Por Guillermo Romero Salamanca

El hombre más feliz de Antioquia es un llorón de tiempo completo.

Hernán Darío Usquiano es promotor, vendedor, libretista, director, animador, conversador, charlatán, hombre de mil anécdotas, risas y carcajadas por sus recuerdos, presentador desde hace 10 años “La Viejoteca”, programa insigne de TeleMedellín.

Pero llora como un niño chiquito.

Él no saluda con el consabido “buenos días”, sino con la frase: “Hombe, cómo te parece que…” y ahí no termina hasta narrar una historia que puede ser de alegría, dolor, pena, tristeza, acompañada con nombres, sitios, fechas y hasta con el color de la camisa.

Lo he visto llorar muchas veces.

En la ceremonia de los 25 años de TeleMedellín.

Desde cuando observa a los niños desprotegidos, a los menos indefensos, hasta cuando pierde su equipo de fútbol, recuerda una de sus historias o por el fallecimiento el 28 de agosto del 2014 de  Álvaro Velásquez, el compositor de “El Preso”, salsa insigne de Colombia. Los dos tenían una amistad que iba desde caminar por las calles céntricas de Medellín, tomar café en cualquiera de los tinteaderos del centro, contar chistes, burlarse del que pasaba o del amigo, risas y más risas.

Esa pareja se gozó la vida. Sonreían, no le hacían mal a nadie, cantaban, escribían canciones que nunca salieron en medios de comunicación y hasta libaron del néctar de Icor.

El 26 de julio de este 2022 fue otra fecha para llorar. Ese fatídico día fallecieron dos grandes personalidades de la música colombiana: Juancho Vargas y Darío Gómez Zapata. Fueron muy amigos de Hernán Darío Usquiano, quien ese día no paraba su producción lagrimal y decía a cada instante: “no puede ser, no puede ser, qué pesar, qué pesar, qué pesar”.

Pero fue un año muy positivo para Hernán.

–Venga le cuento, Guillermo: “Este año recibí un reconocimiento de TeleMedellín por los 10 años del programa durante la celebración de los 25 años del canal. Eso fue muy emotivo. Además, el programa lo están transmitiendo en Iberoamericana de Televisión en España y de otras partes lo están solicitando. Es algo muy especial para mi vida”, dijo brevemente.

Y ha sido un esfuerzo grande mantener el programa. Recuerda aquellos aciagos días de pandemia: “En el canal permitieron que, desde los estudios de agrupaciones como Alquimia, Los 50 de Joselito, Carolina la O, grabaran especiales para el programa, porque no podíamos tener personas en estudio, no había vacuna, había demasiado temor, luego, a medida que nos fuimos vacunando, la situación se hizo más posible para que asistieran algunas personas y ahora estamos en casi la totalidad de la normalidad”, agrega.

–¿Orquesta del año revelación?

–Venga le cuento, Guillermo: “Este año salió una orquesta femenina, con 14 talentosas damas. Es una agrupación que tiene ritmo, sabor y belleza y, además, tienen amplio repertorio tropical, de merengue, salsa. La directora es Alejandra Villada Ochoa. Es algo digno de mostrar a nivel nacional e internacional”, relata como en los viejos tiempos de promotor de Discos Victoria, Discos Fuentes, Codiscos, Sonolux o Antioqueña de Música.

“Medellín es una ciudad que capitalizó la industria discográfica. Si bien el comercio y la industria surgió con sellos como Discos Fuentes, Ondina, Silver, Metrópolis, Sonolux, Codiscos, Antioqueña de Discos, la llegada de talento de músicos de la costa Atlántica y Pacífica, de los Santanderes, de Bogotá y de la propia Antioquia hicieron una mixtura única que redundó en la creación de grupos, orquestas, conjuntos y voces. De ahí que sobresalió en el rock y ahora con la música urbana. Todo eso nos ayuda a tener vigente a La Viejoteca”, explica.

Decenas de personas cada semana buscan las boletas para ingresar a las grabaciones. Para muchas de ellas es una grata recordación de aquellas festividades de los años sesenta, setenta y ochenta, para otros, es conocer al nuevo talento musical de Colombia.

El programa lo siguen vía internet miles de personas en el mundo entero que envían sus mensajes al canal y al propio Hernán Darío.

Hernán, gran promotor, persona de invaluable humanidad, grato, ameno, recoge a diario los aplausos de su público, de sus amigos y familiares.

Antes de terminar cada programa de su “Viejoteca” los sábados a las 9 de la noche por TeleMedellín, grita: «Ustedes no saben, no se les pasa por la mente ¡cuánto los quiero, carajo!”.

Y sale al camerino a llorar por otro programa emitido y a pensar por el que viene, por tantos recuerdos que tiene y por los reconocimientos que le hacen a diario.

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