Por Guillermo Romero Salamanca
“¿Qué hacer para mejorar cada día”, esa era la pregunta que se hacían hace cinco años los 16 empresarios de la industria del ladrillo en Cogua, Cundinamarca. Las respuestas fueron llegando hora tras hora.
La primera tarea fue la realización de un censo y organizar la constitución del Parque Minero Industrial de Cogua. Reuniones con la CAR, el Ministerio de Minas y Energía, la alcaldía, secretarías de la gobernación de Cundinamarca, concejales, empleados y vecinos del municipio.
Desde hace tres años se comenzó a gestar la creación de una organización que adelantara programas de Responsabilidad Social Corporativa y emprendiera trabajos de Educación de Calidad con las escuelas de su entorno, actividades de tejido social, planear un programa de Mejoramiento de vivienda para el municipio y armonizar la tarea con convenios con otras instituciones de la región. Así nació la Fundación Ladrilleros de Cogua, Funlaco.
La Fundación, además de las tareas iniciales, emprendió otros trabajos como programas de reforestación en el Páramo de Guerrero, limpieza de las quebradas del sector, formar parte de diversos comités que tiene la alcaldía municipal y planear el traslado de la escuela de El Olivo para un nuevo sector, donde los niños tendrán más seguridad y mejores condiciones deportivas y educativas.
Con un convenio con la alcaldía, los empresarios del ladrillo construyen la nueva escuela con una inversión de 1.300 millones de pesos.
“Podemos decir que la Fundación cada día crea, innova e impacta en la sociedad coguana con su trabajo y esperamos ser un ejemplo a nivel nacional e internacional”, sostiene Gigliola Mayorga, representante de Funlaco.
Decenas de frentes sociales adelanta la Fundación. Mantiene un programa de Apoyo a la Primera Infancia, en el hogar comunitario de bienestar Agrupado de la vereda El Olivo donde se benefician 28 niños con edades entre los 2 y 4 años. Con talleres con experiencias motrices impartido por un experto, lecciones de danza y capacitaciones a los padres en temas como convivencia familiar y mantenimiento de la huerta escolar.
La Fundación organiza, además, eventos y celebraciones a lo largo del año como el Día del Niño, Día del maestro, Día de la Familia, Celebraciones de cumpleaños y participación en el Festival del Rodamonte y Navidad. Son actividades en las cuales se benefician más de 400 niños del municipio.
Además de dotaciones en material deportivo, juguetes, utensilios de cocina, mobiliario, Funlaco aprovecha convenios como el realizado con la Universidad Minuto de Dios en el Centro de Desarrollo Infantil, donde los alumnos recibieron mayor atención en sus procesos pedagógicos.
“En el 2017 –explica Gigliola– entró a la competencia la sede de Rincón Santo, es decir, ya no eran 2 escuelas si no trescompitiendo por un premio al final del año, aproximadamente 228 estudiantes trabajando por “Amor a la Escuela”. Elobjetivo del juego es incentivar el sentido de pertenencia por su institución, y amor por sí mismo, además de permitirmejorar las relaciones con sus compañeros”, explica.
“Fueron 6 equipos participantes en cada sede, como lo son: Patrulleros, Coordinadores, Jardineros y Agricultores,Recreación y Deportes, Amor y Paz y Asesores de Imagen. Gracias a este proyecto lograron vislumbrar el interés de losdocentes en asumir y liderar esta propuesta que tiene un bien común”, agregó Gigliola.
MIL ÁRBOLES PARA EL PÁRAMO DE
Uno de los propósitos de las empresas que hacen parte del Parque Minero Industrial de Cogua está la de la protección del Páramo de Guerrero.
Para dar inicio al proyecto de reforestación hubo necesidad de adecuar cerca de 1.500 metros y fue primordial para proteger el bosque nativo existente. Este trabajo lo hizo la Fundación en conjunto con la Subgerencia de Desarrollo Económico y Ambiental.
Hasta el momento, la reforestación se ha adelantado en cuatro visitas con aproximadamente 200 personas voluntarias en donde han participado Instituciones Educativas, la Alcaldía Municipal, la Defensa Civil, la Uniminuto, concejales, entidades privadas, juntas de acción comunal y desde luego la comunidad.
“Esto demuestra que el trabajo en equipo es posible además de estar enfocados en un mismo sentir, es este caso, restituir “algo” a la naturaleza de todo lo que ha entregado a la humanidad. En conclusión, durante el 2017 se sembraron alrededor de 1000 árboles nativos y la tarea continua con más fuerza para los próximos años venideros”, comentó Helmut Klinge de la Ladrillera Gredos.
AMOR A LAS INSTITUCIONES
“Estamos conscientes del trabajo que debemos adelantar en responsabilidad social y estamos haciendo el curso completo, pero además, nuestra labor está en trabajar al lado de las instituciones como el Ministerio de Minas y Energía con su programa de “Minería bien hecha”, con las indicaciones de la ANLA, la Agencia Colombiana de Minería, la CAR y desde luego con la alcaldía. El año pasado se entregó, por ejemplo, el material de adoquín y bloque para la construcción del monumento a los Héroes caídos que le levantó en Fusagasugá”, explicó Luis Fernando Calle de Tablegres.
PROGRAMA DE MEJORAMIENTO DE VIVIENDA
Otra de las labores que adelanta la Fundación Ladrilleros de Cogua está el programa que contribuye con el mejoramiento de viviendas del Municipio. En los últimos tres años, más de 150 familias han participado.
“Debemos contribuir con el bienestar de los colombianos y debemos empezar por nuestro entorno. Son tareas que sólo las logramos con el trabajo continuado del día a día, mejorando acá y allá, entregando materiales de primera calidad, haciendo felices a miles de compatriotas que pueden tener sus viviendas, cumpliendo con las leyes, respetando las condiciones laborales, estar pendientes de los niños, de su bienestar y de su salud, vigilando los ambientes ecológicos y buscando mejores condiciones de vida”, concluyó Bernardino Filauri de Ovindoli.
