Por Guillermo Romero Salamanca

Todas las mañanas, muy temprano, cuando aún no han tocado diana en los cuarteles, Óscar Cano, conocido en Medellín como “el aliviadito” abre con cuidado la puerta del apartamento de Orlando Cadavid Correa –director de los portales eje21.com.co y revistacorrientes.com– se dirige a la cocina, calienta agua, toma un pocillo grande, le echa allí dos cucharadas de Nescafé, revuelve con una cuchara y lo lleva al escritorio donde el periodista escudriña noticias en su computador, escucha noticias a través de un radio y tiene prendido el televisor.

–Buenos días patrón, le dice el asistente, mientras le entrega un ejemplar impreso de El Colombiano.

–¿Cómo va aliviadito?, le responde y ojea de inmediato los titulares del periódico.

–Bien, sí señor. ¿Desayuno liviano o trancao?

–Trancao.

–Listo señor.

El desayuno “trancao” de su patrón consiste en una arepa, dos huevos revueltos con dos salchichas picadas, una tajada de queso, un pandequeso y desde luego, un pocillo grande de Nescafé, sin azúcar.

Óscar Cano, «el aliviadito».

Óscar Cano es el asistente de Orlando Cadavid Correa. Hace años lo escuchaba cuando era director de noticias en Caracol Radio Medellín y recuerda cómo el terrorismo del narcotráfico le puso una bomba a la sede de la emisora, pero también le resuena la cantidad de informaciones sobre Antioquia y Colombia. Al fin y al cabo, Orlando es uno de los periodistas mejor informados del país.

“El aliviadito” ha hecho una escuela de Periodismo a punta de oído. Ya puede saber qué es un “lead” y que su jefe es un maestro en el tema y que quien le enseñó fue el gran Antonio Pardo. Le ha ilustrado que una noticia es cuando se dice la verdad y una entrevista, cuando hay un diálogo entre dos personas. Óscar es de pocas palabras, pero de escuchas grandes.

Después de las ocho de la mañana le pueden llamar personajes como Daladiere Osorio –su compadre–, Evelio Giraldo –el jefe de redacción del portal–, Óscar Domínguez –exdirector de Colprensa–, Ángel Romero Bertel –exjefe de redacción de Colprensa–, Eduardo Lozano y muchas “fuentes de alta fidelidad” que le dan los datos precisos para lanzar “chivas”.

Orlando Cadavid Correa.

Como buen asistente, controla todo tipo de llamadas, porque no ha de faltar más de un lagarto que interrumpe el permanente trabajo de Orlando. No hay discusión alguna cuando lo llaman Tatiana, Pamela o el junior, los tres hijos del periodista. Pero también cuando le marcan Tomás, Sebastián o Sofía, sus nietos.

En los ratos de ocio, que son muy pocos, con la paciencia del santo Job, Orlando le cuenta que aprendió a organizar los “leads” –primeros párrafos de las noticias—cuando se iniciaba en Manizales leyendo las notas de don Antonio Pardo en las 3 emisiones de Última Hora Caracol o en los servicios noticiosos de la AP.

Le ha contado también que nació en Bello, emprendió su carrera periodística en Manizales, luego pasó por Bogotá, hizo un regreso a la capital de Caldas y luego pasó a Medellín, donde se siente más cómodo.

Cuando le han preguntado sobre si se están formando buenos periodistas ahora, le ha escuchado decir que “sí, pero llegan sin roce, muy crudos, sin práctica en los medios” 

“La culpa es de las facultades que no los capacitan como es debido.  Cuando aterrizan en una redacción, no tienen idea del manejo del teclado de un computador o de una máquina de escribir.  También acusan un desconocimiento absoluto de la historia del país y de sus dirigentes de ayer y de hoy. Una joven recién egresada me llamó un día a preguntarme si tenía los teléfonos o la dirección de la casa de una señora llamada Helena Vargas, que necesitaba entrevistarla. La bisoñita del cuento buscaba a “La Ronca” en el momento en que la velaban en Cali”, le oyó decir en una oportunidad cuando un sujeto lo entrevistó.

De su paso como director de RCN Radio le dejó experiencias poco agradables por la cantidad de jefes que tenía y que el día que salió de allí fue como si le hubieran quitado un “Titanic” de encima.

Don Antonio Pardo García, maestro de maestros.

Hace cuarenta años Orlando Cadavid Correa –con una selección periodística—asumió la dirección de la primera gran agencia de noticias de Colombia: Colprensa.

Trabajar allí era un honor y muy pocos aguantaban el ritmo noticioso. Eran los tiempos en los cuales los télex martillaban todo el día enviando información a los diarios regionales. En la sala de redacción las máquinas manuales sonaban a todo dar. Cada mes pasaba por allí un técnico que les cambiaba las cintas, limpiaba las teclas y les ponía aceite. Había un conductor encargado también de cortar rollos de papel y convertirlos en cuartillas, aunque muchos boletines oficiales también eran utilizados en su respaldo para redactar las notas.

La meta era salir al menos con una noticia en primera página en los diarios, pero casi siempre, salían tres o cuatro. Orlando tenía la costumbre de hacer un círculo en rojo sobre la palabra “Colprensa” en cada nota que veía.

En los consejos de redacción –que se hacían tipo nueve de la mañana—nunca faltaba el tinto de doña Rosita y las buenas noticias. Cada quien iba relatando lo que adelantaría en el día.

