En el cruce de dos universos sensoriales —el del whisky de malta premium y el del café de especialidad— surge una tendencia que seduce tanto a baristas como a maestros destiladores. The Macallan toma la delantera con su edición Intense Arabica dentro de Harmony Collection, diseñada inspirándose del mundo y los sabores del café. Esta propuesta no solo es un ejercicio de originalidad, sino una invitación práctica: explorar cómo cada sorbo puede intensificar el siguiente, dejando que los matices del café y del whisky se reflejen el uno en el otro. 

The Macallan, con su edición Intense Arabica, fue desarrollada en colaboración con expertos del café (masterclass entre baristas, tostadores y productores) para capturar la dualidad entre whisky y café. Este whisky ofrece notas de espresso, chocolate oscuro y roble suave, y su empaque está fabricado con subproductos del café (cáscaras de café) para dar nueva vida a materiales que de otro modo serían descartados. 

Ramón Cardona, Embajador de The Macallan para Colombia, propone algunos maridajes ideales para mezclar estos dos mundos:  

  • Biscotti de café y chocolate: El crujiente del biscotti y sus notas de cacao/café resaltan el perfil de las notas de espresso y chocolate negro que se encuentran en Harmony Intense Arabica. Los frutos secos del biscotti encuentran eco en las notas de roble suave y el toque especiado del single malt, creando un final más largo y cálido. 
  • Panna cotta de café: La textura cremosa de la panna cotta envuelve las notas de tiramisú, cacao y vainilla que evoca esta expresión. El contraste entre la suavidad láctea y el carácter tostado del whisky equilibra el amargor del café del postre y realza el dulzor sutil del dram. 
  • Helado de café con nueces: La cremosidad fría del helado suaviza las notas tostadas del whisky, mientras que las nueces amplifican sus matices de madera y cacao. El punto dulce del helado armoniza con la vainilla y ayuda a redondear el amargor del café presente en el postre.   

En The Macallan Harmony Intense Arabica quisimos capturar no solo la esencia del café, sino su resonancia con el whisky. Cuando disfrutas el dram y luego un bocado con notas cafeteras, cada uno ilumina facetas distintas del otro”, explica Cardona. 

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