Los tornados son capaces de superar los 400 km/h y destruir todo lo que encuentra a su paso. (Foto referencial: Pixabay)

La costa este de Estados Unidos y parte del Caribe vuelven a vivir en la zozobra por el peligro de los huracanes.

El huracán Dorian sigue ganando fuerza con vientos máximos sostenidos de 110 millas por hora (175 km/h) y podría convertirse este viernes en un ciclón de categoría mayor mientras se desplaza lentamente hacia Florida.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC) informó este jueves que Dorian podría llegar el lunes a Florida convertido en un “extremadamente peligroso” de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson.

Pero ¿en qué se diferencian un huracán, tifón o ciclón? A continuación, te lo explicamos.

Si bien estos fenómenos se parecen por la forma en que destruyen todo lo que va a su paso no son iguales, y para ello te explicaremos la diferencia de cada uno con sus respectivas características.

¿Qué es un tornado?

Un tornado es un fenómeno atmosférico compuesto por aire con alta velocidad angular cuyo extremo inferior choca con la superficie de la tierra o el agua, mientras que la superior con una nube cumulonimbus, o de forma excepcional, con la base de una nube cúmulus. Es el de mayor densidad energética de la Tierra, aunque de corta duración (pocos segundos hasta una hora) y poca extensión.

Hay de diferentes tamaños y formas, pero por lo general toman la de un embudo, cuyo extremo más angosto toca el suelo rodeándose de desechos y bastante polvo. Cuenta con vientos que llegan a velocidades entre 65 y 180 km/h, miden unos 75 metros de ancho, y se desplazan varios kilómetros hasta desaparecer. En caso sea un tornado excepcional, puede girar a velocidades de 450 km/h o más y medir hasta 2km de ancho.

¿Cómo se forma un tornado?

La mayoría de los tornados se forma cuando una corriente de aire frío y seco desciende desde lo alto de una nube para compensar el aire cálido que asciende por el frente para ir aumentando las dimensiones de la nube. Como el aire frío es más pesado, se producen capas inestables de aire, haciendo que el caliente ascienda, creando así la tormenta. Cuando más fuerte es el tornado, se tornará de un color más oscuro.

Tormentas tropicales

Un tornado no es lo mismo que una tormenta tropical, pues la segunda es una agitación intensa de la atmósfera que puede incluir precipitaciones, ráfagas y otras clases de fenómenos atmosféricos, ocurren cada año y se les coloca nombre de acuerdo con la fecha en que ocurre.

Las tormentas tropicales suelen denominarse de diferente manera a pesar de ser lo mismo, todo dependerá del lugar en el cual ocurra el fenómeno para recibir su respectiva descripción.

En el Atlántico Norte y Pacífico Noreste son conocidos como huracanes. Si se registra el mismo fenómeno en el Océano Pacífico Noroeste, se le conoce como tifón. En cambio, si ocurre en el Pacífico Sur y el Océano Índico, el término usado es ciclón.

¿Cuándo ocurren los huracanes?

La temporada de huracanes en el Atlántico va del 1 de junio al 30 de noviembre. En esas fechas, ocurre el 95% de la actividad de ciclones tropicales.

En el caso de los tifones, son más habituales entre mayo y octubre, aunque pueden aparecer en cualquier momento del año.

Los ciclones del Pacífico Sur tienen lugar entre noviembre y abril.

Similitudes entre tornados y huracanes

Como hemos visto, los tornados pueden aparecer en cualquier momento, en cambio los ciclones tropicales tienen “programada” su aparición. Sin embargo, estos fenómenos atmosféricos tienen similitudes, sobre todo en el proceso de formación son parecidos.

Hemos visto que un tornado se forma cuando el aire frío pesa más que el caliente y este se extiende hacia arriba formando el feroz destructor de ciudades.

El huracán se forma cuando el aire se eleva producto del calentamiento del contacto con agua de mar tibia. A medida que el aire se enfría de nuevo, es empujado a un lado más caliente que sube por debajo del mismo, generando fuertes vientos. Sobre el mar crea enormes olas.

Cuando las olas llegan a tierra, son capaces de inundar ciudades y grandes áreas. Los vientos pueden destruir casas y edificaciones, como también volcar automóviles o derribar árboles.

La comunidad científica asegura que la temperatura del agua en los océanos viene en aumento y ello puede provocar el aumento de la intensidad de los huracanes en el futuro.

Los huracanes clasifican según la escala de huracanes Saffir-Simpson, basada en la velocidad del viento.

Estas son las categorías:
Categoría 1: 119-153 kilómetros por hora (km/h)
Categoría 2: 154-177 km/h
Categoría 3: 178-208 km/h
Categoría 4: 209-251 km/h
Categoría 5: más de 252 km/h

Textos: elmundoal instante.com Foto Pixabay

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