Por Claudio Ochoa

Encuentro en el chat de mi barrio, Niza Antigua de Bogotá, expresiones y lamentos, como estos: “vuelve y juega, cobro excesivo de veterinarios, para que el perrito muera, no hay derecho. Limpieza de dientes 180.000, con no sé qué y quedó dormido para siempre, entró en paro”

Otro participante agrega, “a mí ya me pasó aquí en la av. Suba. Llevé el perro caminando y 20 minutos después en bolsa negra, cuando lo llevé a una ecografía, lo sedaron, se les fue la mano en lo que le pusieron y se murió. La disculpa fue, él venía “malito” de hígado, etc.”

Replica uno más, “eso son los veterinarios de ahora, a punta del examen de una cosa y otra, ya da miedo llevarlos, porque con 500 mil no es suficiente”. Y una amiga responde, “tienes razón, todo es dinero…yo acabo de pagar 5 millones en cirugías de 2 perros”. Interviene otro vecino, “tú y yo podemos diferenciar el veterinario ético de hace 30 años, 20 años, al veterinario ávido de dinero de ahora, ¿sí o no? Es doloroso que se apoyen en los animalitos”

Refuerza la líder del grupo, Diana, “entre domicilios, consultas, medicamentos, exámenes, ecografías, pre quirúrgicos, cirugías y para rematar comida especial carísima… y lo entregan muerto. La anestesia la cobran de acuerdo con el peso del animal…y los míos son perros de 40 kilos. He sufrido mucho con la enfermedad de ellos y todo supuestamente fue por el concentrado, que además todos son una porquería, llevan cartón molido. Ya NO vuelvo a dar esa comida”.

Sigue el desahogo, con otra víctima que expresa: “a la perrita de Chucho, con cojera, le estaban cobrando cruce de ligamentos de rodillas $2 millones por cada rodilla, y el doctor mío que viene a casa le dio vitaminas y eso fue todo. Tengo mucha rabia con los veterinarios de ahora”.

De nuevo la líder: “en la época de antes los animales se alimentaban con comida casera. Esa porquería de concentrado es moda desde hace unos años. Miren esto, dicho por una médica veterinaria”. Video: la veterinaria muestra unas pepas secas, y se queja porque un carnívoro debe consumir eso. Estos alimentos concentrados a mediano o largo plazo deben producir problemas de salud, tal como si usted consumiera pepas con agua, porque le dicen que tienen componentes para la salud. Se queja de las técnicas de mercadeo que muestran fotos de un pollo y verduras frescas, lemas como “natural”, “hecho con carne de verdad” y la gente cae ante estos empaques super lindos. La alimentación natural, no restos de comida, es muy beneficiosa para perros y gatos y trae beneficios diversos, entre ellos digestibilidad, expresa.

Y las denuncias llegan de todo el país.

Cierra el intercambio de quejas y denuncias con el enlace que comparte un vecino, para que cuando alguno de nosotros note algo irregular, denuncie al veterinario correspondiente. Tranquilos, los que actúan dentro de la ética, no hay problema. Mejor que denuncien a quienes afectan el prestigio de la profesión. Aquí está: https://www.facebook.com/groups/denunciasveterinarias Uno de sus creadores justifica este espacio diciendo que se basa en las “crecientes quejas por altísimos precios y malos procedimientos por parte de ALGUNOS VETERINARIOS O CLÍNICAS VETERINARIAS… ya que NO EXISTE UN ENTE DE CONTROL Y VIGILANCIA QUE LOS REGULE…POR FAVOR ESTÉ SEGURO Y TENGA PRUEBAS DE LO QUE EXPONE AQUÍ, SI NO HAY PRUEBAS, ABSTÉNGASE DE DENUNCIAR”

Bien por esto. Sin embargo, debemos recordar que existe el Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y Zootecnia (Comvezcol), que hasta mediados de septiembre ya había impuesto 39 sanciones a sus médicos en lo que ha transcurrido del presente año, especialmente por violaciones a la Ley 576 de 2000, el Código de Ética para el ejercicio profesional de la medicina veterinaria y zootecnia. Con las debidas pruebas podemos escribir a comunicacion@consejoprofesionalmvz.gov.co, teléfonos 643 4135 – 226 6741.

DENUNCIEMOS, CONTROLEMOS

Todos tenemos derecho a progresar, los laboratorios veterinarios, los almacenes veterinarios, los médicos y clínicas veterinarias. De hecho, se evidencian grandes fortunas hechas gracias a nuestras mascotas y al trabajo honrado y considerado de empresarios y profesionales, pero también a costa de la salud de ellas y del bolsillo nuestro, cuando sufrimos de abusos. Con muy pocas excepciones debemos creer lo que dice el profesional veterinario y los vendedores de concentrados y medicinas, ¿cómo desatender a nuestra mascota, que normalmente es un hijo y compañero que no se queja por quejarse, y es ejemplo de fidelidad? Pero… El riesgo de la mala fe y el aprovechamiento indebido, pues nuestro amigo no puede decir si le van a extraer un diente bueno, le van a operar del ojo que le está funcionando bien, si el alimento o medicamentos que le están dando es dañino para su salud.

Urge, entre todos los que respetamos la vida animal y a nuestras mascotas, poner freno a todos los abusos que estamos soportando, elegantes maneras de maltrato animal y dineros malhabidos.

Denunciemos ante la Superintendencia de Industria y Comercio toda forma de publicidad engañosa de comidas y supuestas medicinas. Aquéllos productos que prometen lo mejor para nuestras mascotas a punta de fotos de falsos alimentos o vigorosos animalitos. https://www.sic.gov.co/denuncias-y-demandas-en-materia-de-proteccion-al-consumidor

Estamos en mora de crear una Superintendencia Nacional de Salud Animal, para reforzar la tarea del Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y Zootecnia, y vigilar supuestas y verdaderas clínicas y la real calidad de los medicamentos y “snacks”.

 (¿Qué contendrán, qué daños están causando?, ¿será cierto que el ICA y el INVIMA pueden cumplir a cabalidad sus funciones frente a alimentos y medicinas de mascotas?). Es fácil observar cantidades de tales alimentos y medicamentos importados que por ninguna parte llevan sello de ICA y de INVIMA.

El sesenta por ciento de nuestros hogares tienen mascotas. En Bogotá hay más de 900 mil perros, 10 por ciento de los cuales sin hogar. ¿Cuántos gatos, loros y otras especies?

Denunciemos y ojalá acabemos muy pronto con todos los negocios de compraventas de mascotas. Animalitos condenados al sol, la sed y el hambre que permanecen en vitrinas, hasta que llegue el mejor postor, que no el mejor padre o madre. Caninos que también sufren como auxiliares de guardianes. ¿Quién controla, protege y sanciona REALMENTE estos maltratos?

Qué bueno será cuando todos los profesionales del área cumplan con su Código de Ética (Ley 576 de 2000), y especialmente su artículo 14, que ordena: Los profesionales a quienes se les aplica la presente ley no exigirán exámenes, consultas o pruebas diagnósticas innecesarias, ni someterán al animal o poblaciones a tratamientos médicos, quirúrgicos o prácticas zootécnicas que no justifiquen su aplicación o que tengan como objetivo exclusivo el lucro personal, que atenten contra el bienestar social, el medio ambiente, la biodiversidad u otros que vayan contra la moral y honestidad profesionales debidas.  

Demostremos que realmente nos merecemos la calidad de humanos. Eso será el día en que no haya maltrato animal. Porque con frecuencia ellos nos dan muestras de ser mejores humanos.  

Adoptemos no compremos.

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