Habiendo crecido en medio de los imponentes entornos costeros del distrito de Hualien, en la parte este de Taiwan, Lin Dong-liang siempre se ha sentido atraído por el mar. Es natural, pues, que haya dedicado su vida a profundizar su entendimiento de la ecología marina, y que, a fin de ampliar sus conocimientos sobre el tema, completó un entrenamiento profesional como guía turístico por medio de un programa de la Fundación para la Educación Oceánica Kuroshio (KOEF, siglas en inglés), con sede en Hualien, en 2008. Desde entonces, ha asumido los roles de voluntario, instructor, director de proyectos y director. Hoy en día, se desempeña como primer ejecutivo de dicha fundación.

Establecida en 1998 como el primer grupo de conservación marina en la nación, la KOEF está comprometida a inspirar amor y respeto hacia el océano a través de la educación sobre el medio ambiente, la investigación y defensa basada en la ciencia. A lo largo de los años, esta organización sin fines de lucro ha coordinado una serie de actividades para el público mientras rastrea los niveles de oxígeno disuelto, microplásticos y otros desechos, ruido submarino y especies, estadísticas de comportamiento y población de cetáceos.

“Taiwan ha sido bendecida con abundante variedad ecológica”, afirmó Lin, añadiendo que “el estudio de criaturas marinas como delfines y ballenas es de suma importancia porque son indicadores de la salud de los ecosistemas marinos”. Multitudes de animales migratorios viajan a lo largo de la cálida corriente de Kuroshio que fluye por la costa este de Taiwan, según Lin. Combinado con las aguas profundas frente a la costa, la zona ofrece el ambiente ideal para delfines y ballenas, lo que explica por qué alrededor de un tercio de las 90 especies de cetáceos del mundo ha sido avistado allí.

En 1990, esta orden de los animales fue catalogada como protegida bajo la Ley de Conservación de la Vida Silvestre, promulgada en 1989 con el objetivo de preservar la biodiversidad y mantener un ecosistema equilibrado. A pesar de esto, los cetáceos aún están expuestos a una serie de amenazas inducidas por los seres humanos, como motores de barcos, redes de pesca y contaminación, explicó el primer ejecutivo. “Los residuos plásticos son particularmente alarmantes ya que se ha infiltrado en los entornos marinos en todo el mundo, incluso en hábitats de aguas profundas”, advirtió Lin. “Es esencial crear conciencia sobre el tema, pero al mismo tiempo, necesitamos soluciones pragmáticas”, lamentó.

Casi 3.000 buceadores profesionales son convocados por la Administración de Conservación de los Océanos para ayudar a eliminar desechos marinos. (Foto cortesía de la Administración de Conservación Oceánica)

Lin se siente esperanzado al ver un número creciente de empresas, gobiernos locales y agencias gubernamentales y no gubernamentales (ONG) que se unen a la campaña global para organizar limpiezas de playas y fortalecer la comprensión del público de las consecuencias de largo alcance de la basura oceánica. Las empresas están aumentando su patrocinio exclusivo de los proyectos de grupos ambientales como una forma de responsabilidad social corporativa, señaló Lin. En cuanto a cooperación público-privada, la KOEF e instituciones académicas y de investigación en toda la nación han cooperado con la Administración de Conservación Oceánica (OCA, siglas en inglés), subordinada al Consejo para los Asuntos Oceánicos a nivel de Gabinete en numerosos proyectos, destacando el firme compromiso con la preservación de la salud de los mares.

Los buzos certificados por la TEIA establecen una red integral de monitoreo de arrecifes de coral que abarca Taiwan propiamente dicho y sus islas aledañas. (Foto cortesía de Shieh Hyee-sin)

Refugio seguro

Según el director general de la OCA, Huang Hsiang-wen, se han registrado más de 15.000 especies marinas en las aguas circundantes a Taiwan, con una puntuación de biodiversidad de 93 sobre 100 en el Índice de Salud del Océano, en comparación con el promedio mundial de 86. A esta variedad contribuye la diversidad de ecosistemas en el área, incluidos los arrecifes de coral, los hábitats de aguas profundas, estuarios, manglares y praderas marinas.

A pesar del excelente puntaje en biodiversidad de la nación, varios estudios han informado de fuertes descensos en las poblaciones de vida marina, aseveró Huang, agregando que los números revelan la urgente necesidad de actuar. Para ello, la OCA está realizando campañas de sensibilización, promoviendo los estudios científicos, designando áreas protegidas, implementando normas de conservación y estableciendo alianzas con el sector privado.

Un número creciente de empresas, agencias gubernamentales locales y organizaciones no gubernamentales está realizando limpiezas de playas para reducir la basura y crear conciencia sobre la contaminación de plástico. (Foto cortesía de la Fundación para la Educación Oceánica Kuroshio).

Uno de los ejemplos es el caso del delfín blanco de China, también conocido como el delfín jorobado del Pacífico o Sousa chinensis. Su población se ha reducido a alrededor de 60 debido al desarrollo industrial, la contaminación, así como la disminución en sus fuentes de alimentos, actividades acuáticas y ruido submarino. El Consejo de Agricultura, entidad a nivel de Gabinete, declaró a los delfines una especie en peligro de extinción en 2008 y anunció planes para protegerlos, haciendo un llamado para el establecimiento de un santuario marino, el monitoreo a largo plazo de sus números y la reducción de la interferencia humana en 2014.

