniente”.

La lista es extensa, pero acá va un resumen…es posible, amable lector, que usted recuerde también otro tanto.

ESAS EXAGERACIONES

Más peligroso que un tiro en el oído.

Más peligroso que un bizco con un rifle.

Más peligroso que una aguja en un sancocho.

Más peligroso que un tigre amarrado con una cabuya.

Es más macho un timbre.

Es tan viejo, que cuando estaba chiquito no jugó a los caballitos, sino a los dinosaurios.

Es más vieja que la moda de andar a pie.

Es más viejo que un solar de Cartago.

Es tan viejo que conoció al Corazón de Jesús, de pantalón corto.

Es tan viejo que cuando chiquito el río Magdalena venía en Neiva.

Por ahí no sube ni un gato herrado.

Es más amarrado que casa de bareque.

Ladra de noche para economizar perro.

Es más duro que el ala de lora.

Es más peligroso que una sopa de anzuelos.

En el Páramo hace tanto frío que les da reumatismo a los sapos.

Más goterero que una carga de quesos.

Se despide más que un borracho.

Es más fácil elevar una cometa de cemento.

Carátula del libro del abogado y periodista Domingo Cárdenas Plata.

Este sí se pega a un avión fallando.

Más quebrado que un tabaco en el bolsillo de atrás.

Es pelea de tigre con burro amarrado.

Es pelea de cucaracha patas arriba, con vieja chancleta en mano.

Echa más lengua que perro tomando sopa.

Estorba más que un loco en la oficina.

Juega más que un gato en una estera rota.

Dura más un bizcocho en la puerta de una escuela.

Es pelea de toche con guayaba madura.

No cumple ni años.

Más trasnochador que un bombillo.

Es más fácil sacar un mico del guadal a punta de consejos.

Es más fácil parar un metro de gelatina.

Es más fácil coger un relámpago por el rabo.

Es más difícil que inflar un costal a punta de viento.

Es más fácil encontrar a un gato bañando ratones.

Es más falso que un billete de tres pesos.

Más peligroso que un loco con un rifle.

Más malo que Caín.

Más malo que Andrés Pastrana.

Más serio que un tramposo.

La última y nos vamos.

Es más dañino que un mico en un pesebre.

Tiene más papeles Tarzán.

Tiene más condiciones que un tute.

Chilla más que una canastada de pollos.

Prende candela debajo del agua.

Está más empolvado que cucaracha de panadería. (GRS-Prensa).

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