Por Guillermo Romero Salamanca

Rock Hudson, quien en realidad se llamaba Roy Harold Scherer, Junior, estaba en París en junio de 1985.

Aunque había viajado con el mayor sigilo, para ponerse en manos de especialistas del Instituto Pasteur, que dos años atrás había identificado al virus que causaba el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, la revista Variety dio la noticia: Rod Hudson, el galán del cine, el hombre por el cual miles de mujeres esperaban que las abrazara y soñaban con un espectacular ósculo de él, padecía de esa extraña enfermedad.

Aunque más de 20 mil personas ya habían fallecido, el presidente Ronald Regan, ignoraba la pandemia, ocasionando problemas a quienes se enfermaban día a día.

Todo se ocultaba. Era un misterio. Era una época en la que regían las Cuatro H para las personas con sida: porque decían que la padecían quienes eran heroinómanos, hemofílicos, homosexuales o haitianos.

El agente de Rock, Henry Leroy Willson, desmintió en principio la noticia. Él era un experto cazatalentos y lo había descubierto en una pequeña actuación de teatro. Le vio las condiciones para ser un galán, le dio clases de actuación, equitación, lucha y esgrima. Así nacería el gran héroe que buscaban los realizadores de Hollywood. Willson, además, tenía un grupo de clientes jóvenes y atractivos como Robert Wagner, Nick Adams, Yale Summers, Clint Walker, entre otros.

Willson les dijo a los periodistas, unos días después, que Hudson tendría sida producto de una transfusión de sangre en una operación que le habían practicado en 1981.

Años atrás Willson le organizó un matrimonio a Rock con Phyllis Gates, la secretaria de su oficina, con tal fin de desmentir las versiones sobre la homosexualidad de la estrella.  Les arregló la luna de miel en Jamaica y ella estaba feliz. Dos años después le contaron la verdad: su marido le había sido infiel con un actor mientras filmaba la película “Adiós a las armas”. Ella lloró desconsoladamente y se retiró en silencio. Años después redactó un libro titulado “Mi esposo: Rock Hudson”, en el cual contaba el mundo de mentiras que padeció.

Junto a Phyllis Gates, el día de su casamiento secreto

El día de su matrimonio. Foto You Tube.

Rock no aguantó la presión de los medios. Llamó a la experta comunicadora Yanou Collart para que redactara un comunicado. Ella, quien manejó la imagen de personalidades como Roger Moore, Jack Nicholson, Steven Spielberg, el Dalai Lama, John Paul Charlton Heston. Príncipe Alberto de Mónaco. Paul McCartney, Nicole Kidman, Sylvester Stallone, Henry Kissinger, Charles Bronson, Jerry Lewis, Salvador Dalí, César, John Lennon, Gérard Depardieu, le dijo al mundo entero que Rock era homosexual y además, tenía sida.

“Lo más duro que me tocó hacer en mi vida fue entrar a su habitación y leerle el comunicado para la prensa. Nunca voy a olvidarme de su cara. ¿Cómo explicarlo…? Muy poca gente sabía que él era gay. En sus ojos se leía que estaba destruyendo su propia imagen. Cuando terminé de leérselo, solo dijo: ‘Está bien, tírenselo a los perros, es lo que hay que hacer’”, dijo la periodista en entrevista para El Telégrafo.com.ec.

El 25 de julio de 1985 los medios difundieron el escrito. “Fue el momento más difícil de mi carrera. Era un gran amigo y tuve que organizar su regreso a Los Ángeles en un jet privado porque en ese momento, ¡todas las aerolíneas se negaron a enviarlo! Hice mi mejor esfuerzo para protegerlo de los paparazzi”, le contó Yanou a la periodista Michèle Clary, años después, en una entrevista sobre su vida profesional.

Ese día el mundo entendió la gravedad del sida, se realizaron miles de entrevistas con médicos consultando sobre el tema y se destapó un mito.

Fue la primera gran figura en salir del clóset y en contar que padecía la enfermedad. Unas semanas más tarde, decenas de actores de Hollywood como Liz Taylor organizaron la primera recolecta para contribuir con las investigaciones del sida. En la mañana del 2 de octubre de 1985 en su residencia en Beverly Hils falleció Rock Hudson, la estrella del cine, el galán por excelencia. Tenía 59 años.

SOBRE EL SIDA SEGÚN OMS

Según la Organización Mundial de la Salud, el VIH, continúa siendo uno de los mayores problemas para la salud pública mundial, ha cobrado ya más de 35 millones de vidas. En 2016, un millón de personas fallecieron en el mundo por causas relacionadas con este virus.

A finales de 2016 había aproximadamente 36,7 millones de personas infectadas por el VIH en el mundo, y en ese año se produjeron 1,8 millones de nuevas infecciones, según datos de la OMS.

El 54% de los adultos y el 43% de los niños infectados están en tratamiento antirretrovírico (TAR) de por vida. La cobertura mundial del TAR para las mujeres infectadas que están embarazadas o en periodo de lactancia es del 76%.

De acuerdo con los datos de la OMS en 2016, en la Región de África de la OMS había 25,6 millones de personas infectadas. Esta Región es la más afectada y en ella se registran casi dos tercios de las nuevas infecciones por el VIH en el mundo.

 

 

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