La cebolla y la patatas son elementos que combinan a las mil maravillas en numerosas recetas. Pero no pueden guardarse en el mismo lugar porque se estropean

La cebolla y la patatas son elementos que combinan a las mil maravillas en numerosas recetas. La tortilla de patatas es un clásico, aunque algunos se empeñen en abrir el debate de si la tortilla es mejor con o sin cebolla. Lo cierto es que la buena relación gastronómica de ambos productos no debe llevarse más allá de las sartenes y las ollas. La mayoría de las familias dedican un espacio de su cocina o despensa para guardar las patatas, las cebollas e, incluso los ajos. Lo que la mayoría no saben es que conservarlas de esa manera es uno de los mayores errores que pueden cometer porque provoca que se acorte la vida de los productos. Las patatas se pondrán blandas antes de tiempo y de ellas comenzarán a brotar raíces.

La culpa de que esto se produzca es del etileno, un gas que emiten las cebollas y que acelera el deterioro de la patata. El etileno es una hormona vegetal que se produce de forma natural en las plantas y actúa como un regulador del crecimiento, la maduración y la senescencia.

Además, otra de las razones que complican la convivencia de estos dos alimentos es que las cebollas también pueden transmitir humedad y olores a las patatas, lo que puede afectar su a calidad y sabor.

La tercera razón es la temperatura. Cada una necesita un margen de temperatura distinto para conservarse mejor.

Cómo conservar las patatas

Las patatas necesitan oscuridad y estar en un lugar seco. La temperatura ideal para su conservación oscila entre los 8 y los 15 grados. Si la temperatura está por encima, se acelerará el proceso de envejecimiento, la aparición de raíces y su reducción de tamaño. Otro aspecto a tener en cuenta es que es no pueden estar demasiado expuestas a la luz porque eso provoca la aparición de solanina, una sustancia tóxica muy probable que rápidamente broten, se ablanden y se encojan. Esta sustancia sólo puede eliminarse si se expone la patata a temperaturas superiores a los 170 grados, algo que sólo ocurre al freírlas o en el horno.

Las patatas necesitan respirar para evitar la formación de humedad. Lo ideal es conservarlas en una bolsa de tela oscura, de rejilla o en una caja de madera y recubrirla con un paño. Lo mejor es que no estén demasiado juntas y haya espacio entre ellas para que respiren. Cuando lleven un tiempo es importante vigilarlas porque cuando una patata se estropea hay que tirarla porque puede acabar estropeando al resto, además de generar un olor bastante molesto. Siguiendo estos consejos, la patata puede llegar a durar en buen estado hasta cuatro meses.

Cómo conservar las cebollas

En primer lugar, hay que saber que las cebollas que se cosechan en primavera y verano no suelen durar tanto como las que se obtienen en otoño, que pueden llegar a permanecer en buen estado durante todo el invierno. La variedad de cebolla también es importante, por ejemplo, las cebollas picantes contienen azufres (lo que te hace llorar) y ayuda a preservar la cebolla en invierno.

La cebolla no sólo estropea la cebolla, sino que estar cerca de ella también le perjudica porque absorbe su humedad y eso la daña. Necesitas una temperatura de entre 4 y 10 grados, por lo que la nevera puede ser una buena opción a pesar de que necesitan estar en un lugar seco y ventilado. Para que estén ventiladas es recomendable no usar bolsas de plástico y utilizar en su lugar una malla o red (como suelen estar en los supermercados), haciendo un nudo entre cada cebolla para evitar que absorban la humedad al estar en contacto unas con otras. Otra opción es guardarlas en una bolsa de papel (no llenarla más de la mitad) con agujeros pequeños.

En el caso de que decidamos guardar las cebollas en el frigorífico, e recomendable cubrir el cajón con papel de cocina y envolverlas con el mismo papel para evitar la humedad. No conviene amontonarlas ni deben estar en contacto unas con otras.

Cómo congelar las cebollas

Si no encuentras el lugar perfecto para conservar cebollas también se pueden congelar. Para ello, picamos la cebolla y la colocamos en una sola capa en una bandeja plana de plástico. Después la envolvemos con film transparente y la podemos congelar. Mejor guardar varias bolsas individuales que toda la cebolla en una.

También puede leer:

Please follow and like us:
Wordpress Social Share Plugin powered by Ultimatelysocial