Por Guillermo Romero Salamanca

Según el diccionario de la Academia de la Lengua, una manía es una preocupación caprichosa y a veces extravagante por un tema o cosa determinada.

Los seguidores del Fútbol se quejan de la mitomanía de Neimar, al fingir golpes o lesiones. La Egomanía sería la de Armando Maradona. A otros les da por morderse las uñas, rascarse el pelo o hasta ser escrupuloso. Cuando ya es una obsesión, se hace repetitiva, no se puede controlar, lo más indicado es acudir a un profesional de la sicología para tratarla.

En el mundial de Brasil al uruguayo Luis Alberto Suárez lo sancionaron por su obsesión por morder a sus rivales. Después de varias charlas con sicólogos, aparentemente logró controlar su manía.

Estas son algunas de las manías más conocidas:

Aboulomanía. Lo sufren aquellas personas que no se deciden por hacer algo, por ejemplo, a la hora de ordenar un plato de comida o una bebida.

Ablutomanía: Obsesión crónica por bañarse varias veces al día.

Ailuromanía: Entusiasmo intenso por los gatos y sus cuidados.

Antomanía: Interés extraordinario por las flores.

Aritmomanía: Locura por contar todo: escaleras, pasos, pisos y por los números en general.

Automanía: Compulsión hacia la soledad.

Bibliomanía: Interés anormal por adquirir libros.

Cacodemonomanía: Alucinación anormal por la posesión demoníaca.

Cartacoethes. Es un apuro incontrolable por ver mapas donde sea, en cualquier mancha del piso o del techo, o incluso en la comida.

Citomanía: Deseo anormal por alimentarse.

Cleptomanía: Impulso incontrolable por robar desde un esfero, un alimento, sin necesidad.

Coreomanía: Obsesión por danzar o bailar.

Clinomanía. Es el ansia de quedarse en cama, voluntariamente, y no levantarse.

Crematomanía: Deseo obsesivo por el dinero.

Coprolalomanía: Obstinación por decir obscenidades o groserías.

Cinomanía: Entusiasmo intenso por los perros.

Dipsomanía: Deseo irresistible por ingerir bebidas alcohólicas.

Doromanía. Es la obsesión por dar regalos.

Dromomanía: Entusiasmo intenso por viajar.

Egomanía: Situación anormal por quererse uno mismo.

Eleuteromanía: Deseo irresistible por la libertad.

Enosimanía. Afecta sobre todo a las personas escrupulosas. Creen que están haciendo muchas cosas mal y que están ofendiendo a Dios por todo.

Enteomanía: Celo obsesivo por el tema religioso, andar con la Biblia bajo el brazo, opinar todo con versículos.

Entomomanía: Fascinación anormal por los insectos.

Eremiomanía: Deseo irresistible por la calma.

Ergomanía: Ansias por trabajar a toda hora.

Erotomanía: Obsesión incontrolable por el deseo sexual.

Escribomanía: Deseo perturbador por escribir.

Fagomanía: Anhelo irresistible por los alimentos e interés desmedido en comer.

Faneromanía: Impulso incontrolable a escoger en un punto o un crecimiento en su cuerpo.

Farmacomanía: Fascinación crónica con las medicinas.

Florimanía: Interés intenso en las plantas

Fonomanía: Querencia con los ruidos o el sonido.

Fotomanía: Búsqueda irresistible por la luz.

Gamomanía. Es un desorden psicológico en el que el afectado se obsesiona por pedirles a las mujeres que se casen con él.

Gefiromanía: Fascinación irresistible por los puentes.

Glazomanía: Interés obsesivo por hacer listas.

Gimnomanía: Compulsión a la desnudez.

Ginecomanía: En los varones, deseo obsesivo e incontrolable por el sexo.

Glazomanía. Es un interés insistente por hacer listas.

Hedonomanía: Codicia incontrolable por obtener placer.

Heliomanía: Anhelo por el sol.

 Hidromanía. Es la seducción incontrolable por el agua

Hipomanía: Embeleso y entusiasmo por los caballos.

Homicidiomanía: Impulso irresistible por cometer homicidio.

Hidromanía: Fascinación incontrolable por el agua.

Hipnomanía: Deseo incontrolable por dormir.

Ictiomanía: Seducción excesiva por los peces.

Katisomanía: Compulsión por sentarse.

Leteomanía: Fascinación obsesiva por los narcóticos.

Logomanía: Obsesión por hablar.

Megalomanía: Obsesión incontrolable hacia la gran auto importancia y por hacer actos extravagantes.

Melomanía: Hechizo excesiva por la música.

Monomanía: Sello obsesivo por un tópico o interés en una idea.

Mitomanía: Impulso irresistible hacia la mentira y la exageración.

Necromanía: Excesivo interés por los muertos.

Nesomanía: Alucinación intensa por las islas.

Noctimanía: Fascinación intensa por la noche.

Ninfomanía: En las mujeres, obcecación incontrolable por el sexo

Oclomanía: Interés intenso con las multitudes.

Oikomanía: Anhelo irresistible por el hogar.

Oinomanía: Fascinación intensa por el vino.

Oniomanía: Compulsión incontrolable por comprar.

Ofidiomanía: Excesivo interés en los ofidios.

Onomatomanía. Es la ceguera por repetir ciertas palabras en tu cabeza.

Ornitomanía: Fascinación anormal por las aves.

Paramanía: Impulso irresistible de derivar alegría en las quejas.

Parusiamanía: Obsesión por la segunda venida de Jesucristo, según la tradición cristiana.

Plutomanía: Deseo incontrolable por obtener gran riqueza.

Piromanía: Compulsión anormal por encender fuego o provocar incendios. Queromanía: Compulsión hacia la alegría.

Satiromanía: Obsesión y deseo incontrolable por el sexo en los varones. Siderodromomanía: Fascinación intensa con los viajes ferroviarios.

Sofomanía: Estimación excesiva por los propios conocimientos o sabiduría. Tasalomanía: Fascinación intensa por el mar.

Tanatomanía: Obsesión anormal por la muerte.

Timbromanía: Entusiasmo anormal por los sellos de correo.

Tomomanía: Interés extraordinario por las cirugías.

Xenomanía: Obsesión intensa por los extranjeros.

Zoomanía: Locura por los animales.

También puede leer:

Crece protección de mascotas con planes exequiales en la pandemia

Please follow and like us:
Wordpress Social Share Plugin powered by Ultimatelysocial