Working with laptop. Group of young freelancers in the office have conversation and smiling.
Por Daniel Felipe Castillo y Óscar Alejandro Játiva. Tutor: Hernán Alejandro Olano Leiva.
A lo largo de la historia, las organizaciones se han enfrentado a retos constantes relacionados con la modernización, la tecnología y las nuevas formas de gestionar el trabajo. En este contexto, la psicología organizacional ha tenido un papel fundamental al facilitar la incorporación de modelos administrativos actualizados y al acompañar la transformación de las dinámicas laborales.
Como señala Gómez Vélez (2016), el psicólogo organizacional contribuye a comprender y transformar el comportamiento en el trabajo a través de funciones como la selección, la socialización, la gestión de la cultura y la evaluación del desempeño. Estas funciones se han ido actualizando a partir de las reformas laborales y de las necesidades propias de las organizaciones, lo que implica diseñar y validar procesos de selección, implementar programas de formación y desarrollo, diagnosticar la cultura y el clima organizacional y gestionar métricas de talento.
En el contexto colombiano, el psicólogo también cumple un papel como agente ético, capaz de diseñar salvaguardas y prevenir transgresiones como la discriminación, los sesgos en selección o el uso indebido de datos sensibles. Esto supone la creación de protocolos éticos que garanticen la protección de derechos y la aplicación normativa en las organizaciones (Ortiz et al., 2023). Igualmente, como sostienen Prieto et al. (2022), el psicólogo organizacional debe actuar como diseñador de entornos que energizan (mediante recursos laborales, liderazgo y diseño del trabajo) y como curador de talento (favoreciendo el ajuste persona-organización).
No obstante, las funciones del psicólogo organizacional se encuentran atravesadas por distintos retos y brechas. Uno de ellos consiste en la transición desde culturas jerárquicas hacia culturas más ágiles y flexibles.
En este sentido, el psicólogo se convierte en un arquitecto de la cultura organizacional, evaluando valores y prácticas que promuevan la innovación y mejoren los resultados empresariales. Como señala Valencia et al., (2016): “La cultura adhocrática basada en flexibilidad y creatividad potencia la innovación y genera beneficios en el desempeño organizacional”. Sin embargo, alcanzar esta transición cultural exige también cambios en el estilo de liderazgo, lo cual no siempre encuentra apertura en las empresas.
Otro reto fundamental se relaciona con las presiones económicas y laborales. En muchas ocasiones, las organizaciones toman atajos que comprometen la rigurosidad de los procesos psicológicos, como el uso de pruebas no validadas o prácticas poco éticas, lo que afecta directamente la calidad de los resultados y la confiabilidad de la gestión de talento humano.
Desde mi postura crítica, considero que el mayor desafío para el psicólogo organizacional en Colombia es la transición hacia modelos de gestión humanistas. Este cambio requiere superar resistencias culturales y limitaciones económicas, ya que muchos procesos de transformación implican inversiones que no todas las organizaciones están dispuestas a asumir. No obstante, incorporar estrategias graduales y sostenibles puede permitir que la transición sea más viable. Un enfoque humanista y ético, que priorice el bienestar laboral y familiar de los colaboradores,
favorece no solo la calidad de vida de las personas, sino también el aumento de la productividad y la mejora de los procesos organizacionales.
En conclusión, el rol del psicólogo organizacional en Colombia debe ir más allá de la gestión administrativa: implica actuar como estratega del bienestar, agente ético y facilitador del cambio cultural, siempre con una mirada crítica que busque equilibrar los intereses de la organización con los derechos y necesidades de los trabajadores.
Referencias:
Gómez Vélez, M. A. (2016). Sobre la psicología organizacional y del trabajo en Colombia. Revista Colombiana de Ciencias Sociales, 7(2), 458–475. https://revistas.ucatolicaluisamigo.edu.co/index.php/RCCS/article/view/1438
Moncayo-Ortiz, J. C., Herrera-Rincón, L., & Pérez-Pedraza, A. (2023). Revisión sistemática sobre la ética de las organizaciones y del rol del psicólogo organizacional. Investigación & Desarrollo, 31(2), 114–133. https://revistas.uptc.edu.co/index.php/investigacion_duitama/article/view/16067
Naranjo-Valencia, J. C., Jiménez-Jiménez, D., & Sanz-Valle, R. (2016). Estudiando el vínculo entre cultura organizacional, innovación y desempeño en empresas españolas. Revista Latinoamericana de Psicología, 48(1), 30–41. https://doi.org/10.1016/j.rlp.2015.09.009
Prieto-Díez, M., Bermejo-Toro, L., & Prieto-Ursúa, M. (2022). El compromiso laboral: ¿Atributo organizacional o rasgo de personalidad? Revista de Psicología del Trabajo y de las
Organizaciones, 38(1), 1–10 https://www.redalyc.org/journal/2313/231374091002
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