Por Guillermo Romero Salamanca

Los excesos de comida y de alcohol traen sus consecuencias. Con motivo de estas festividades de fin y de comienzo de año, más de uno amanecerá “enguayabado” o con una resaca inolvidable.

Después de los llamados “osos” que se hacen por los altos consumos de bebidas alcohólicas, con bailes graciosos, palabras que nunca se debieron decir, chistes inapropiados y de pronto hasta golpes, vendrá el remordimiento y las fórmulas para remediar los males hechos. Además, las “gracias” saldrán en las redes sociales.

La palabra “guayabo” se usa en Colombia para designar al fuerte dolor de cabeza, malestar estomacal, sed y resequedad en el paladar, después de inolvidables estados de alicoramiento. En México se le conoce como la cruda, en Ecuador, ratón en Venezuela y chuchaqui en el Ecuador.

Los efectos comunes van desde la deshidratación, mal genio, la cefalea, fastidio por el volumen de la música o de luz, cansancio, mareos, vómito, náuseas, flatulencia, ojos enrojecidos, diarrea y hasta ruidos extraños en los oídos.

Los dominicanos recomiendan el uso de la miel por el contenido de potasio y de altos nivelas de fructuosa. Toman varias cucharaditas al levantarse y la dosis depende del estado de la maluquera.

Invitan a consumir bananos porque contienen antiácidos y potasio que ayudan a relajar los vasos sanguíneos y eliminando las náuseas. Este es uno de los mejores remedios caseros que además no solo nos ayuda a hacer frente a los dolores de cabeza y náuseas, sino que también sustituyen a fructosa y potasio perdidos.

Los cubanos aseguran que tomar agua de coco es un remedio perfecto porque rehidrata de primera medida y no contiene calorías.

Dicen también que el jugo de limón con miel es popular por tener propiedades laxantes, fundamentales en el proceso de recuperación y la prevención de las consecuencias del alcohol.

En Colombia, muchos borrachitos consumen bastante agua o bebidas refrescantes. Se preparan las llamadas “bombas” que contienen dos pastillas de Alka Seltzer, una pisca de sal, limón, en una soda o Bretaña.

En Puerto Rico remedian el mal con chocolate. Derriten varios cuadros de esta golosina en agua de coco y la consumen a la mayor brevedad posible.

Es preciso darle algo de comida al estómago. Los comestibles no absorben el alcohol, pero sí acrecientan el metabolismo, impulsan la absorción del licor y acrecientan la velocidad con la que el cuerpo procesa las bebidas de alicoramiento. En regiones como Santander y Boyacá en Colombia, combaten esta dolencia con un caldo de costilla de res, que contiene grasa, sal, cebolla y unas cuantas papas sabaneras.

En otros departamentos buscan una buena carne asada, con picante y un consomé caliente.

En Antioquia el remedio consiste en un caldo de huevo y unas cuantas arepas.

Lo recomendable, dicen en México es dormir una buena siesta y al levantarse consumir abundante comida con buena sal y de paso, tomarse una cerveza fría sirven para aliviar la resaca.

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