Con plumas negras y naranjas y ojos rojos, la paloma faisán de nuca negra, una especie en peligro crítico de extinción, fue un misterio durante más de un siglo, después de que los investigadores la observaran por primera y última vez en 1882.

140 años más tarde, el ave ha sido vista por segunda vez.

El ave en cuestión vive en la escarpada isla Fergusson, de poco más de 500 millas cuadradas, situada frente a la costa sureste de Papúa Nueva Guinea.

En septiembre, llegó a la isla un equipo de investigadores del Museo Nacional de Papúa Nueva Guinea, el Laboratorio de Ornitología de Cornell y la American Bird Conservancy con la esperanza de encontrar el ave.

El equipo habló con los lugareños para que los ayudaran a instalar cámaras trampa que les permitieran grabar una imagen del ave, según re: Wild, quienes contribuyen a la financiación del proyecto.

Durante casi un mes, el equipo no vio rastros del ave. Pero solo dos días antes de que los investigadores abandonaran la isla, Jordan Boersma, investigador postdoctoral en el Laboratorio de Ornitología de Cornell y colíder del equipo de expedición, estaba revisando las imágenes cuando se quedó “atónito” al ver al pájaro caminando justo al lado de la cámara.

“Después de un mes de búsqueda, ver las primeras fotos de la paloma faisán fue como encontrar un unicornio”, confesó en un comunicado John C. Mittermeier, director del programa de aves perdidas de American Bird Conservancy. “Un conservacionista y observador de aves sueña con ese momento toda su vida”.

El descubrimiento se produjo después de que algunos miembros del equipo de investigación intentaran localizar el ave en 2019, aunque en aquella ocasión no encontraron ningún rastro.

Los investigadores atribuyeron su éxito al cazador local Augustin Gregory, quien les había contado que había visto el ave que habita en tierra en un área formada por valles y riscos altos y había escuchado su gorjeo.

Luego, el equipo se adentró en una densa zona boscosa de la isla, donde colocó una cámara en un risco de 3 200 pies de altura cerca de un río, que fue donde se grabó la imagen.

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Serena Ketaloya, una conservacionista de Milne Bay, en Papúa Nueva Guinea, dijo que las comunidades locales estaban “muy emocionadas” por la noticia porque muchas personas no habían visto o ni siquiera sabían de la existencia del ave hasta que el equipo de investigación llegó a la isla.

No se sabe mucho sobre la paloma faisán de nuca negra. Se desconoce la población de la especie, pero la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la catalogó en peligro crítico. Se estima que desde julio de 2021 su población es de entre 50 y 249 ejemplares.

Los investigadores sospechan que la población de esta especie ha disminuido debido a la tala y la pérdida del hábitat forestal, según el programa de conservación global EDGE of Existence.

Los conservacionistas esperan que la confirmación de la existencia de la paloma faisán de nuca negra sea un rayo de esperanza para otras aves que llevan décadas desaparecidas. El equipo espera regresar a la isla de Fergusson para comprobar la población de la especie.

“Esta ave ha sido y sigue siendo significativa para los lugareños, esa es la razón por la que me importa y por la que creo que a todos nos debería importar”, dijo Boersma. “Forma parte de sus leyendas y cultura. Si perdemos esta especie, se destruirá su importancia cultural y el papel que desempeña en este fantástico ecosistema”.

Jordan Mendoza

Yahoo Noticias

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