Por Guillermo Romero Salamanca

Él dice que es una persona con destrezas y experiencia para trabajar en grupo, dedicado, solidario, emprendedor, creativo y respetuoso en todas las actuaciones.

Agrega que, durante su ejercicio laboral en la Organización Indígena, el sector público y la participación en política ha demostrado su compromiso en la promoción de la diversidad cultural, los Derechos Humanos y la conservación del medio ambiente.

“Mis raíces culturales indígenas y mi formación académica en Derecho me han dado una visión integral, intercultural y global de los desafíos sociales contemporáneos; esto me permite aportar al desarrollo del país, y desempeñarme en cualquier campo público y privado”, manifiesta.

Bachiller Agropecuario y Pedagógico del INEM Simón Bolívar de Santa Marta y abogado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá.

Ha laborado en el Ministerio de Minas y Energía, en la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y en el Ministerio del Interior y Justicia.

Habla Ikun –lengua indígena la Sierra Nevada de Santa Marta—y busca un escaño en el Senado de la República en las próximas elecciones.

Moisés Villafaña Izquierdo.

–¿Cómo piensa defender la Sierra Nevada de Santa Marta atacada por las siembras ilegales, la contaminación y el cambio climático?

–Desde tiempos ancestrales, hemos padecido diferentes sucesos como la guerra de los 1000 días, la bonanza marimbera, la cocalera, la presencia de grupos ilegales.

Lo cual ha ocasionado que los habitantes de la sierra a través de sus mamus y su conocimiento ancestral, declararon la línea negra del santuario sagrado, que delimita el territorio indígena, y ese mapa cultural es un mecanismo para defender el medio ambiente, la cultura, la autonomía y la autodeterminación.

A pesar de todos esos cambios seguimos sufriendo pérdida de identidad, deforestación, intrusiones, y nuestra respuesta es la búsqueda del diálogo, convocando a los actores de la sierra nevada: campesinos, indígenas políticos y no políticos, sectores privados gremios que se benefician del agua como palmeros y bananeros para lograr una estrategia de desarrollo sostenible.

Pero hay mucha inconsciencia por los diversos factores y actores de turno.

Así para los cocaleros se ha vuelto un escondite para exportar coca y marihuana, y frente a un problema tan grave como este, buscamos el apoyo preciso del gobierno, explicando que es un territorio sagrado y que se pone en riesgo la seguridad y el agua, los bosques, los animales, las plantas, de una montaña única al lado del mar, que tiene los 5 ecosistemas de las 5 regiones que se encuentran, allí, siendo la Sierra un resumen del macrocosmos a pequeña escala.

Por esta razón los mamus la llamaron el Corazón del Mundo.

La Sierra es sujeto de derechos, declarada por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la reserva del hombre, y la Biosfera.

Proponemos un no turismo invasivo ni depredador, no más represas, ni extractivismo minero que está deteriorando aceleradamente el lugar.

En su lugar proponemos sembrar y reforestar, creación de empleos genuinos que no dañen la sierra, inversiones con conciencia social y ambiental, y crear 5 regiones estratégicas en Colombia que sean libres de minería extractiva, y sean santuarios de agua.

–¿Qué busca en el Congreso de la República?

–No queremos que se nos mire como piezas de museo o personas de segunda clase, sino como parte de Colombia, aportando nuestra visión y compromiso en el Congreso, para el bien común de todos los colombianos.

–¿Cómo financia su campaña?

–No tenemos financiación hasta el momento.

El único apoyo básico es el de partido, y el capital político de la gente, los amigos y los trabajos que hacen los no indígenas que son aliados a los indígenas y a la Sierra Nevada es cómo funciona mi campaña.

¿Por qué seleccionó al Partido de la U para que le dieran el aval?

–Porque mostraron interés en vincular a diversos sectores con visiones propias de Colombia, y fue como si nos prestaran un barco en el mar para pasar al otro lado.

Existe una curul para la Cámara, otras 2 para el Senado, pero no es suficiente para representar al pueblo indígena, porque la mayor parte no puede participar y hay comunidades mucho más grandes que nosotros.

Tenemos la visión clara donde el partido y la comunidad indígena se unen, con su apoyo, pero remando nuestro propio barco.

