La estigmatización de la obesidad y el sobrepeso es un problema serio que puede conducir al aislamiento social, depresión, ansiedad, estrés crónico, baja autoestima y hasta trastornos alimentarios; esto da como resultado que se activen diferentes mecanismos fisiológicos que ayudan a perpetuar la enfermedad como lo son el aumento del apetito, debilidad en el sistema de saciedad, retención de grasa y de ingesta de alimentos.  

Las personas que viven con obesidad o sobrepeso son más propensas a ser maltratadas en diferentes situaciones sociales, como en sus lugares de trabajo o estudio, en su núcleo familiar y en los medios de comunicación, llevándolas a creer y ser percibidas como menos dignas de amor y respeto. Los casos de discriminación van desde los más jóvenes hasta los más viejos; aproximadamente un cuarto de la población joven ha sido intimidado por su peso corporal y del 13 al 32 % han sido discriminados en función a su peso.

En comparación con estigmas generados en otras patologías, al que está fundado en las personas con obesidad y sobrepeso no se le ha dado la importancia que requiere, y no se toman acciones para hacerle frente; esto ha creado barreras significativas en cuanto a su abordaje y su discusión, a la vez que impacta su crecimiento. Se estima que hubo un aumento del 66% en la discriminación y estigmatización de las personas que viven con obesidad o sobrepeso con respecto a la década pasada. 

En este marco, los profesionales en salud mental juegan un papel fundamental, no solo con el paciente si no con su familia y con el entorno. Al ser los primeros en diagnosticar los trastornos relacionados con la obesidad, el sobrepeso y sus estigmas, pueden brindar educación y tratamientos adecuados, además de remisiones a otras áreas especializadas, dando así un manejo integral y multidisciplinario a una condición que requiere de múltiples especialidades para su acompañamiento. 

Según la Dra. Rebecca Puhl, la educación es una de las herramientas más importantes para sensibilizar tanto a la persona que vive con esta condición como a su entorno familiar y laboral. Cuando las personas comprenden que la obesidad es una enfermedad que a menudo está fuera del control de una persona, suelen ser más propensas a ser aceptadas. Además, la creación de leyes y políticas que protegen a las personas que viven con obesidad a hacer frente a la discriminación, pueden ayudar a reducir la estigmatización.  

Las intervenciones en el estigma de la obesidad y el sobrepeso pueden ser difíciles, ya que la persona que vive con la condición puede llegar a sentir vergüenza y autodesprecio. Una intervención que puede ser útil es alentar a la persona que vive con obesidad a que consulte a su médico, buscando un manejo integral que aborde la esfera mental, la esfera nutricional y la esfera física. El equipo apropiado de profesionales puede ayudar al individuo a desarrollar un plan de alimentación saludable y ejercicio adecuados, además de acompañamiento psicológico o psiquiátrico. Además, puede ser útil conectar a la persona con un grupo de apoyo que le pueda proporcionar motivación para realizar cambios en su estilo de vida.  

Por qué #EntreTodosPesaMenos 

Una de las mejores formas de reducir el estigma y sus efectos es a través de intervenciones multidisciplinarias, esto involucra tanto a los especialistas de atención médica, como a educadores, empleadores, medios de comunicación, creadores de política pública y otros que trabajen para crear conciencia sobre esta realidad, promoviendo actitudes más positivas hacia las personas que viven con obesidad y sobrepeso. 

“Sabemos que como sociedad tenemos que trabajar por cambiar cómo entendemos la obesidad y el sobrepeso, y esto incluye la forma en la que reconocemos a quienes viven con estas condiciones”, menciona la Dra. Sandra Núñez, vocera de La Verdad de Su Peso. “Nuestro compromiso es seguir trabajando para que creemos una nueva conciencia, no solo frente al manejo interdisciplinario de la obesidad y el sobrepeso, sino para que entendamos que cada actor tiene la posibilidad de generar un cambio, en lo laboral, social, familiar, entre otros, y así entender que los juicios con los que están asociadas estas condiciones pueden estar errados. Es así que podremos decir juntos que Entre Todos Pesa Menos”, agregó. 

Hay un creciente cuerpo de evidencia que sugiere que las intervenciones multidisciplinarias pueden ser efectivas para reducir el estigma de la obesidad y el sobrepeso. Por ejemplo, un estudio encontró que una intervención multidisciplinaria que incluyó a proveedores de atención médica, empleadores y los medios de comunicación pudo reducir significativamente el sesgo de peso entre los empleados de una empresa. 

Con este camino recorrido por parte del paciente, el verdadero éxito de su proceso se define a partir del contacto que tenga la persona con un equipo multidisciplinario, que le escuche, atienda, que vaya ajustando este proceso de acuerdo con su avance, sumado a las reacciones que encuentre en sus interacciones a todo nivel en donde el estigma por la obesidad y el sobrepeso sea cada vez menor. 

También puede leer:

Formación en la empresa sí da resultados

Please follow and like us:
Wordpress Social Share Plugin powered by Ultimatelysocial