Por Mauricio Salgado Castilla #genplata msalgado@xmaseducacion.com

El piloto chino del equipo italiano Alfa Romeo, Guanyu Zhou, no podía creer su suerte. El domingo 3 de julio, solo unos segundos después de acelerar el motor de 1000 caballos de fuerza en el autódromo de Silverstone, al iniciar la competencia de Fórmula 1 (F1), fue golpeado por el Mercedes Benz de George Rusell, que, a su vez, lo había sido por el francés Pierre Gasly, de la escudería Alpha Tauri.

El auto de Zhou, el primer corredor de China en la F1, voló por los aires, a pesar de sus 900 kilos de peso, cayendo boca abajo y desplazándose por el pavimento un par de cientos de metros, continuando por la zona de grava, que no logró detenerlo, saltando la barrera de neumáticos.

El auto se detuvo en una malla, a un par de metros de un grupo de aficionados, ante los ojos desorbitados de todos los espectadores en el autódromo y los millones de seguidores por televisión. Saltaban chispas por todas partes y todos pensaron que sería un día negro para el automovilismo. Segundos después, que parecieron una eternidad, Zhou salió caminando y, horas después, el hospital informó que le habían practicado todos los exámenes y el parte fue satisfactorio.

Para la mayoría de personas que han visto los videos del accidente no hay una explicación de cómo alguien puede salir sin ninguna afectación. La respuesta es: un halo que lo protegió. Este, a diferencia de los halos difusos de las imágenes de los santos, es sólido gracias al titanio puro del que está construido, el metal más duro en la tierra. Esta pesa 9 kilos y ha protegido ya a varios pilotos.

Momento del accidente.

Muchos expertos comentan que Gatsy, el causante del choque múltiple, condujo de manera temeraria para un piloto de la mayor categoría de las competiciones de autos. Se dice, también, que no acató las órdenes de su equipo.

En la F1 las comunicaciones son críticas, así como lo son en todos los ámbitos de la vida diaria de las familias, organizaciones y empresas, pudiéndose, en muchos casos, aclarar lo que se dijo, pues no se ha entendido, y proclamándose atención. Sin duda alguna la comunicación entre humanos no es un proceso que surja naturalmente de una forma eficiente.

En el caso de la F1 este aspecto es aún más evidente, pues se realiza un seguimiento de ellas segundo a segundo, o mejor, milisegundo a milisegundo.

Los equipos de competencia de autos de F1 están constituidos por personas de diferentes edades, disciplinas, géneros, culturas, nacionalidades e idiomas.

La F1 es muy exigente, las diferencias de tiempos se miden en milisegundos, los integrantes de un equipo tienen que comunicarse en corto tiempo con los otros, en medio de la tensión. Por ello es importante reconocer el modelo de comunicación que utilizan los equipos más reconocidos, como Mercedes Benz, Ferrari o Alfa Romeo, rescatando algunos aspectos a seguir:

1.     Objetivo claro: Todas las personas que pertenecen a un grupo deben tener claro cuál es su objetivo. En los equipos de F1 los objetivos pueden ser diferentes, unos pueden estar compitiendo por ganar el primer puesto, ya sea como pilotos o constructores; otros quieren ser reconocidos por el público cómo marcas de alto rendimiento y confiables, este fue el caso de Ferrari y el equipo Red Bull en la temporada de este año y del equipo Mercedes Benz el año pasado; otros equipos pueden estar compitiendo para probar diferentes componentes o para crear una cultura altamente competitiva, que les permita estar listos para ocupar los primeros lugares en años posteriores.

Ante este panorama, es fundamental que en la organización o el equipo de trabajo todos conozcan de manera explícita cuál es el objetivo que se persigue, ¿será crear un nuevo producto? o ¿mejorar la experiencia de los usuarios? Esto aplica, también, en otros ámbitos de la vida, como en las relaciones de familia o pareja, pues no es suficiente plantear como objetivo “vivir juntos”.

