Por Guillermo Romero Salamanca
El 13 de noviembre del 2025 representó otro hit para Fernando López Henao y esta vez fue en la MGM Grand Garden Arena de Las Vegas.
El aguadeño, con su reconocida ronca voz, gritó de emoción cuando escuchó que el ganador de la categoría Mejor Álbum de Música Infantil era “Los Nuevos Canticuentos” y ahí mismo, saltando de emoción le decía a Andrés Ovalle, presidente de Codiscos, “¡Ganamos!, ¡Ganamos!, ¡Ganamos!
Su viaje a Las Vegas tenía múltiples propósitos, pero un sueño: ganar un Latin Grammy. Lo había luchado en varias oportunidades y en una ocasión, incluso, lo entrevistaron para decirle que había sido ganador con un tema de salsa choque de Cali.
Durante más de 45 años Fernando dedicó su vida a fabricar éxitos. Comenzó cargando las pesadas cajas de discos para llevarlas en sus recorridos por la costa atlántica y promoviendo el Sello Costeño. Es quizá el hombre que más emisoras ha visitado en el país y quien tiene una agenda completísima con locutores, directores, programadores, productores, compositores, músicos, influencers, periodistas, redactores y todo lo relacionado con el medio de las comunicaciones y el artístico en el país.
En esos primeros días de su trabajo en Codiscos ingresó a un estudio de grabación. Era la primera vez que lo hacía y estuvo presente ahí, calladito, viendo cómo grababan los Canti-Cuentos.
Allí conversó con la periodista y profesora chilena Marlore Anwandter, quien tuvo la idea de escribir canciones para niños. Presentó su propuesta al recordado Álvaro Arango y al gurú Rafael Mejía, quienes aprobaron el proyecto.
Semanas después Fernando López, fue el primer promotor de esa música infantil.
En sus cuatro décadas y media de promotor cada año imponía, al menos, 60 éxitos que los presentó en “El Disco del Año”, “El exitómetro” y luego “La Combinación vallenata”.
Su voz no fue impedimento para hablar en las emisoras a donde llegaba a las 5 de la mañana para presentar las nuevas canciones o para entregar Discos de Oro en los programas de televisión.
Comenzó en la década de los setenta en DiscoModa, pero luego fue recibido con aplausos en Codiscos con la venia de dos grandes: Álvaro Arango y Rafael Mejía.
Eran los tiempos de las emisoras en AM –Amplitud Modulada—y de visitas a lejanas tierras que él no sabía ni dónde quedaban, pero que cultivó metro a metro para fabricar éxitos vallenatos de Alfredo Gutiérrez, Lisandro Meza, Luis Enrique Martínez, Emilio Oviedo, El Binomio de Oro, Los Diablitos, Miguel Morales, Ómar Geles, Otto Serge, Rafael Ricardo, Rafael Manjarrés, Silvestre Dangond, Patricia Teherán, Diomedes Díaz, Poncho Zuleta, Las Musas del Vallenato y 40 agrupaciones más.
Un día escuchó en una estación de radio internacional por onda corta, una agrupación que le llamó poderosamente la atención, no sólo por su música sino por su nombre: Niche. Meses después contactó al maestro Jairo Varela y nació una amistad que originó los más grandes éxitos de los comienzos de la orquesta con Codiscos.
Amigo de docenas de artistas como Gildardo Montoya, Darío Gómez, Jairo Paternina, Gustavo Quintero y una interminable lista de compositores y productores, pero también fue promotor de figuras internacionales como Raphael, Paloma San Basilio, Massiel, Daniela Romo, Enrique y Ana, Juan Pardo y una nómina interminable que figuraron en los listados de “los más sonados” cada día, cada semana y cada año.
Su plan de trabajo no llegó sólo a Colombia, sino que viajó a Venezuela, Panamá, México, España, Estados Unidos y Puerto Rico, entre otros. Durante meses buscó una entrevista con el gran Polito Vega y la logró. Ese día lanzó una canción que después sería un hit en América Latina: “Los Caminos de la vida”.
Ni él mismo sabe cuántos éxitos en baladas, tropicales, salseros, merengueros, de hip hop, bachata, reguetón y hasta champeta logró en su extenso trajinar entre emisoras, canales de televisión y medios de comunicación, más infinidad de conciertos, carnavales, festivales y encuentros musicales.
Fue el impulsor del vallenato romántico. Así lo reconocieron los compositores en un Festival de la Leyenda Vallenata.
Éxitos y más éxitos.
Un día cumplió con su contrato con Codiscos y le dieron despedida como pensionado. Estuvo unas semanas en la casa jugando con su perro, acicalando a su caballo, pero lo llamaron de nuevo de la Compañía: lo querían como asesor y le pidieron que organizara un proyecto que deseara.
Ya no quería más música tropical y entonces recordó esos primeros años en Codiscos y las conversaciones con Marlore. “Quiero hacer una línea con los Canti-Cuentos”. La aprobación fue inmediata.
En menos de tres años, el proyecto Canti-Cuentos cuenta con 10 millones de suscriptores en el canal de YouTube y con más de 3 mil millones de visitas. Cifra que muestra los alcances del trabajo en esa plataforma.
Fernando no para de hablar y de elogiar a su equipo de producción porque vendrán más éxitos.
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