Si usted tiene dolor, inflamación y rigidez en las articulaciones, en especial cuando las mueve, es posible que padezca artrosis, también llamada osteoartritis, una enfermedad degenerativa que se produce cuando el cartílago que recubre las articulaciones se desgasta. No es una enfermedad menor. Según la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI) la artrosis es la patología articular más prevalente y grave: es una de las diez enfermedades más discapacitantes y una de las que contribuye en mayor porcentaje al total de años que una persona vive con una discapacidad.

A nivel mundial, datos de la OMS establecen que al menos un 10 % de los hombres y un 18 % de las mujeres sufren artrosis sintomática. En Colombia, se calcula que la padece un 10,81 % de la población. Puede afectar a cualquier articulación, pero la mayor prevalencia se da en rodillas (14 % de los casos), manos (7 %) cadera (4 %) y columna, tanto cervical como lumbar. Aunque es más frecuente en personas mayores de 60 años, el Dr. Jorge Quintero Ortiz, ortopedista y traumatólogo del Centro Médico Coomeva Medicina Prepagada de Cali y especialista en cirugía de hombro y rodilla, advierte que es una enfermedad multifactorial que puede presentarse en edades más jóvenes.

“Además de la edad o la genética, factores como el estrés en la articulación por actividades deportivas o laborales repetitivas con sobrecarga articular, lesiones articulares previas o un estilo de vida poco saludable, sedentarismo, obesidad, tabaquismo o exceso de alcohol… pueden desencadenar artrosis en personas menores de 40 o hasta de 30 años”. Por su parte, la Arthritis Foundation estima que en 2025 habrá un aumento del 16 % de pacientes con este tipo de enfermedad.

Impacto en la productividad laboral

Como enfermedad laboral, la artrosis está tipificada en el decreto 1477 de 2014, dentro de otras lesiones osteomusculares y ligamentosas que aluden a aquellas ocasionadas por trabajos que requieren sobreesfuerzo físico, movimientos repetitivos o posiciones forzadas. Un estudio realizado en trabajadores informales de Medellín advirtió que la prevalencia era mayor en personas sedentarias u obesas mayores de 45 años y de sexo femenino que llevaban entre 21 y 30 años en su oficio, y laboraban más de 8 horas diarias en espacios reducidos o trabajaban con movimientos forzados o con mala higiene postural.

Prevención y tratamiento

Aunque la artrosis es una enfermedad crónica, la propia OMS recuerda que no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Llevar una vida activa, mantener un peso saludable, higiene postural y una dieta balanceada, son las mejores estrategias para proteger no solo las articulaciones, sino nuestra salud en general. Para evitar o reducir los síntomas de la artrosis, el especialista en traumatología de Coomeva Medicina Prepagada recomienda:

  • Ejercicio de bajo impacto: Caminar a buen ritmo, hacer bicicleta sin resistencia o nadar son excelentes ejercicios para aumentar la resistencia y fortalecer los músculos alrededor de la articulación afectada para que sea más estable. Otras alternativas son el taichi y el yoga.
  • Terapias de frío-calor: Una técnica costo efectiva con buenos resultados. El calor, en especial el calor húmedo, ayuda a los músculos a relajarse y alivia el dolor. Por su parte, el frío ayuda a aliviar los dolores musculares y a disminuir los espasmos.
  • Condroprotectores: Tomar suplementos dietéticos como colágeno, magnesio, glucosamina… ayuda a mejorar la hidratación y nutrición del cartílago protegiendo las articulaciones. El especialista establecerá qué suplemento es mejor en cada caso y cómo debe administrarse.
  • Inflitraciones: Las inyecciones directas en la articulación controlan los síntomas al lubricar y disminuir la respuesta inflamatoria secundaria a la osteoartrosis. Se emplean antiinflamatorios esteroideos, ácido hialurónico y, más recientemente, el plasma rico en plaquetas. Sin embargo, su efecto es temporal y de mantenimiento, por lo que deben administrarse cada cierto tiempo, según el criterio del especialista.
  • Cirugía de preservación articular: Procedimientos ortopédicos que se realizan para reparar y preservar una articulación deteriorada que causa dolor. En pacientes jóvenes y activos, se usan los injertos osteocartilaginosos, con el fin de prolongar la vida de la articulación.
  • Reemplazo de la articulación: En edades avanzadas y cuando el dolor es muy incapacitante, el reemplazo de cadera o rodilla tienen excelentes resultados para devolver la calidad de vida al paciente.

Desde su práctica como especialista en ortopedia y traumatología, el Dr. Quintero recuerda que no se trata solo de una enfermedad física, sino que también tiene implicaciones en la salud mental: uno de cada cuatro pacientes de artrosis sufre episodios de ansiedad o depresión. Esto es debido a que el dolor y la deformidad limitan la funcionalidad de la articulación, lo que conlleva una vida más dependiente y el deterioro en las relaciones interpersonales y laborales. “Lo mejor es consultar al médico ante cualquier molestia. Un tratamiento oportuno puede ganar años de sobrevida articular y una vida más plena”, asevera el Dr. Quintero.

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