Por Guillermo Romero Salamanca

Juan de Dios Álvarez, compañero de labores en la biblioteca de la Universidad Pedagógica, me buscó en mayo de 1980 para que le ayudara en una noble misión: comprar un detalle para su novia Aura María.

Nos paseamos por diversos almacenes en Chapinero y a todos les dijimos “no”. De pronto le dije: “vámonos para una joyería”. El aprendiz de bibliotecario aceptó y adquirió un dorado aro con lo que llevaba en sus bolsillos y a unas cuadres adquirimos un acetato con el éxito del momento: “Nuestro anillito” de Pastor López.

En Colombia, en los salones de bailes, hoteles, fuentes de soda, bares, discotecas y en la infaltable “Caseta Matecaña” se escuchaba, una y otra vez, esta cumbia con dos párrafos que marcaron la historia de la música tropical.

“Quiero regalarte un anillito /solamente para ti/ quiero que lo lleves siempre en tu mano/ recordando nuestro amor” y se repetía. Luego venía el coro: “solo por tu amor solo para ti canto esta canción” que Pastor volvía a interpretar 3 veces más.

Después de la mitad del tema, volvía un párrafo: “Quiero la ternura de tus lindos ojos /llenos de felicidad/ no lo pierdas nunca este regalito/ que lo hice con amor”.

Para finalizar volvía el coro: “solo por tu amor solo para ti canto esta canción”, que se cantaba 3 veces.

Eso era todo. “Nuestro anillito” formaba parte de la selección musical que hizo Javier García Muñoz, productor discográfico de Discos Fuentes, cuando viajó a Lima para sacar de Surquillo, los sencillos que venían en cajas de madera, entre emolientes y bultos de papa. Gracias a su oído, en medio del ruido del lugar, detectó una buena cantidad de éxitos que se grabarían luego con Pastor López, Rodolfo Aicardi y otros vocalistas.

Aura María era la niña más hermosa del barrio y con el fin de tener una conversación, acudimos a la fiesta bailable que organizó Juan de Dios.

Carátula del disco de Pastor López que contenía el éxito «Nuestro anillito», foto Velvet.

Después de sonar buena parte del repertorio de la música de la Billos Caracas Boys, de Rodolfo Aycardi y de Gustavo Quintero, pusieron por fin el esperado tema y de un solo brinco Juan de Dios acudió donde estaba la princesa de sus sueños. Sólo tenía 3 minutos once segundos para hablarle y armarle una declaración. Situación que, entre mover los pies, apretar las manos, se pudo comentar algo en el minuto 3 y cuando concluyó la canción, se escuchó un “Si” por parte de ella.

Abrazos, besos, murmullos, conversaciones, bienvenida por parte de los suegros, brindis con champaña y el típico plato frío se vieron minutos después. Se concretaba de esta manera el matrimonio que se llevaría a cabo unos meses más tarde.

Juan de Dios siguió con sus labores contables y yo me perdí en el periodismo en la recién montada Colprensa.

Treinta y cinco años después, en medio de los apretones del transporte público nos reconocimos los amigos. Nos reímos un rato de la aventura, luego, de su billetera sacó el anillito, el que habíamos adquirido en Chapinero para la solicitud de matrimonio. Comenzó a sollozar al recordar que un año atrás, Aura María había partido al cielo, víctima de un cáncer. «Fueron 34 años de felicidad», comentó.

“Estoy seguro que en donde esté, escuchará “Nuestro anillito”, le dije.

Gracias a este tema, compuesto por el maestro peruano Tito de la Cruz, quien este 18 de febrero cumple años, miles de parejas se declararon su amor y se comprometieron, al igual que Juan de Dios y Aura María.

Lo cierto es que este maestro de Huancavelica, en el Perú, sabe del éxito de su canción en Colombia, Venezuela, Panamá, México, Ecuador y el mismo Perú, en ritmo de cumbia chicha, como originalmente se conoció en la década de los setenta.

El maestro Tito de la Cruz, director de Los Titanes. Foto archivo particular.

El maestro Tito de la Cruz –uno de los gestores de la cumbia chicha—organizó en 1974 el grupo Los Titanes con el cual presentó sus composiciones como “Borrachito”, “Cómo haré para olvidarte””, “Dame y Toma”, Linda Yolita”, “Las gaviotas de Junín”, “Mil cervezas”, “Mi suspiro” y la inmortal “Nuestro anillito”, que en sólo YouTube tiene más de 3 millones de visitas por las diferentes agrupaciones que la han grabado.

Radicado en Lima, continúa con sus composiciones, dirige su orquesta, toca la guitarra y nunca deja a un lado su perenne sonrisa.

La APDAYC –Asociación Peruana de Autores y Compositores–, le reconoció hace poco el Premio “Esmeralda Musical” por “Nuestro anillito”.

El maestro Manuel Mantilla, el príncipe del despecho tropical, tuvo la genial idea de organizar un excelso repertorio con un puñado de canciones peruanas interpretadas por vocalistas venezolanos y colombianos y que han sido grandes éxitos en muchos lugares del mundo y, desde luego, incluyó “Nuestro anillito” del noble maestro Tito de la Cruz.

“Este es un pequeño homenaje a todos estos escritores como Óscar Hidalgo Vargas, Jorge Chávez Malaver, Tito de la Cruz, Héctor Bustamante Gómez, Edilberto Cuestas Chacón, Hidalgo Vargas, Julio Díaz Castillo, Marino Valencia Garay, Óscar Zarate Carvajal, Marino Valencia Garay, Walter León Aguilar, Juan Arana Zumaeta, Ángel Aníbal Rosado, Juan Rebaza Cárdenas, Humberto Caycho Alcántara y César Morales Sánchez que han hecho grande a Perú”, comentó el maestro Manuel.

Feliz cumpleaños maestro Tito y gracias por hacer feliz a tantas personas.

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