El uso seguro de los medicamentos comienza mucho antes de tomarlos, inicia con la lectura detallada del empaque. Un gesto que parece sencillo, pero que, según expertos, puede prevenir desde reacciones adversas graves hasta errores que pongan en riesgo la vida del paciente.

A nivel mundial, el costo asociado a los errores de medicación se ha estimado en USD $42.000 millones anuales, según la OMS. Muchos de estos incidentes están relacionados con una lectura inadecuada o la interpretación incorrecta de la información contenida en el empaque del medicamento, lo que puede derivar en sobredosis, interacciones peligrosas o el uso de fármacos contraindicados para ciertas condiciones de salud.

Elementos clave a tener en cuenta:

●        Verificar que el nombre y la concentración coincidan con lo prescrito por el profesional de la salud.

●        La fecha de vencimiento y número de lote son fundamentales para confirmar que el producto es seguro y auténtico.

●        Identificar el principio activo y los excipientes, ya que es relevante para personas con alergias a sustancias como lactosa, gluten o ciertos colorantes.

●        Para el caso de los medicamentos de venta libre, revisar las advertencias y contraindicaciones, ya que, existen restricciones de uso para personas que tienen alteraciones de salud o se encuentran en momentos especiales de la vida, como el embarazo.

●        Tener en cuenta las condiciones de almacenamiento como luz, temperatura y humedad, ya que pueden afectar la eficacia del medicamento.

“Cada detalle en el empaque está allí para proteger la salud del paciente. Leerlo con atención es una medida preventiva que puede marcar la diferencia entre un tratamiento seguro y una urgencia médica. La seguridad en el uso de medicamentos es una responsabilidad compartida entre laboratorios, profesionales de la salud y pacientes.”, afirmó la doctora Alexandra Vega, gerente Médica y de Farmacovigilancia de Genfar.

Errores que se pueden prevenir

Adquirir un medicamento de venta libre sin leer la etiqueta puede tener consecuencias graves, ya que, por ejemplo, una persona hipertensa que consuma un producto contraindicado podría sufrir una crisis hipertensiva o un evento cardiovascular. De igual forma, una confusión en la concentración o en la posología puede derivar en sobredosis o tratamientos ineficaces.

Mantener los medicamentos en su empaque original es clave para evitar confusiones, garantizar su identificación y protegerlos de factores externos. Lugares como el baño o el interior del vehículo no son adecuados debido a la humedad y las altas temperaturas que pueden superar los 30 °C. Además, los medicamentos vencidos deben desecharse únicamente en puntos autorizados de recolección, nunca en la basura o el inodoro.

Avances desde la industria farmacéutica

Genfar ha incorporado mejoras para facilitar la comprensión y minimizar los riesgos:

●        Colores diferenciados por especialidad terapéutica y por concentración.

●        Tipografía más grande y clara para mejorar la legibilidad.

●        Estrategia de tall man letering, con mayúsculas y minúsculas alternadas, ayuda a  evitar confusiones entre medicamentos con nombres o presentaciones similares.

“Todas nuestras cajas tienen una clasificación por color según la clase terapéutica y colores diferentes por concentración, de esta manera los pacientes, dependientes y demás personas en la cadena de distribución de fármacos puedan identificar con mayor facilidad que el medicamento que aparece en la fórmula es el mismo que están entregando al usuario. Así mismo, nuestros nuevos empaques incluyen el sistema de tallman lettering, una práctica que emplea alternancia de  letra mayúsculas y minusculas para poder distinguir aquellos fármacos que tienen nombres similares”, finalizó la doctora Vega.

Antes de tomar cualquier medicamento, se recomienda leer cuidadosamente la etiqueta, revisar las advertencias y, en caso de dudas, consultar siempre con un médico o farmacéutico, ya que un minuto de lectura puede salvar una vida.

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