La propuesta del santuario inicialmente enfrentó fuertes objeciones por parte de los sectores industrial y pesquero, pero a través de los incansables esfuerzos de la OCA para negociar con las asociaciones de pescadores y las comunidades locales, el reglamento finalmente entró en vigor en septiembre de 2020. Ahora es un importante hábitat de vida silvestre que cubre un área de 763 kilómetros cuadrados que se extienden desde las aguas del norte del distrito de Miaoli hasta el occidental distrito de Yunlin. “La creación del santuario de vida silvestre para el delfín blanco de China marcó otro importante paso adelante en nuestro compromiso con la gestión medioambiental tanto en el mar como en tierra”, declaró el director general. “Seguiremos integrando los recursos públicos y privados con las capacidades interdepartamentales para llevar a cabo una amplia gama de proyectos de conservación”, prometió el funcionario.

Aunando fuerzas

Hasta 2020, 44 áreas marinas protegidas en Taiwan abarcan 5.304 kilómetros cuadrados, lo que representa alrededor del ocho por ciento de la superficie oceánica de la nación. Además del establecimiento de cotos, la OCA realiza estudios sobre puntos críticos de biodiversidad, calidad del agua y animales marinos incluyendo aves, cetáceos, peces y tortugas. A fin de llevar a cabo estas tareas, la administración enlista la ayuda de cerca de 3.000 profesionales del buceo.

La participación de la comunidad puede ayudar a reforzar la eficacia de tales esfuerzos, indicó Huang. Por esta razón, su administración lanzó en 2020 un proyecto de conservación marina dirigido localmente, promoviendo la protección del medio ambiente, la restauración de los hábitats y la ciencia ciudadana, afirmó el director general del OCA, agregando que esta última se refiere a la participación pública en el diseño, la observación y el análisis de la investigación científica. La iniciativa ya está dando dividendos, con el número de grupos involucrados en conservación aumentando de 18 en nueve ciudades y distritos a 38 en 14 ciudades y distritos desde que comenzó.

Entre los socios que colaboran con la OCA se encuentra la Asociación de Información Medioambiental de Taiwan (TEIA, siglas en inglés), con sede en la ciudad de Taipei. Desde su fundación en 2001, la asociación ha trabajado para monitorear y examinar la basura marina y la salud de los arrecifes de coral al mismo tiempo que ofrece cursos de capacitación y certificación de EcoDiver (buceador ecológico) desarrollados por la Reef Check Foundation, con sede en Estados Unidos. Los cursos están diseñados para capacitar a los entusiastas del océano a fin de que asuman un papel activo en la conservación de los océanos.

La subsecretaria general de la TEIA, Sun Hsiu-ju, reveló que su organización comenzó a realizar evaluaciones de corales en 2009 mediante estudios in situ de hábitats bentónicos. “Mientras disfrutan de la belleza del mundo submarino, los buzos voluntarios pueden contribuir mucho a la protección de los arrecifes de coral”, aseveró Sun, explicando que “sus observaciones proporcionan información de referencia para la formulación de políticas gubernamentales y permiten a los científicos evaluar el estado del ecosistema del arrecife a lo largo del tiempo”.

Al igual que la KOEF, la TEIA está preocupada por los desechos oceánicos y busca cerrar la brecha de información sobre la distribución precisa, las cantidades y las fuentes de plástico marino. Las limpiezas de playas organizadas por la asociación a lo largo de los años han atraído a más de 4.000 voluntarios, recogiendo toneladas de escombros, así como datos valiosos utilizados en programas educativos e iniciativas específicas de prevención de la contaminación.

Un buque de investigación recoge datos sobre los niveles de oxígeno disuelto, ruido submarino, así como microplásticos y otros residuos para la Fundación para la Educación Oceánica Kuroshio, con sede en el oriental distrito de Hualien. (Foto cortesía de la Fundación para la Educación Oceánica Kuroshio)

“Dado que la contaminación de plástico es una de las mayores amenazas para nuestros océanos, estamos abogando por la acción mediante campañas de información pública y participando activamente en el proceso de formulación de políticas”, informó la subsecretaria general. “Nuestro objetivo es ayudar al Gobierno a alcanzar su ambicioso objetivo de eliminar gradualmente todo el plástico de un solo uso para 2030”, afirmó Sun. La TEIA ha estado colaborando estrechamente con la Administración de Protección Ambiental a nivel de Gabinete y otras ONG para formular un enfoque doble que reduzca la dependencia social del plástico y lo elimine del medio ambiente al final de su ciclo de vida.

Como nación marítima y miembro responsable de la comunidad internacional, Taiwan tiene un papel crucial que desempeñar en la salvaguardia de la vida marina. “Trabajando en conjunto con organizaciones ambientalistas, gobiernos locales y miembros del público, estamos logrando un progreso constante en la conservación y el uso sostenible de los recursos oceánicos”, declaró Huang, representante de la OCA, aseverando que “es nuestro deber promover la sostenibilidad de los océanos en beneficio de la vida en este planeta para las generaciones venideras”. (Agencia NDT).

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