Por Guillermo Romero Salamanca

El 2 de diciembre del 2015, los medios de comunicación dejaron perplejos a los seguidores de la primera Miss Universo Colombiana. En esa madrugada falleció en Manizales Luz Marina Zuluaga, víctima de un paro respiratorio.

Tenía 77 años, pero el país le aplaudió por medio siglo su forma de proceder, su donaire y sus claras expresiones. Fue la invitada de honor de centenares de ceremonias locales, regionales y nacionales.

Luz Marina Zuluag -después-de-su- matrimonio foto Risaralda hoy.

Nació en Pereira el 31 de octubre de 1938 y el 25 de julio de 1958 se convirtió en la mujer más hermosa del mundo en un concurso realizado en Long Beach, California, en Estados Unidos.

Por su forma de conducirse, sus opiniones que daba y sus consejos las nuevas generaciones la convirtieron en una de las cien figuras del país durante el siglo XX. A ella le había tocado hacer de todo, no tenía quien le preparara ni quien la aconsejara, sólo tenían dos desfiles y nada más. Así se lució ella. Convenció al jurado y se llevó la corona y el cetro. Pasaron más de 50 años para que otra colombiana obtuviera ese titulo.

Ella no tuvo operaciones aquí o allá para lucir. Era una mujer perfecta y así se mantuvo siempre. Durante el concurso tampoco le asistieron asesores de imagen ni de medios. Sólo era ella.

Le tocaron tiempos difíciles cuando ganó. El país estaba en una contienda política y existían temores militares por doquier de otro golpe de estado.

El 24 de julio de 1956, los representantes del partido Liberal Alberto Lleras y del conservador Laureano Gómez, firmaron el Pacto de Benidorm con el fin de poner término a la contienda sangrienta en el país y que se conoció como la época de la violencia que dejó más de 500 mil muertos, entre campesinos, obreros y destechados que seguían las ideas de los patriarcas políticos desde Bogotá.

Terminaba entonces el gobierno de la Junta Militar y asumía el poder Alberto Lleras Camargo, quien iniciaba así una jornada denominada como El Frente Nacional, en el cual, para evitar las guerras entre liberales y conservadores, simplemente, se turnarían el poder por 16 años. Asumió primero el periodista bohemio de El Tiempo, luego le siguió el anecdótico Guillermo León Valencia, prosiguió Carlos Lleras Restrepo, abuelo del hombre del coscorrón, Germán Vargas. Y terminó con Misael Pastrana Borrero.

Luz Marina Zuluaga, en medio de su alegría por su triunfo, recibió una incómoda noticia ese mismo 25 de julio de 1958: debía esperar unas semanas, mientras llegaba al poder Lleras Camargo, sin embargo, después de unos días de descanso, retornó al país y arribó al aeropuerto de Techo, donde hoy queda el barrio Kennedy de Bogotá.

Miles de personas salieron a su encuentro y después en Manizales fue todo un acontecimiento. Luz Marina Zuluaga tomó una popularidad inusitada. Fue la primera gran ídolo no política que tuvo el país. Tiempo después personajes de la televisión como Fernando González Pacheco, Gloria Valencia de Castaño, Carlos Pinzón o cantantes como Claudia de Colombia, Vicky, Óscar Golden o Harold le siguieron en su fama.

Ese año, el único movimiento popular que había ocurrido había sido el quinto triunfo de Ramón Hoyos.

Después de su coronación en Miss Universo formó su hogar con el otorrinolaringólogo  Enrique Vélez y tuvieron cuatro hijos.

 El 4 de diciembre del 2015, día de sus exequias, miles de seguidores suyos se agolparon en la plaza de Bolívar y colmaron la catedral donde monseñor Gonzalo Restrepo Restrepo, arzobispo de Manizales presidió la ceremonia. Marchaba al cielo la reina de Colombia.

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