Por Guillermo Romero Salamanca
Ángel sale a la calle asustado, acobardado, triste. Le preocupa ver personas sin tapabocas bien puestos, o con ellos en la garganta y otros más, sin ellos.
Pasa por allí Alfredo, el pensionado que fuma todo el día, camina y habla solo. A veces toma tinto en la esquina, de esos que preparan las venezolanas para decenas de domiciliarios. Cuando la mañana es soleada se sienta en un banco del parque a mirar al cielo, dialoga con un ser invisible, pero no conversa con un semejante.
Más allá está Marcos, abuelo que dejó la mecánica para convertirse en domiciliario. Hoy cojea porque sufrió un accidente al caer su moto en uno de los huecos que acompañan a las calles bogotanas. También esta María, la señora que vende aguacates Lorena, Trinidad, Booth-8, Fuerte, Hass, Trapo, Santana, Colinred y Ettinger. Ella dice que sus clientes prefieren el papelillo para acompañar los famosos ajiacos, cada vez más en vía de extinción por la pandemia.
En el centro comercial, unos pensionados aseguran que les impondrán más impuestos a sus remesas mensuales. Ya no resisten más.
El gordo Gustavo revisa las cabezas de todos los que pasan por allí y los invita a sentarse para quitarles las canas y cuadrarles las entradas, mientras les habla de Economía, salsa, boleros, precios del petróleo o del tema que le propongan.
Aurora toma tinto y habla por celular. Hace manicure a 12 mil pesos. Lleva más de 20 años puliendo uñas a los engreídos clientes que les encanta lucir sus arreglos franceses.
Armando, el celador del centro comercial, está nervioso. Dos de sus colegas están en casa con Covid-19. Le ha tocado alargar sus turnos por falta de personal.
La señora del Fruver está preocupada porque los precios han subido. Naranjas a 1.500 cada una, piñas a 4 mil, papayas a 5 mil. Ya no hay feijoas.
Dos niñas caminan agarradas de los brazos de sus abuelos. Sus padres ya no están. Crecerán sin ellos. Van taciturnas y no saltan. No quieren helados. Desean estar solas. No entienden qué ha pasado, por ahora van con el par de viejos consentidores.
Un loco recoge ropa para donar, a veces lleva tarritos de leche a los niños de menos de seis meses, otras veces, sólo puede repartir sonrisas y un dulce. Esta mañana va cantando por la calle, imitando a Felipe Pirela.
–Loco, le digo, ¿en qué estás pensando?
–En algunos sitios que he conocido a lo largo de mi vida.
El loco ha sido un paseante completo. En su juventud fue profesor, después pasó a las ventas ambulantes, montó una empresa, fracasó, luego fue conductor de camión, taxista, abogado, poeta y bailarín. Conoció “La caldera del diablo” –un asadero de Bogotá–, pero también rumbeó en “Séptimo cielo” en Santiago de Cali, cerca de la calle de pecado.
Caminó muchos rincones de Colombia.
Le pedí al loco hacer una selección de doce puntos de ensueño de Colombia.
“Mire Guillermo, me dijo, yo creo que son más de mil, pero haremos la tarea.
Es que nuestro país tiene mar, nevados, selva, montañas, cerros, ríos, quebradas, calles, avenidas, potreros, cielos, colores, vegetación de toda clase. Es posible que siempre se muestren los mismos lugares, los más comunes, los más turísticos, pero también hay rincones que traen miles de recuerdos. Es una tarea inmensa”.
Pasó un día, luego una semana y al mes llamó para dar su reporte. Estos son los 12 puntos de ensueño de Colombia.
- CONCEPCIÓN, ANTIOQUIA.
Es un sitio para descansar, escribir y vivir en paz. Localizado en la subregión Oriente de Antioquia. Limita por el norte con Barbosa y Santo Domingo, por el este con los municipios de Santo Domingo y Alejandría, por el Sur con los municipios de El Peñol y San Vicente Ferrer, y por el oeste con los municipios de San Vicente y Barbosa. Su cabecera dista 75 kilómetros de Medellín. Para deleitarse con la sopa de pasta en Las Conchitas.
