El Banco de la República informó recientemente que la inversión extranjera registrada para Colombia en abril fue de un 37,2% menos, comparada con el mismo mes de 2024.

Esta es la variación más significativa en lo que va del año, que llega de la mano con la creciente incertidumbre que hay alrededor de los aranceles impuestos por el Gobierno de Donald Trump, una medida que no termina de ser clara y ante la cual los mercados siguen siendo altamente volátiles.
Expertos de la firma Janus Henderson han analizado el comportamiento de las inversiones, la rentabilidad y seguridad de los activos, además de la forma idónea, según su experiencia, de abordar estas contingencias, para recomendar a los inversores la mejor forma de operar sus recursos.
Esto es vital para las empresas colombianas, sobre todo para aquellas de una capitalización media, las cuales podrían beneficiarse altamente de un aumento en la inversión extranjera directa.
Brian Demain, CFA, enfocó su análisis en estas compañías, concluyendo que las empresas más recomendadas para los inversores serán aquellas con altos márgenes brutos, propiedad intelectual y capacidad de fijación de precios, ya que podrían estar más protegidas de los efectos de los aranceles y la volatilidad del mercado que las empresas que dependen de la fabricación.
El analista asegura que, desde la firma, se le está dando prioridad a las empresas que creen aprovecharán los entornos difíciles para reforzar su posición competitiva, ganar cuota de mercado y aprovechar las oportunidades que ofrece una recesión. En cambio, desconfían de la exposición a acciones growth defensivas sobrevaloradas y a acciones tecnológicas que no han demostrado su valía.
“Estamos sometiendo nuestros modelos a pruebas de tensión para efectos arancelarios y bajadas, pero siempre con el objetivo de pensar dónde estará una acción dentro de tres o cinco años, no dentro de seis meses”, agrega Demain.
Colombia se encuentra en un punto crítico de cara a las proyecciones de crecimiento y el establecimiento de negocios que aporten a la economía nacional podría ser una herramienta favorable para la economía. Pero el reto es importante.
“Tras un período de rápidas inversiones, estamos asistiendo a una inevitable desaceleración de las tasas de crecimiento, mientras el mercado espera evidencias de rentabilidad y aplicaciones comerciales exitosas”, asegura Demain.
Industrias como la tecnológica podrían traer al país ese empujón para mejorar los números, pues además de tener la propiedad intelectual que recomiendan los expertos en inversión, su susceptibilidad al impacto de los aranceles es prácticamente nula.
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