Por Édgard Hozzman

A comienzos de los años cincuenta, aún se escuchaba el eco de los aplausos para los ídolos de los decenios anteriores como Bing Crosby, Frank Sinatra, Dean Martin. Eco que fue ahogado, por la juventud que comenzó a habitar la segunda mitad del siglo XX,  con la llegada al acto de la escena musical de Elvis Presley, el héroe del Rock and Roll.

Este fue el punto de partida para el cambio de lo establecido. La música popular fue desde ese momento el antes y el después de Elvis.

El Rock and Roll y la Balada Rock, tienen el mismo origen, Rhytm and Blues y Country, sentimiento y ritmo negro, lírica y orquestación blanca, amalgama perfecta para la fórmula romántica del ritmo que con su dinámica revolucionó la segunda mitad del siglo XX. Al que identificó el Rock and Roll.

México y Cuba, por su vecindad con la Unión Americana, fueron los primeros países hispanoamericanos en aceptar y popularizar el nuevo sonido del rock and roll y la balada rock. En 1958 se realizaron las primeras grabaciones en español con versiones de los éxitos que copaban los listados de popularidad en Los EE.UU. Sin tener la misma calidad de los originales, lograron su objetivo la aceptación inmediata del público hispanoamericano. Un año más tarde, Argentina y Brasil entrarían en la onda rockera con versiones al español y al portugués de los grandes hits del Top Ten americano.

Los cuartetos y quintetos de rock and roll que surgieron a lo largo y ancho de las américas, como discípulos de “Bill Haley and his Comets”, no solo fueron los promotores del nuevo y contagioso ritmo del Rock and Roll, sino también de la balada rock.

De estas agrupaciones salieron los grandes ídolos de la Balada en español: Enrique Guzmán, de “Los Teen Tops”, Cesar Costa de “Las Camisas negras”, Estela Raval de” Los Cinco Latinos”, Roberto y Erasmo Carlos (ningún parentesco) de “Los Sptniks”.

A comienzos del decenio de los sesenta, la balada en español, más que el rock and roll se había tomado a toda Iberoamérica. Argentina y México eran los líderes en producciones discográficas. México realizaba trabajos de gran calidad en producción, dirección y orquestación, gracias a los arreglos de excelentes maestros y conductores orquestales de Eduardo Magallanes, Chucho Ferrer, Chuck Anderson, Pablo Beltrán Ruiz, entre otros grandes de la música mexicana. Óscar Cardoso, Jorge Calandrelli, arreglistas y productores argentinos.

Pero quienes lograron el nexo perfecto entre el bolero, el folclore argentino y la balada fueron Armando Manzanero, Los Hermanos Rigual, Bobby Capó y Palito Ortega. Ellos le dieron el toque latino al sonido anglosajón a comienzos del decenio del sesenta, lo que le dio identidad a la balada en español.

El Club del Clan argentino fue el gran semillero de cantantes y compositores del cono sur del continente con Palito Ortega y Violeta Rivas a la cabeza. De este movimiento musical que se conoció como La Nueva Ola, catapultó a la popularidad a Raúl Lavie, Lalo France, Rocky Pontoni, Jhonny Tedesco, Los TNT, entre otros grandes ídolos de los años sesenta.

A Colombia llegaron estas dos corrientes musicales a comienzos del decenio de los sesenta, encontrando una buena recepción y difusión en la frecuencia pionera de la Nueva Ola, Emisora MIL XX, la que gracias a su novedosa programación juvenil 100%, se constituyó en el mayor fenómeno de sintonía en los años sesenta. Fue la escuela de excelentes Disjokeys, Gonzalo Ayala, Jaime Martínez, Julio Nieto Bernal, entre otros. Mil XX, fue el gran acierto de Carlos Pinzón su director y gestor, quien también fundó Radio 15.

Quien patrocinó y promovió el rock and roll en Colombia fue el Maestro Carlos Pinzón Moncaleano, periodista locutor y productor de radio y televisión. Gracias a este mecenas nacieron “Los Danger” y “Los Dinámicos”, agrupaciones pioneras del Rock nacional.

Los dos primeros baladistas nacionales fueron Guillermo Valderrama “Pipo” y Humberto Plazas.

Después de Carlos Pinzón, llegaría Estudio 15, espacio de Radio 15 desde donde el disjokey, Alfonso Lizarazo, lanzó a Harold, “Los Ampex”, “Los Flipper”, Lyda Zamora, Álex González, Kenny Pacheco y el gran ídolo de la nueva ola colombiana, Óscar Golden qepd.

La versión colombiana del Club del Clan, copia del original argentino fue otro semillero de grandes cantantes y artistas como Jairo Alonso, Hernando “El culebro” Casanova, Gladys Caldas, Dino, Mari Luz, Vicky, la estrella de este programa gracias a su talento como cantautora, Emilse, la mejor voz femenina del Club de Clan, Billy Pontoni.

Este elenco lo promovió y lanzó el periodista Guillermo Hinestroza, director y creador de la versión colombiana del Club Clan.

Jaime Arturo Guerra Madrigal fue el mejor productor discográfico y director artístico que ha tenido  Colombia. Director de La estrella de Plata Philips, espacio del que salieron grandes artistas y compositores, Eduardo Cabas, Claudia Osuna, Silva y Villalba y la voz más bella del sonido romántico contemporáneo el baladista, Jesús David Quintana.

Con el decenio de los setenta llegó la segunda conquista española a este lado del Atlántico, la musical. Con la liberación de la dictadura del generalísimo Franco, España  le tomó el paso al ritmo vertiginoso que estaba animando el mundo. Con Raphael, Masiel, Serrat, Marisol, Rocío Durcal, “Los Brincos” y “Los Bravos”, este país comenzó a tener figuración en los listados del mundo, desplazando a México y Argentina en la producción de artistas y éxitos.

A mediados del decenio de los setenta, los grandes ídolos del sonido romántico, la Balada en español, eran españoles, con Raphael, Nino Bravo, Julio Iglesias y Paloma San Basilio a la cabeza, además de Juan & Junior, Miguel Gallardo, Camilo VI, Juan Pardo, Janeth, entre muchos más.

Quien apoyó, promocionó y lanzó el sonido hispano fue el disjokey, Gonzalo Ayala, director de Radio Tequendama del Circuito Todelar.