Por Guillermo Romero Salamanca

En su visita a Bogotá, el expresidente estadounidense Barack Obama manifestó que la inversión en educación en América Latina es muy baja, lo que hace que no se capacite a los estudiantes para los trabajos del futuro.

Joan Clos, exministro de Industria de España, alcalde de Barcelona entre 1997 y 2006, director ejecutivo de ONU-Hábitat afirmó esta semana que los países latinos deben avanzar en la industrialización y en los servicios porque la base de la construcción de la sociedad moderna es la educación.

La enseñanza va más allá de dar un dictado de fechas o de seguir un manual que propone el Ministerio de Educación. Es necesario ingresar a temas como la neuroeducación y el homeschooling, es decir el aprendizaje en la misma casa, con padres como primeros instructores.

Cristhian J. Díaz M, director de la Maestría en Docencia de la Universidad de La Salle, entidad con más de 300 años de experiencia en el tema educativo y compilador del decálogo del buen profesor, señala que se debe formar empresarios y emprendedores que se sientan realizados en los que hacen y que participen en el desarrollo del país.

–¿Cuál es la ventaja central de la neuroeducación?

–La neuroeducación nos está llevando a descubrir que la enseñanza de contenidos es arcaica por sí misma, si no se combina y dinamiza a partir de procesos de cognición y metacognición que aprovechen la plasticidad del cerebro para la generación de aprendizajes pertinentes que permitan a los estudiantes asociar conceptos y crear nuevas ideas.

–¿Cuáles son los países líderes en educación virtual y homeschooling?

–La modalidad de educación virtual en programas de educación superior se desarrolla con fuerza en países como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, y Australia. A su vez, en América Latina la oferta de educación virtual crece de forma sostenida. Por otra parte, las estrategias del sistema de enseñanza en casa o en el hogar, denominado homeschooling tiene acogida y desarrollos importantes en Estados Unidos y Canadá. Es innegable que buena parte de los avances en tecnología y comunicación han entrado al mundo educativo para transformarlo.

–¿Cuál es el reto en materia de innovación para los docentes?

–Necesitamos darle cabida en las aulas para comprender totalmente la educación. Sin innovación, estamos condenados a mantenernos siempre en el mismo punto. Con innovación nos proyectamos a responder a nuevas demandas, a crear más conocimiento apropiado, a formar nuevos sujetos y por supuesto a construir sociedades capaces de pensar su futuro.

Hermano Cristhian Díaz, director de la Maestría en Docencia de la Universidad de La Salle. Foto Universidad La Salle.

–¿Cuál es el rol de la creatividad en este tema?

–Es un requisito de la innovación. Se requiere de creatividad para hacer innovación, pero no se llega al nivel de ser creativo sin desarrollar la capacidad de innovación. Es necesario que se fomenten y activen procesos creativos y de innovación en la escuela al nivel de las prácticas pedagógicas de los docentes y de los aprendizajes de los estudiantes.

–¿Cómo entender en cifras el reto de los docentes a nivel mundial?

–Silvia Montoya, directora del Instituto de Estadística de la Unesco, ha señalado en el año 2018 que existe una “crisis educativa que mantiene a 617 millones de niños y adolescentes en la incapacidad de leer una frase sencilla o realizar un cálculo aritmético básico”. Esta cifra señala con claridad que en lo referente al cumplimiento del ODS 4 (Objetivo de Desarrollo Sostenible) planteado a nivel mundial para superar los índices de precaridad educativa global, aún estamos lejos de alcanzar la meta.

–¿Hacia donde dirigir la mirada para encontrar modelos exitosos en el mundo?

–Hay 5 países adelantados en esta materia. Finlandia con un excelente sistema educativo basado en la equidad y no en la competencia, dotado de una rigurosa preparación de los docentes, una gran flexibilidad curricular y con un constante mejoramiento de prácticas desde el concepto de responsabilidad colectiva.

Japón donde se enseñan maneras, disciplina, y alto rendimiento académico como aspectos esenciales de la vida estudiantil.

Korea del Sur con acceso, calidad, y enseñanza de habilidades para el desarrollo tecnológico y el emprendimiento.

Singapur donde promueven una cultura del cambio, la adaptación, y la innovación orientada hacia la productividad y el pensamiento científico.

Panorama de la región

Hace unos meses comenzó a circular el informe “Aprender es más. Hacer realidad el derecho a la educación en América Latina” (2018) de la Fundación SURA y REDUCA -Red Latinoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil por la Educación-, cuyo propósito es reportar la situación de la educación en América Latina.

Este estudio confirma el rezago existente en materia de cobertura en los primeros niveles de educación (4 a 5 años de edad) y los bajos niveles de calidad educativa en la región. Esta realidad está asociada a problemas de inequidad, pobreza y exclusión. De hecho, según la Unesco en la región hay 186 millones de pobres, cifra preocupante no solo en términos económicos sino también educativos y sociales. 

Este informe, así como Obama y Clos, también menciona la necesidad de mejorar la inversión y señala que por ejemplo Chile (país con los mejores indicadores) invierte 21.7% de su gasto público en educación, mientras Colombia solo invierte 3.5%.

Según la Unesco, “aumentar los años de escolarización entre los adultos (las personas de 15 años o más edad) en dos años ayudaría a sacar de la pobreza a casi 60 millones de personas. Alcanzar la universalización de la enseñanza primaria y secundaria en la población adulta ayudaría a sacar a más de 420 millones de personas de la pobreza”.

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