Por Guillermo Romero Salamanca

Corría el año 1993. La producción se llamaba Señora Isabel. La programadora era Coestrellas. Los libretos de Bernardo Romero Pereiro y Mónica Agudelo y los protagonistas Judy Henríquez y Luis Mesa.

Miles de mujeres cincuentonas no se perdían cada uno de sus capítulos. Doña Isabel había sido abandonada por su esposo, quien se fue a vivir con una mujer como 20 años menor que él y ella, en su angustia comienza a ver a un muchachón y comienzan las historias de amor.

Sintonía total. Quizá es una de las novelas de mayor acogida en Colombia y de grata recordación para Judy.

El productor Jorge Valencia Rosas –ahora residenciado en Estados Unidos—hace una lista de añoranzas: “recuerdo muchas cosas bonitas de Judy: la recuerdo en nuestra Asociación Colombiana de Locutores, la recuerdo como actriz siendo yo espectador y la recuerdo como actriz en RCN TV, siendo yo director de cámaras”.

Y luego agrega: “Una señora actriz, esposa de un excelente libretista, Bernardo Romero Pereiro. Trabajamos en una novela de alta sintonía, La Cautiva, ella la protagonizó y el elenco era de “película”: Víctor Mallarino, María Cristina Botero, Mauricio Figueroa, Gerardo Calero…escrita por el maestro Efraín Arce Aragón y la dirección fue de Jaime Botero”.

“Judy me hacía llorar en cada capítulo, la interpretación de su papel fue fantástica. Estrenábamos unidad móvil de RCN TV. Año 1986”, rememora Jorge Valencia.

Y así le podríamos preguntar a cada uno de los colombianos. Ella es una de las personas más queridas en el país no sólo por su trabajo como actriz, sino por su ejemplo, su don de gentes, su alegría y por su perseverancia en su trabajo en la televisión.

Es una marca. Un sello de calidad y de garantía de sintonía. Ahora los jóvenes la ven como la abuela Sara en La Cacica, pero papeles como el que hizo en Señora Isabel iluminaron una época por la desempeñar un rol tan misterioso, tan común y tan humano.

Papeles como Oliva, la enamorada en Mujeres Asesinas, Angelines Ramírez en el Doctor Mata, Olga Narango en Mentiras Perfectas, doña Josefa en Casa de reinas, Josefa Fortuna en Chepe Fortuna, Angustias García en La Madre Laura, Lola Ortiz en San Tropel los tienen en la mente los tele espectadores.

Judy es parte primordial en la historia de la televisión.

Juega cartas, llena crucigramas para ejercitar la memoria, canta para acordarse de sus años como vocalista de la Nueva Ola, en los años sesenta.

Con esa voz cautivó a miles de colombianos. Grabó decenas de comerciales, presentó canciones, tenía porte, elegancia, donaire y muchos querían conquistar su corazón, pero sólo, el gran libretista Bernardo Romero Pereiro la doblegó.

Judy, Bernardo Romero-Foto Colarte

Quiso ser periodista y estudió en la Universidad Javeriana, pero nunca ejerció, sólo en pequeñas apariciones radiales pero inició su carrera como “extra” en la novela 0597 está ocupado y después vino “Destino: la ciudad” del maestro de maestros Efraín Arce Aragón.

Este 29 de diciembre esta barranquillera cumple años. Sus dos hijas, Adriana y Ximena Romero y sus nietos serán los primeros en felicitarla. Luego lo harán sus hermanos, pero toda Colombia, de costa a costa, le mandará un aplauso y un abrazo por sus generosos papeles con los cuales nos hemos divertido en los últimos 60 años.

Doña Judy: ¡Feliz cumpleaños y mil gracias por entregarnos su talento!.

Please follow and like us:
Wordpress Social Share Plugin powered by Ultimatelysocial