Hubo días de bastante ejercicio como el asesinato de Charles Bitterman, la erupción del volcán del Ruiz, el asalto del Palacio de Justicia por parte del M-19, el secuestro de la embajada de la República Dominicana, las capturas de los comandantes guerrilleros, la caída de la banca y los triunfos de los ciclistas en Europa.

El aliviadito no parpadea cuando escucha todas estas historias. Él sabe que aprende bastante y sólo se levanta de la silla para traer otro Nescafé. Es una gran oportunidad también para aprender de buena música, porque Orlando es un melómano de primera categoría y escuchar melodías de La Sonora Matancera, boleros viejos o salsa. Todo depende del estado de ánimo de Orlando.

Óscar Domínguez, periodista y ex director de Colprensa.

Desde hace 10 años dirige con Evelio Giraldo, Eje21.com.co un portal que nació para llevar información del eje cafetero pero que se convirtió en una de las páginas nacionales más leídas por su credibilidad y cantidad de noticias.

En estos tiempos de asistencia del director del excelso periodista le ha escuchado las aventuras del acontecer noticioso, pero también lo ha visto cómo se le han humedecido sus ojos cuando le han dado las nefastas noticias de las muertes de amigos como “el flaco” Héctor Rodríguez o Eucario Bermúdez, su maestro y mentor.

Han vivido la cuarentena al máximo y como concluye “el aliviadito”: “esto no varea mucho”.

UNA CHARLA CON EL ALIVIADITO

–Lugar de origen—

–En san Cristóbal, corregimiento de Medellín.

–¿Cómo está compuesta su familia?

por cinco miembros: mi esposa, mis tres hijos y yo

–¿Dónde cursó primaria?

–En la escuela Juan Nepomuceno Morales, en San Cristóbal, Medellín.

–¿Adelantó Secundaria?

–No señor, no estudié Secundaria.

–¿Ha pasado por una universidad?

–Todos los días paso por la Universidad Nacional, para llegar a donde don Orlando

–Con la llegada de vacuna, ¿esto vareará mucho?

–demás que vareará, esa es la esperanza.

–¿Cómo llegó a trabajar con un periodista bien   informado?

–yo me hice amigo de él cuando trabajaba en caracol

–¿Cómo es una jornada suya?

–Todo el día las horas que me necesite, sin horario

–¿Qué tipo de noticias escucha?

–Las que oiga mi patrón

–¿Todavía consigue los periódicos en la calle?

–Sí, El Colombiano, porque La Patria ya no la traen a Medellín.

La 036, tarjeta Profesional de Periodista de Orlando Cadavid.

–¿Qué le ha enseñado Orlando Cadavid?

–ja ja ja, me ha enseñado todo.

–¿Qué le saca la piedra a su jefe?

–No. Nada, él es buen genio y tranquilo.

–¿Prefiere a Carlos Gardel o al Caballero Gaucho?

–Yo quiero a Óscar La Roca y a Carlos Gardel.

–¿Sale a la calle con la camiseta verde o la roja?

–Sin camisetas de ninguna clase, yo soy hincha del Medellín, pero no salgo con uniforme.

–¿De qué hablan con Orlando Cadavid?

–Me comenta cosas sobre cuando trabajaba en Caracol, de las amistades cuando trabajaba en RCN y en Radio Manizales.

–¿Es cierto que usted lloró cuando vio el avión con las vacunas?

–No soy tan tonto. Sin embargo, me alegré cuando salió la vacuna.

–¿Sabía que Orlando Cadavid fue director de información de RCN Radio?

–Sí, claro. La gente dice que lo hizo muy bien.

–¿Cómo le ha cambiado su vida esta pandemia?

–Gracias a mi dios no he sentido ninguna enfermedad.

–¿Se va a mandar a poner la vacuna?

–Sí, claro.

–¿Cuál prefiere la rusa, la china o la gringa?

–La que me haga efecto.

–¿Cuántos hijos tiene el aliviadito?

–Tres

–¿Quién lo bautizó como “el aliviadito”?

–Aquí, en Medellín, en el barrio Carlos E. Restrepo, porque suelo preguntarle al que saludo si amaneció “aliviadito”.

–¿Está de acuerdo con que a Evelio Giraldo es mejor tenerlo de amigo?

–Sí. Yo lo he conocido  desde que estoy con Orlando Cadavid.

–¿Ha conversado con Óscar Domínguez?, ¿cómo lo califica?, ¿es un buen tipo?, ¿sabrá de tangos y milongas?

–Sí he hablado con él cuando contesto las llamadas, para mí es buena persona y buen periodista, y le gusta el tango.

–¿Cómo prepara unos buenos frijoles?

–Con chicharrón.

–¿Cada cuánto va a misa?

–Todos los domingos

–¿Escucha a Julio Sánchez Cristo o a Gustavo Gómez? ¿cuál de estos dos es mejor?

–A don Julio Sánchez. –

–¿Qué noticieros de televisión ve?

–CNN en español y Caracol

–¿Qué música escucha con Orlando Cadavid de su voluminosa discoteca?

–Salsa, tangos, baladas y La Sonora Matancera.

–¿Se ha leído alguno de los libros que tiene la vistosa biblioteca de Orlando Cadavid?

–No los leo, pero si los miro.

–¿qué lee de eje21.com.co?

–Las noticias

–¿De qué se ríen con Orlando?

–Cuando me cuenta cuentos que le han pasado en la radio.

–¿Es verdad que hay un personaje de La Luciérnaga que no le gusta a su jefe?

–Él no escucha La Luciérnaga desde que se fue el doctor Peláez.

–¿Quién cree que será el próximo presidente de Colombia?

–Cualquiera que sepa leer de corrido, como el de ahora.

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