Por Rubén Darío Arcila –Rubencho.
Ahí sigue la mirada de rondador nocturno del gran escalador colombiano en cabeza del lote a solo 33” del líder de la Vuelta a España; le duelen las piernas, y el corazón, respondiendo a todos los ataques: Yates, Pinot, López, columnistas, comentaristas de fútbol, periodistas españoles: todos quieren verlo por debajo de Valverde. Intentan ponerle palos en la rueda al pobre Nairo porque no engrasa los ejes y ahora “lo llaman abandonao”.
De felino aletargado, pero dispuesto, se transformará en cualquier momento en una fiera que no soltará a su presa hasta depositarla –con mimo– en la oscuridad de alguna madriguera alpina.
Conviene conservar la calma hasta el penúltimo día, sábado 15, en el alto de La Gallina, pico donde solo las águilas se atreven…o un aguilucho de 24 años como Superman López. Nairo no es ave de corto vuelo y esa mañana todos estaremos sentados frente al televisor con la esperanza de que el boyacense nos pasaporte a la gloria como tiene acostumbrados a sus seguidores.
Es demasiado aburrido seguir y seguir la crítica. Andar y andar los caminos con una jauría de “especialistas” ladrando a tus espaldas. Caníbales que te quieren devorar: “no le como “carreta” a Nairo”- no le creo-, aúlla por ahí un veterano hombre de radio.
Nairo: no debes entrar en pánico. Si la amenaza es Superman, Keep Calm and Call Batman. Después de la CRI podrás quedar un poco más lejos en la general, pero aún con pólvora para hacer sonar carretas y cascabeles como nos gusta, en las etapas de Andorra; si el enemigo es cierto periodismo, nunca los vas a “engrasar”.
