Por: Rubén Darío Arcila – Rubencho.

El éxito no es el fin. Ensimismados por la apoteosis de sus carreras algunos profesionales de radio y T.V no advierten los peligros que siguen en el camino, pues a su indiscutible cotización se añade la atronadora propaganda de sus nombres que los pueden llevar a la miopía.

Suenan duro las fanfarrias comerciales a nuestro alrededor y la imagen, el estilo, las muletillas, tienen una tarifa especial. Gracias al vidrio (la pantalla), el estrellato alcanza otra dimensión. Cuando asoma la palabra “imprescindible” en el horizonte, mírala con respeto como una nube negra que presagia la tormenta.

Por difícil que resulte, el mejor talento es aquel capaz de leer entre líneas y anticiparse desde la cumbre a una cruda rodada.

Así sean muchos los avatares que estén enfrentando exempleados de El Tiempo, Caracol Radio, Televisa, Gol Caracol, RCN, no deben olvidar que sólo cuando la oruga creyó que el mundo se terminaba se transformó en mariposa. Las redes, la radio virtual, el Facebook Live los están esperando. Todo cambió. Estamos en plena metamorfosis.

Son varios los que han puesto de su parte para llegar a la consagración por todo lo alto pero desde la gobernanza (socios, patrona, amigos), no se parcela el éxito.

Para bien o para mal, cada cual lo hace a su manera. Salvo que se acostumbren a no valorar lo que significa una marca, un equipo, un capitán, la crítica.

El éxito, dice Bill Gates, es un malísimo profesor. Seduce a las personas inteligentes para que piensen que no pueden perder.

Lea también:

UN ROMPEMICRÓFONOS APODADO COMO RUBENCHO


Please follow and like us:
Wordpress Social Share Plugin powered by Ultimatelysocial