El perfil lipídico es un grupo de exámenes de gran importancia para el seguimiento de riesgos de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Se trata de un conjunto de cuatro pruebas de sangre, para las cuales el paciente debe previamente haber ayunado de 8 a 12 horas.
Este chequeo es ideal para personas de todas las edades que quieran conocer cómo están los lípidos (grasas) en su cuerpo y, sobre todo, para aquellos que tienen factores de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares. Es importante que las personas de manera preventiva, monitoreen constantemente su estado de salud. En ese orden de ideas, el perfil lipídico brinda un panorama según el cual el paciente puede modificar hábitos y tomar mejores decisiones en cuanto a alimentación y actividad física, entre otros.
“Los resultados anormales de estos cuatro exámenes pueden indicar un aumento del riesgo de numerosos problemas de salud. Por lo general, pueden desencadenar en enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares», dijo Andrea Rincón, líder de consulta externa de Vitalea, el modelo de atención preferencial del laboratorio Colcan. «Actualmente ofrecemos al público general el chequeo graso, que evalúa los niveles de colesterol bueno y malo, y los triglicéridos, que son transportados por la sangre y pueden obstruir las arterias. Las partículas, medidas con un perfil lipídico, se clasifican por su densidad en lipoproteínas de alta densidad (HDL), lipoproteínas de baja densidad (LDL), triglicéridos y colesterol total, que tienen funciones diferentes sobre el organismo, por eso es importante su medición anual”, aseguró Rincón.
En el contexto colombiano, estos métodos de monitoreo tienen una gran capacidad de impactar negativamente en el número de muertes producto de enfermedades cardiovasculares. De acuerdo con información del Instituto Nacional de Salud, la mayor proporción de decesos evitables en el país corresponden a enfermedades de este tipo, superando a los neoplasmas y las lesiones intencionales.
La disponibilidad y asequibilidad del chequeo grasa permite pensar que, sin ser este ordenado por un médico necesariamente, las personas también pueden tomar proactivamente la decisión de monitorear su salud y mitigar riesgos futuros. Es recomendable que este tipo de chequeos se realice como mínimo una vez al año.
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