Por Esteban Jaramillo Osorio.

En James Lo peor de su futbol, porqué lo bueno lo escondió. Lo mejor de su vida… porqué es padre por segunda vez.

Se ve relajado y en zona confort.

¿Porqué no triunfa en Real Madrid? ¿Porqué el rechazo? ¿Porqué su vida es turbia en los medios españoles, que lo despellejan para ganar sintonía, tantas veces faltando a la verdad?

En franco deterioro se ve el 10. Con desperdicio a su calidad, postergada su consagración. Lo curioso es que en él ni fiestas desenfrenadas, ni discursos incendiarios, ni desplantes, ni parrandas sin control.

Pero ignorado en la alineación. Sus lesiones no son físicas. Es la Falta de compromiso, la desatención a los entrenamientos, la indisciplina de club.

Parece un aburguesado feliz.

¿Quien se roba su futbol?  ¿Será él mismo?

Muchas sonrisas, guiños de ojo, fina coquetería con Shannon de Lima, su pareja, autos lujosos, mansiones, avión privado, vientre alquilado y padre comprometido. Cualquier mortal gritaría felicidad y satisfacción.

Pero, en su caso, poco o nada de sus fantásticas gambetas, de sus pases a gol, o de sus celebraciones aplaudidas.

James es celebridad. No es futbolista. Por lo menos en estos días de juego insustancioso, evadiendo partidos, postergando el éxito.

Por fortuna para él, esta la selección que lo redime, porqué el pueblo lo ama cuando entra en contacto con el balón.

Sus hinchas lo quieren ver gambeteando, goleando, ganando, dominando su presente como héroe de estadios.

Nunca es tarde.

James no ha podido con Zidane, ni con Real Madrid. En contraste, en los mercados, siempre es pieza apetecida. Donde vaya deberá entender, que el saboteador no es el “calvo maldito”, sino la falta de identidad con su juego. …James, el ídolo, no es el de hoy; es el que yo quiero ver,  hecho un crack.

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