El cáncer de cuello uterino se puede prevenir. La Organización Mundial de la Salud ha establecido tres misiones a nivel mundial que se deben cumplir de acá al 2030. Estas metas son: cobertura de vacunación contra el Virus de Papiloma Humano (VPH) mayor al 90% en niñas de 15 años, hacer el tratamiento necesario, como mínimo, al 90% de las mujeres con lesiones cervicales, y tener coberturas de tamización en dos rondas mayores al 70% con pruebas sensibles. Esto es importante para Colombia, teniendo en cuenta los altos casos y muertes que se presentan actualmente en el país.
Según cifras del Ministerio de Salud en el 2021 se diagnosticaron 12 mujeres al día con cáncer de cuello uterino. Para contribuir con las metas que tiene la OMS para el 2030, en Colombia se expidió el Plan Decenal de Salud Pública 2022-2031. Mediante esta estrategia se busca reducir la mortalidad, ser eficaz tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de la enfermedad, y promocionar la prevención de este cáncer.
Una señal de que hay riesgo de un cáncer de cuello uterino es tener sangrado después de tener relaciones sexuales. Según la doctora Katheryn Brzozowski, médico de Cleveland Clinic, el 11% de las mujeres que tienen este tipo de cáncer han pasado por esta experiencia. Desde Cleveland Clinic, los doctores recomiendan acercarse a un centro médico ante este síntoma ya que puede ser una primera alarma de que hay presencia de cáncer de cuello uterino.
Uno de los pilares para combatir este cáncer es garantizar la vacuna de VPH en las niñas entre los 9 y 17 años. Según cifras de la OMS, el 99% de los casos de cáncer de cuello uterino se desarrollan debido a las infecciones generadas por este virus de transmisión sexual. Las infecciones pueden ser tratadas con tiempo, pero al ser enfermedades silenciosas que no generan síntomas, muchas veces esto permite que se desarrolle al punto de generar el cáncer en la mujer.
El Instituto Nacional de Salud (INS) diseñó un programa de prevención que se basa en tres niveles. El primer nivel es alrededor de la vacuna contra el VPH, el segundo es la detección y tratamiento de lesiones precancerosas, y finaliza con el diagnóstico y tratamiento del
cáncer detectado. Todas estas estrategias buscan reducir la mortalidad del cáncer, ya que en el 2020 el INS registró que murieron 2.500 mujeres en el país por esta enfermedad.
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