BPrO advierte riesgos para el empleo formal y la competitividad tras incremento del salario mínimo

La Asociación Colombiana de BPO (BPrO) manifiesta su preocupación frente al incremento del salario mínimo decretado para 2026, al considerar que una decisión de esta magnitud, adoptada sin un análisis integral de sus efectos económicos y productivos, puede generar riesgos significativos para la estabilidad del empleo formal, la inflación y la sostenibilidad de sectores intensivos en talento humano como el BPO.

Desde BPrO se reconoce la importancia de avanzar en políticas que contribuyan a mejorar el ingreso y la calidad de vida de los trabajadores. No obstante, el reto estructural consiste en asegurar que estas decisiones sean sostenibles para la economía en su conjunto y no terminen generando efectos contrarios a los objetivos sociales que se buscan, especialmente sobre los hogares más vulnerables.

El incremento del salario mínimo puede tener un impacto directo sobre la inflación, afectando los precios de bienes y servicios básicos y reduciendo, en la práctica, la capacidad de compra de los hogares de menores ingresos. La evidencia económica demuestra que los procesos inflacionarios tienden a golpear con mayor fuerza a quienes destinan una mayor proporción de sus ingresos al consumo esencial, lo que plantea un riesgo social que debe ser considerado con responsabilidad.

Adicionalmente, esta medida puede incidir negativamente en la generación y sostenibilidad del empleo formal, particularmente en las micro, pequeñas y medianas empresas, que cuentan con menores márgenes de maniobra para absorber incrementos abruptos en sus costos laborales. Este escenario podría derivar en un aumento de la informalidad, una reducción de la competitividad empresarial y mayores presiones sobre variables macroeconómicas como las tasas de interés y las finanzas públicas.

Para el sector BPO, que se caracteriza por ser intensivo en capital humano, generar empleo formal a gran escala y competir en mercados internacionales altamente exigentes, resulta fundamental que las decisiones salariales estén acompañadas de políticas orientadas al aumento de la productividad, la formación del talento, la innovación tecnológica y el fortalecimiento empresarial. Sin estos elementos, el impacto de la medida puede comprometer la capacidad del país para atraer inversión y mantener operaciones que hoy generan miles de empleos formales en diferentes regiones.

BPrO considera indispensable que las discusiones sobre política salarial se desarrollen en escenarios de diálogo social amplio, técnico y participativo, en los que confluyan trabajadores, empleadores y Gobierno, y en los que se evalúe de manera equilibrada el impacto de las decisiones sobre el empleo, la competitividad y el bienestar general de la sociedad.

La Asociación reitera su disposición a contribuir de manera constructiva a estos espacios de conversación, con el objetivo de avanzar hacia un modelo de crecimiento que combine mejores ingresos para los trabajadores con estabilidad económica, generación de empleo formal y fortalecimiento de sectores estratégicos para el desarrollo del país.

Finalmente, BPrO hace un llamado a que las políticas laborales para 2026 se construyan bajo criterios de sostenibilidad, productividad y competitividad, garantizando que las decisiones adoptadas no terminen afectando a quienes se busca proteger y que el empleo formal continúe siendo un motor de inclusión, movilidad social y desarrollo económico para Colombia.

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