Por Claudio Ochoa

Crece la acogida del dispositivo electrónico IQOS entre los jóvenes colombianos, iniciándolos como adictos al tabaco, mientras sus promotores de manera “mañosa” violan la Ley de Publicidad a la nicotina y sus sustancias tóxicas.

Patricia Sosa, directora para Latinoamérica y el Caribe de Campaign for Tobacco Free Kids (Campaña para Niños Libres de Tabaco), quien está en gira por países de la región, ha presentado esta denuncia en Bogotá.

El dispositivo IQOS (I Quit Ordinary Smoking), o “dejo el tabaco habitual” es un producto de Philips Morris promovido en el país desde el 2016. No se trata de un cigarrillo electrónico. Es un dispositivo con una unidad con forma de bolígrafo en la cual se calienta los cigarrillos, cuyo vapor parecido al del cigarrillo electrónico, es absorbido por el fumador.

Niños Libres de Tabaco es apoyada por Bloomberg Initiative y por la Fundación Melinda Gates, dando asistencia pública en muchos países latinoamericanos sobre la prevención frente al tabaco. Su directora regional, la puertorriqueña Patricia Sosa, reconoce avances de Colombia, como la Ley Control Tabaco, la ratificación del Convenio Marco para el Control del Tabaco, la Ley de Prohibición de Publicidad al Tabaco y la elevación de impuestos al tabaco, además de contar con una buena política de espacios libres del tabaco.

“MAÑA” PARA VIOLAR LA LEY

Sin embargo, afirma que mediante “mañas”, la promoción del IQOS se lleva a cabo a través de diversas plataformas sociales de gran acogida entre niños y jóvenes, como Twitter, Facebook y diversidad de chats, anunciando que el producto va dirigido a personas en plan de abandonar el tabaco. Además, sus promotores aseguran que es un producto electrónico, que no es tabaco.

Es un mercadeo de iniciación en el tabaco, dirigido a la niñez y la juventud, denuncia Sosa,  y explica que el conjunto es así: las unidades de tabaco (cigarrillos más pequeños que los corrientes), en cuyo empaque advierte sobre sus daños a la salud; y por otro lado,  el dispositivo iQOS y su cargador, en  donde se calienta el tabaco, una  boquilla (que comprende un filtro tradicional y  una especie de tubo para el vapor que será generado). En estos últimos no hay ninguna advertencia sanitaria.

El dispositivo no es un producto de tabaco, se escudan sus promotores, y por tanto no es contrario a la Ley. Pero sí lo es, puesto que sirve para calentar este tabaco comprimido, activarlo y usarlo; sin él sería imposible consumir este tipo de tabaco, asegura tanto Campaign for Tobacco Free Kids, como también la Organización Mundial de la Salud.

Por tanto, esta organización y Educar Consumidores de Colombia ya han alertado a las autoridades sobre este hecho, pidiendo que el IQOS sea intervenido

Sosa añade que el foco de esta industria es la juventud, pues el dispositivo tiene una presentación tal que es tan atractivo para esta población, como si fuera un iphone. Su tabaco tiene diversidad de sabores, llamativos.

IQOS no está autorizado en países como Estados Unidos, México y Brasil, y en Colombia es tolerado por las autoridades. Panamá lo prohibió expresamente mediante decreto.

OPINIONES DE CIENTÍFICOS Y RAZÓN DE IQOS

La Sociedad Española de Cirugía Torácica y Neumología (Separ) advierte sobre estudios recientes demostrando que el IQOS no evita la presencia de sustancias tóxicas que son nocivas para el organismo del fumador. El doctor Reto Auer y otros autores en «JAMA Internal Medicine» comparan el contenido del “humo” de IQOS con el de los cigarrillos convencionales, encontrando componentes volátiles orgánicos e hidrocarburos policíclicos aromáticos. El vapor de IQOS contenía el 84% de nicotina hallada en el humo de los cigarrillos convencionales.

Mario Masseroli, director general de Philip Morris en España, dijo recientemente al diario El Confidencial de Madrid que «el principal causante de enfermedades por tabaquismo procede de la combustión del cigarrillo, y al no tener combustión, eliminamos buena parte del riesgo». Sin embargo, iQOS «no es un producto libre de riesgos. Sigue teniendo nicotina, así que queremos que sea consumido únicamente por fumadores adultos. Este no es un producto para dejar de fumar, sino para el adulto que quiere seguir fumando, pero con una alternativa que tenga un riesgo más reducido».

Pero en Colombia está siendo apetecido por los jóvenes. Campaign for Tobacco Free Kids clama ante la sociedad civil, el Ministerio de Salud y la Superintendencia de Industria y Comercio, para que mediante argucias sus promotores no sigan violando la Ley sobre el tabaco.

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