Por Guillermo Romero Salamanca

En el Mundial de Fútbol de Chile, celebrado en 1962, sólo participaron 16 selecciones. Una de ella fue la de Colombia, que llegó luego de ganar en la llave contra Perú. En el primer partido celebrado el 30 de abril de 1961 en Bogotá se le ganó al equipo inca con el marcador de 1 a 0, luego, el 7 de mayo de 1961 se empató en Lima 1 a 1.

Colombia firmaba así su viaje al certamen mundial. Los chilenos pensaban que los vencedores serían los peruanos y por la cercanía con ese país, determinaron que Arica era la ciudad precisa para llevar al mayor número de asistentes al estadio Carlos Dittborn. El cálculo les salió mal porque fueron los colombianos que llegaron allí vestidos con camisetas azules y pantalonetas blancas para disputar los partidos del Grupo A con la Unión Soviética, Yugoslavia y Uruguay.

El presidente colombiano era Alberto Lleras Camargo. Aunque la televisión ya tenía 9 años no había sistemas de transmisión internacional en el país y la radio era la comandante en los medios sonoros.

Los 23 jugadores los comandaba Adolfo Pedernera, gran estrella del fútbol de la época dorada colombiana. Los porteros eran Efraín Sánchez y Achito Vivas. Francisco Zuluaga, Aníbal Alzate, Jaime González, Ignacio Calle, Óscar López, Carlos Aponte y Héctor Echeverry eran los defensas. El mediocampo lo llevaron Jaime Silva, Rolando Serrano, Hernando Tovar y Marcos Coll. La línea de ataque estaba conformada por Germán Aceros, Luis Paz, Ignacio Pérez, Marino Klinger, Eusebio Escobar, Delio Gamboa, Antonio Rada, Héctor González y Jairo Arias.

El 30 de mayo de 1962 hicieron su debut contra Uruguay, perdieron 2 a 1. Luego, el 3 de junio se enfrentaron a la URSS, un equipo con una poderosa nómina.

En Colombia, los aficionados seguían los sucesos a través de una transmisión radial que resultó ser una de las grandes faenas técnicas del momento y los ingenieros de sonido debieron hacer mil peripecias para llevarla a cabo. El narrador fue don Gabriel Muñoz López quien se consagró totalmente. Los comentarios los hicieron Julio Nieto Bernal y Humberto Jaimes, a través de Nuevo Mundo de Caracol.

Marcos Coll en el partido y luego el gol olímpico. Foto YouTube.

El 3 de junio el país se “paralizó” para escuchar el partido contra la Unión de Repúblicas Social Socialistas y en el primer tiempo, el marcador era 3 a 1 a favor de los rusos.

Ese partido fue histórico. En el minuto 68, Marcos Coll anota un gol olímpico. El primero que se hacía en un mundial y hasta ahora, el único que ha existido.

Se denomina gol olímpico a la jugada en la cual el balón enviado desde el tiro de esquina entra a la portería rival sin que la toque ningún jugador. Es una actitud poco frecuente y la primera la realizó Cesáreo Onzari, el 2 de octubre de 1924, en un partido amistoso entre las selecciones de Argentina y Uruguay.

En Colombia la fiesta fue hasta el amanecer porque, además, se conquistó un empate 4-4.

Desde ese momento Marcos Coll se hizo famoso. Cuenta la leyenda que un niño que estaba entre los 8.040 asistentes le pidió la camisera al mediocampista que había logrado la proeza. Era Germán Efromovich, uno de los dueños de Avianca, de una cadena hotelera y de una cantidad de negocios más.

Durante años concedía entrevistas cada semana, vivía en Barranquilla y era pensionado de El Cerrejón donde fue entrenador de fútbol. Contaba que era un hombre muy feliz, pero que le gustaría que la Fifa le hubiera dado un detalle por como un homenaje por esa gesta que hasta el momento no ha sido arrebatada.

“Yo no pensaba hacer el gol sino centrar como lo hacía en el América o en Bucaramanga donde había jugado. Le dije a Antonio Rada que abriera las piernas, porque iba a patear por la esquinita, pero Toño no hizo caso, el balón hizo un efecto tipo carambola de billar, picó en el borde de la raya y se le metió a ese monstruo llamado Lev Yashin, la araña negra como le decían en la antigua Unión Soviética. Eso ocurrió al minuto 68 del segundo partido de Colombia”, contaba Marcos Coll.

Lo único que recibió fueron los 70 dólares de viáticos que les tocó a cada uno de los 23 integrantes del onceno nacional en su primera intervención mundialista.

El 7 de junio, Colombia se enfrentó contra Yugoslavia. El resultado fue una derrota contundente: 5 a 0. “Era una máquina demoledora”, decía don Marcos Coll, quien nació en Barranquilla el 23 de agosto de 1935 y falleció el 5 de junio del 2017 en la misma ciudad.

Cada año, por esta época se recuerda con detalle ese partido, pero, sobre todo, el gol olímpico de Marcos Coll.

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