Por Guillermo Romero Salamanca
Aunque en el Chocó llueve todos los días, más de 125 mil niños en etapa escolar no tienen acceso al servicio de agua apta para el consumo humano, pero en un corto plazo y gracias a un proyecto presentado por Fundesarh, con el apoyo de la Embajada de Japón se dará solución a una comunidad de 850 personas de la Institución Educativa Héctor Abad Hinestroza, en el Atrato.
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El gobierno de Japón, representado por el embajador Keiichiro Morishita, firmó un convenio de financiación de una planta piloto del proyecto «Agua potable para las escuelas del Chocó».
Durante varios meses, el ingeniero Orlando Castiblanco de la Fundación para el Desarrollo Humano en Colombia, Fundesarh, recorrió el departamento analizando cada una de las situaciones.
“Pareciera irónico, explicó el ingeniero Orlando Castiblanco de Fundesarh, que donde más llueve, no exista agua, sin embargo es precisamente esta condición, única en Colombia, que permite tomar el agua lluvia, tratarla para que sea apta para el consumo humano. En nuestro trabajo de campo evidenciamos que las personas almacenan el agua lluvia en recipientes sin tratamiento sanitario, ni manejo especial, es por esto que no es apta para su consumo. Así mismo las cuencas hídricas de esta región están contaminadas con mercurio por esta razón se tienen casos en población infantil que han fallecido por causa de este problemática”.
La Fundación fue constituida hace más de ocho años y su objetivo está enfocado en la educación, principalmente en los niños. “Nuestro recurso humano es por voluntariado, en unos 95% profesionales con especializaciones y maestrías, economistas, ingenieros civiles, ambientales, forestales, abogados, sicólogos, trabajadores sociales”, manifestó.
Gracias a la creatividad del ingeniero Castiblando, se instalarán de plantas de potabilización de agua lluvia en la Institución Educativa Héctor Abad Hinestroza, que consiste en un sistema de purificación compuesto por filtros de arena, carbón activado, mecanismos de micro filtración, rayos UV y dosificador, con la capacidad de procesar y almacenar agua apta para el consumo humano.
Chocó es a todas luces un territorio fascinante, lleno de riquezas biológicas, minerales e hídricas, es a su vez una comunidad construida desde la historia de los primeros esclavos libres en Colombia y las comunidades indígenas que allí se asentaron varios siglos atrás. En contraste, este departamento es actualmente uno de los más afectados por fenómenos de corrupción, minería ilegal y violencia por bandas criminales, los cuales dificultan la superación de los problemas derivados de la contaminación de las fuentes hídricas.
Cada año la Embajada apoya proyectos de alto impacto que beneficien a comunidades, especialmente aquellos que mejoren la calidad de vida de niños y niñas.
La Embajada vio en este proyecto, una buena oportunidad para resolver un problema de consumo de agua no potable en una población vulnerable como son los niños y niñas del Choco, adicionalmente porque esta región recibe apoyo de la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) debido al alto número de personas víctimas del conflicto.
