Los lácteos o la carne pueden aumentar el desarrollo de algunos tumores, según apuntan recientes estudios

El cáncer es una de las patologías más temidas, sino la que más, para la mayoría de las personas. Sin embargo, controlar algunos factores externos que están en nuestra mano, como la dieta o el consumo de tóxicos –como el tabaco o el alcohol– reducen notablemente el riesgo de padecer algún tipo de cáncer, ya que «uno de cada tres tumores tiene que ver con una alimentación inadecuada», advierte Emilia Gómez Pardo, doctora en Bioquímica y Biología Molecular y asesora científica en temas de nutrición y salud de CRIS contra el cáncer.

A esta afirmación se le han sumado recientemente nuevas evidencias científicas que ponen sobre la mesa –nunca mejor dicho– la responsabilidad de desarrollar algunos tipos de cáncer en función de lo que comemos. Ejemplo de ello es el tumor de próstata, el más frecuente entre los varones y el tercero en mortalidad, y en torno al cual se ha argumentado, hace unos días, que el consumo excesivo de lácteos puede resultar perjudicial, ya que aumenta el riesgo de esta neoplasia hasta un 25%, tal y como han sugerido investigadores de la Escuela de Medicina de la LLU, en Estados Unidos, en un artículo publicado en la revista científica «American Journal of Clinical Nutrition». 

«En este nuevo estudio la relación riesgo-consumo se establece con una alta ingesta diaria de leche, de más de 400 gramos y con independencia de que esta sea o no baja en grasas, frente a los estudios anteriores en los que la asociación se daba con un alto consumo del grupo de lácteos que incluye leche, queso y yogurt. Desde CRIS contra el cáncer creemos importante recalcar que un consumo moderado de leche, alrededor de unos 200 gramos al día, no se ve acompañado de un aumento del riesgo», matiza Gómez Pardo.

Cómo prevenir el cáncer?: «La relación entre alimentación y cáncer es  inequívoca. Hay que dejar de comer mal»
Emilia Gómez Pardo, doctora en Bioquímica y Biología Molecular

Estudios como este vuelven a poner bajo la lupa algunos alimentos que cargan con la sospecha de cancerígenos, a pesar de que la clave está en la cantidad de ingesta de estos. «A la vista de este y de los anteriores estudios, los resultados no permiten aconsejar a población general que se evite el consumo de lácteos, si bien, y teniendo en cuenta el principio de precaución, se sugiere que hombres con antecedentes familiares de cáncer de próstata o con presencia de otros factores de riesgo eviten un consumo elevado de este tipo de productos», recomienda Gómez Pardo.

La vinculación entre lácteos y cáncer de próstata no es nueva, ya que se ha especulado con ella desde hace años. «Dado el alto contenido de calcio de los lácteos se ha valorado su participación en el aumento del riesgo, pero hasta el momento la evidencia era muy limitada. Este estudio es novedoso, pero no se puede establecer una relación entre el consumo de vegetales ricos en calcio y riesgo, lo que invita a descartar el papel de este nutriente», asegura la especialista.

Mujeres postmenopáusicas

En esta línea, durante la celebración del Congreso Nutrition 2022, esta semana se ha sugerido que una dieta saludable basada en vegetales y verduras estaba relacionada con un 14% menos de riesgo de desarrollar cáncer de mama, mientras que una dieta poco saludable estaba relacionada con un riesgo 20% mayor de este tumor en mujeres postmenopáusicas.

Se trata de un ejemplo más del peso que cobra la dieta en la prevención del cáncer, una idea que Gómez Pardo avala al insistir en la necesidad de reducir «los productos y carne ultraprocesados, productos con un alto contenido energético y muy bajo contenido en nutrientes, y cuya relación con el incremento de peso es innegable, así como su relación causal de muerte prematura y riesgo de padecer, entre otras enfermedades, cáncer. 

Y, por el contrario, aunque no se puede concretar que ningún alimento por si solo ejerza efecto protector frente al cáncer de próstata u otros tumores, sí podemos decir que «una dieta “oncosaludable”, tal y como recomendamos desde CRIS contra el cáncer, está definida por un consumo mayoritario de alimentos de origen vegetal, con presencia de carne y pescado blancos y azul, así como con poco consumo de carne roja, ya que eso evita el sobrepeso y protege frente al desarrollo de tumores».

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