La Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo, ANATO, manifestó su preocupación frente al anuncio del incremento del salario mínimo para 2026, al considerar que su magnitud genera efectos negativos que trascienden el ámbito laboral y afectan de manera directa la sostenibilidad de sectores estratégicos como el turismo receptivo.

Si bien la protección del poder adquisitivo de los trabajadores es un objetivo legítimo, un aumento cercano al 23% supera ampliamente los escenarios técnicos previstos por el sector, que se ubicaban entre el 8% y el 12%, rompiendo cualquier marco razonable de planeación financiera empresarial.

Para el turismo receptivo, este ajuste tiene un impacto particularmente delicado por tres razones principales. En primer lugar, la ruptura de la planeación contractual, ya que el sector opera con ciclos largos: tarifas, reservas y contratos con mayoristas internacionales para 2026 fueron cerrados bajo proyecciones macroeconómicas distintas, lo que hoy desestructura costos ya comprometidos.

Paula Cortés Calle, presidente ejecutiva de Anato.

En segundo lugar, se configura un doble choque económico. Al incremento abrupto de los costos laborales se suma un tipo de cambio cercano a los $3.700, que reduce el valor real de los ingresos en dólares. Las empresas exportadoras de turismo, especialmente las DMC, enfrentan así una presión simultánea sobre sus costos y su rentabilidad, perdiendo competitividad frente a otros destinos de la región y poniendo en riesgo el posicionamiento internacional que Colombia ha venido construyendo.

Finalmente, ANATO advierte sobre los efectos macroeconómicos adversos de una medida de esta magnitud. Un aumento desconectado de la productividad puede generar nuevas presiones inflacionarias y encarecer la contratación formal, incentivando el desempleo y empujando a las pequeñas y medianas empresas hacia la informalidad.

“El turismo es un sector intensivo en empleo formal y encadenamientos productivos. Las decisiones en materia salarial deben basarse en datos técnicos, productividad y realidades de mercado, no en impulsos que terminan debilitando el tejido empresarial que sostiene el empleo y la competitividad del país”, señaló la Presidente de Anato Paula Cortés Calle 

ANATO reiteró su llamado a que las políticas económicas se construyan con diálogo, análisis técnico y visión de largo plazo, garantizando la sostenibilidad empresarial y la protección real del empleo en Colombia.

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