Por Angelus Staff www.angelusenespanol.com
Este miércoles, el Papa Francisco dijo que pensar en utilizar armas nucleares en la guerra actual es una “locura”. Sus palabras vinieron minutos después de que el presidente ruso Vladimir Putin, quien invadió Ucrania el 24 de febrero, amenazara a Occidente con su utilización.
Este miércoles por la mañana Putin anuncio la movilización parcial de alrededor de 300.000 reservistas para combatir en Ucrania, lo que supone una escalada en el conflicto iniciado hace casi siete por Moscú.
A los pocos minutos, durante su audiencia general de los miércoles, el papa Francisco una vez más expresaba su apoyo por la nación agredida, hablando de “la terrible situación de la martirizada Ucrania”.
Francisco también dijo que los ucranianos estaban siendo sometidos a salvajismo, monstruosidades y torturas, calificándolos como un pueblo «noble» que está siendo martirizado.
El Papa dijo que el cardenal polaco Konrad Krajewski, limosnero apostólico, se encuentra en Ucrania, donde en esta su cuarta visita desde el inicio del conflicto, ha rezado frente a las fosas comunes descubiertas en los alrededores de Izium, la localidad perteneciente a la región de Járkov, al este del país, recientemente reconquistada por las fuerzas ucranianas.
El Argentino dijo que el martes había hablado con Krajewski por teléfono, y que este le contó del “dolor de este pueblo, las salvajadas y monstruosidades y los cadáveres torturados que encuentran”.
Por ello pidió, el Papa pidió: “Unámonos a este pueblo tan noble y tan mártir”.
La reflexión de Francisco se centro en su reciente viaje a Kazajistán la semana pasada. Elogió al país centroasiático por renunciar a las armas nucleares tras su independencia de la Unión Soviética en 1991.
«Esto fue valiente. En un momento de esta trágica guerra en el que algunos piensan en las armas nucleares -lo que es una locura- este país dijo ‘no’ a las armas nucleares desde el principio», dijo Francisco el miércoles.
Vatican News informó durante el fin de semana que Krajewski tuvo que correr y ponerse a cubierto después de ser flanco de un tiroteo mientras entregaba ayuda con un obispo católico, un obispo protestante y un soldado ucraniano.
Las autoridades ucranianas han dicho que han encontrado cientos de cadáveres, algunos con las manos atadas a la espalda, enterrados en el territorio reconquistado a las fuerzas rusas, en lo que el presidente Volodymyr Zelenskiy calificó de prueba de crímenes de guerra.
Rusia ha negado sistemáticamente que sus tropas hayan cometido crímenes de guerra desde que invadió Ucrania en febrero. El lunes, el Kremlin rechazó las acusaciones de tales abusos en la región de «mentira».
Francisco aplaudió el camino recorrido por las autoridades kazajas desde 1991, que “tras haberse liberado del yugo del régimen ateo, proponen ahora un camino de civilización que mantiene unidos política y religión, sin confundirlas ni separarlas, condenando claramente fundamentalismos y extremismos”.
Al hablar de la pequeña comunidad católica de Kazajistán, el Papa recordó a sus mártires, “hombres y mujeres que sufrieron décadas de opresión atea por la fe” y que fueron “perseguidos, asesinados, torturados y encarcelados”.
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