2.     Comunicación ágil y precisa: Cuando en F1 se solicita una información debe brindarse de manera ágil y precisa por la persona que la tiene o es responsable, es decir que no se usan palabras que estén sujetas a interpretaciones, ni se añaden datos que no sean necesarios.

Al respecto, es importante distinguir entre datos e información, sobre todo considerando que se dice que vivimos en la era de la información. En general, puede considerarse la información como aquellos datos que reducen la incertidumbre cuando se requiere tomar una decisión, por ejemplo, la temperatura del ambiente y de la pista son relevantes durante una carrera, así como cuántos espectadores están en las tribunas no lo es. Los datos de temperatura son información, el número de espectadores, un dato, que puede ocasionar ruido, pérdida de tiempo o errores de interpretación.

3.     Roles claros y asumidos: Con frecuencia, cuando se llama la atención por un trabajo no hecho, se aduce como excusa, que no se sabía que eso era su responsabilidad. El rol de cada persona debe ser claro y asumido, no es suficiente con que el jefe indique que se haga algo, debe cerciorarse que el responsable lo entienda y tenga la capacidad y los recursos para acometer con la tarea que se le está encomendado.

En los equipos de F1 cada persona, ya sea el diseñador de los vehículos, el mecánico de los motores, cada uno de los integrantes del equipo de pits o el propio piloto, conoce exactamente cuál es su rol. En estos equipos no debe haber duda, se debe conocer exactamente cuál es el proceso que se ha encontrado óptimo hasta ahora para hacerlo. Si una persona titubea en lo que tiene que hacer o en la forma de lograrlo cuando llega un auto a pits, ese par de segundos pueden ser la diferencia entre ganar o tener un accidente fatal. No hay margen para los errores.

4.     Los problemas se comunican en cuanto surgen: Todo proceso, actividad o tarea es susceptible de presentar problemas. Si para su solución se requiere de la intervención de otras personas, es determinante que se comunique de manera ágil y precisa lo que está sucediendo y lo que hace falta, ya sea porque se tiene que suministrar una parte de la información, entregar algún insumo o porque la tarea es más compleja de lo pensado inicialmente y no podrá entregarse en el tiempo presupuestado sin ayuda.

No se puede asumir que los otros saben, por lo que si se desea ayuda en algo, como puede ser lavar los platos, lo mejor es decirlo explícitamente, no es suficiente decir “estoy cansada y la cocina está sucia”.

Profesionales vs. personales: Si se tiene claro el objetivo del equipo y el rol, de ninguna manera se justifica no colaborar porque “alguien me cae mal”, eso no es profesional.

5.     Productos o compromisos entregados a tiempo: Las organizaciones y familias somos una parte de la sociedad, todos somos importantes, sin importar el cargo o rol. Se funciona, entonces, como una gran máquina de engranajes o un enorme reloj, hay piñones muy grandes y otros muy pequeños, pero si uno falla, todo se detiene, pues todas las tareas son importantes. En este sentido, actos como un saludo descortés o una indiferencia hacia un cliente pueden tener grandes repercusiones, como no concretar un gran negocio. Esto pasa todos los días, en todas las empresas y en las familias.

6.     Calidad en el trabajo: La calidad podría definirse como aquel producto, compromiso o comunicación entregada a tiempo, dentro del presupuesto, con las características o especificaciones esperadas y haciendo uso de los recursos destinados para tal fin. Si se entrega algo, aunque sea mejor de lo esperado, fuera de tiempo o a un mayor valor no será considerado de calidad.  

Espero que estos puntos faciliten establecer comunicaciones más asertivas, que propicien mejores vidas y empresas con culturas al estilo de la F1.

¿Qué tan listo estás para crear una cultura del nivel de los equipos de F1? #genplata

También puede leer:

Calarcá: con olor a café

Please follow and like us:
Wordpress Social Share Plugin powered by Ultimatelysocial