Por Guillermo Romero Salamanca

Al llegar la temporada invernal con sus eternas noches gélidas quienes habitamos en climas fríos pensamos, de inmediato, en el invento de Slavoliub Eduard Penkala.

Nació en Croacia en un municipio difícil de pronunciar para nosotros los de lengua castellana: Liptószentmiklós el 20 de abril de 1871. Desde muy pequeño mostró su interés por armar y desarmar lo que encontraba a su alrededor. Sus padres quisieron que fuera Médico, pero después de unos meses, determinó que no servía para mirar enfermos y mejor se pasó para la Química. En la universidad conoció a Emily, se enamoró de ella y le prometió que inventaría algo para tenerla siempre calientica en sus noches de sueño.

Terminó sus estudios y al mes se casó con ella, quien estudiaba Música en la Universidad. Ese cuento que dice que la esposa del estudiante jamás será la esposa del profesional, se desbarató con esta pareja.

Penkala ingresó a la nómina estatal, pero seguía creando aparatos para ayudar en la vida común. Uno de ellos fue el lápiz mecánico y después el bolígrafo con tinta seca. Antes de esta idea, la gente usaba la pluma de acero o de oro y la tinta china. Ocurrían muchos accidentes que manchaban las hojas y se dañaban los trabajos.

Penkala como el decían porque su nombre también era difícil de pronunciar encontró a socio con el cual montó su primera fábrica.

Era un admirador de la inventiva de Wilbur Wright y Orville Wright, conocidos mundialmente como los hermanos Wright, pero también les decían los seguidores de Ícaro, porque fueron capaces de controvertir la Ley de la gravedad con la aeronavegación. Entonces a Penkala le dio por armar el primer avión croata y, además, le inventó una silla especial para los vuelos.

_MG_21
Slavoljub Eduard PENKALA, inventor, entre otros, de la pluma estilográfica.

Se calcula patentó unos 80 nuevos elementos para el mundo. Sin embargo, uno de los más conocidos es la botella de agua caliente. En esa época la gente calentaba las camas de diversas maneras: con unas planchas metálicas o con unos sartenes que llevaban carbón y las ponían a un lado o debajo de los catres, pero el olor al mineral quemado era bastante molesto y los durmientes entre sus ronquidos naturales se la pasaban estornudando. Era muy incómodo dormir en esas noches de invierno, pero entonces Penkala pensó en una solución.

Hubo también botellas de vidrio que se llenaban de agua caliente, pero a veces explotaban por el calor o se regaba el agua en los colchones y claro, las señoras amanecían, por lo general, de mal genio. Penkala creó entonces la bolsa de agua con un pvc resistente al calor y con una tapa hermética. ¡Qué bendición!

A partir de 1903 no más carbones en las alcobas.

En estas noches frías de invierno dele gracias a Penkala cuando duerma plácidamente con la bolsa de agua caliente y déjela rodar por todo el tálamo con tranquilidad.

También puede leer:

Please follow and like us:
Wordpress Social Share Plugin powered by Ultimatelysocial