–¿Hacia dónde va la sierra nevada de Santa Marta?

–La Sierra Nevada debe estar en manos de su propia gente, y el derecho tutelado sobre ella, emana de las autoridades máximas y Suprema que son los mamos, ellos son los que tienen la autonomía y cuidan el espíritu de la cultura y son los mamos que no salen desde su territorio los que vigilan el medio ambiente sirviendo de guardianes como un símbolo espiritual para la paz, y la cultura continúe.

Y para que sea bien representado, debe ser deben tener una voz en el Congreso.

–¿Cómo deben ver los colombianos a la Sierra Nevada?

–Con admiración y orgullo, con la filosofía que alguna vez resplandeció igual que los mayas, los aztecas, o los incas en el Perú, con los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Una cultura que dejó huella en los asentamientos que hoy quieren ser arrebatados por los turistas y por los antropólogos diciendo que lo construyó otra gente de otros niveles o que lo construyó un grupo de personas ajenas, cuando esto fue un escenario vivo de nuestros ancestros donde tenemos nuestra memoria y que debe ser cuidado por todos los colombianos.

–¿Qué ha sido lo peor que le ha pasado a la Sierra Nevada de Santa Marta?

–Por una parte, la cristianización de la Iglesia católica, donde la premisa era someter a los indígenas para desculturizarlos, y en esa pérdida de identidad, arrebatarles muchas partes del territorio.

Miraron la sierra no como un territorio sagrado, sino como el escenario de una colonización.

Por otro lado, la deforestación por la siembra de coca y mariguana que generó violencia, corrupción y pérdida de muchas vidas por defender nuestro territorio.

Recientemente, fuimos escenario de guerra por la política administrativa de académicos y gobernantes indígenas que arremetieron contra los mamos, sin entender que por tutela son quienes cuidan y vigilan el medio ambiente y la identidad de la Sierra Nevada de Santa Marta.

–Más de 36 ríos nacen en esas montañas. ¿En algo le retribuyen sus beneficiarios?

–Nunca han beneficiado a las comunidades indígenas.

El Estado creó corporaciones autónomas en el tema ambiental, quitándole autonomía a las autoridades naturales tradicionales indígenas, dejándolos como simples usuarios del agua de la Sierra Nevada.

Y los mamos han reclamado ese derecho, como líderes habitantes y protectores ancestrales de los ríos de la Sierra, a las decisiones y usufructo de ese bien común.

–¿Cuál considera usted que es el principal problema que tiene Colombia en estos momentos?

–El principal problema que tiene Colombia en estos momentos, es la pobreza de la mayoría, y la desigualdad.

Otros temas fundamentales son la inseguridad, el acceso a la Educación, la Salud, la Libertad y el acceso a empleo genuino, por la informalidad.

El Estado debe cubrir lo que le corresponde y no malgastar en corrupción, como hemos estado viendo.

Se usan recursos del Estado en corrupción política, y eso, siempre se financia con alza de impuestos que terminan perjudicando a todo el sector productivo, y a los asalariados.

No voy a apoyar la creación de más impuestos que duelen en el bolsillo de los colombianos de bien, los que trabajan y producen.

La gente está cansada de la corrupción y de pagar por su trabajo los negociados de la política.

–¿Beneficia el turismo a la Sierra Nevada?

–En la Sierra Nevada no existe un turismo organizado, sino que en cada casa hay turismo que benefician el bolsillo individual, y se convirtió en el lugar donde ven a los indígenas y pueden tomar fotos sin que nadie los controle.

Mi propuesta es un turismo sustentable con el medio ambiente.

Lograr inversiones en ese sector, que generen empleo a las comunidades, y sea llevado a la parte baja de la Sierra, para que se admire su belleza, sin dañar el Ecosistema.

Hay muchas posibilidades de recorridos turísticos no invasivos, que respeten la energía de la Sierra, su espíritu, las tradiciones y la cultura ancestral.

Somos conscientes de que el turismo es importante, pero bien organizado, sin tocar una hoja, una piedra o un indígena, para exhibirlo sino para respetarlo y como una enseñanza de convivencia con el medio ambiente y la Madre Tierra.

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