2. BUGA, VALLE DEL CAUCA
Buga, oficialmente Guadalajara de Buga, está en el centro del Valle del Cauca. Es famoso por la Basílica del Señor de los Milagros, a la que acuden peregrinos de todo el mundo. Sitio ideal para caminar, beber refrescos tropicales, consumir el mejor pandebono y escuchar historias a través de Voces de Occidente.
Para Paula Cortés Calle, presidente de Anato, Buga es un sitio ideal para vivir y para visitar constantemente.
Es la ciudad Señora, conocida en el mundo por su turismo religioso, sus manejares y sus tradiciones.
3. EL CASTILLO, META
Cuentan que los primeros pobladores de este rincón de El Meta se asentaron a orillas del Caño Uruimes. Con el paso del tiempo fue elevado a la Categoría de Inspección de Policía del Municipio de San Martín, bajo el nombre de Inspección de Urimes. En 1963 lo bautizaron como La Cal, que es nuevamente cambiado en 1976 cuando fue creado como Municipio con su nombre actual de El Castillo. Tierra para apreciar la ganadería y degustar la más exquisita mamona.
4. SAN AGUSTÍN, HUILA
San Agustín es un municipio colombiano ubicado en el sur del Huila. Yace sobre la parte oriental de la región del macizo colombiano, donde se encuentra el más alto valle del río Magdalena, resguardado por las primeras estribaciones de las cordilleras central y oriental.
En territorio del municipio se encuentra ubicado el Parque Arqueológico de San Agustín, que es uno de los más importantes espacios arqueológicos en Colombia y el mundo. Este fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.
Tierra de los bizcochos de achiras, masato, asado huilense de marrano, envueltos de mazorca, tamal huilense y sobre todo, el caldo de cuchas.
5. PUERTO CARREÑO
Puerto Carreño es la capital de Vichada. Está sobre la frontera con Venezuela, colindando al norte del río Meta con Puerto Páez. Fue fundada en 1922, sobre la confluencia de los ríos Orinoco y Meta; a través de su puerto fluvial se realizan las actividades comerciales y de transporte de mercancías del departamento con el interior del país.
Las actividades económicas de mayor importancia en la región son la ganadería, la pesca, la agricultura y la minería.
Uno de los grandes entretenimientos en esta región llanera es el coleo y se practica la pesca como deporte. Por comida no se preocupe porque abunda por doquier, adobada de manjares que proporciona el llano, el río y la selva.
6. SAHAGÚN, CÓRDOBA
Sahagún, Capital Cultural de Córdoba, como se le conoce, está localizada sobre la carretera troncal de occidente, a 69 kilómetros al nororiente de Montería. Sus terrenos son planos, conformando la región conocida como las sabanas de Córdoba. Sahagún se ha convertido en la quinta ciudad más poblada de Córdoba.
Es la tierra de los ríos. Los principales arroyos que bañan el municipio de Sahagún son Salitral, Trementino, Culumutu, Churri, El Ceibo, La Culebra, que tributan sus aguas al Caño de Aguas Prietas, afluentes del río Sinú. El sistema hidrográfico está limitado por el este con las Lomas de la Vaca, La Olla, Caballo Blanco, San Rafael y Ceno Naranjal y son arroyos que van a desembocar al río Sinú.
Entre los principales se pueden anotar los arroyos El Barroso, El Diluvio, Los Jiménez, El Polvorero, Tres Bocas, Campo y Candelaria; los caños Concha, El Tigre, De Roche y del Palo. Este subsistema riega sus aguas en épocas de lluvias alimentando gran cantidad de ciénagas y pantanos intermitentes, pues, en época de verano se seca.
Sahagún conserva muchas costumbres de tiempos remotos, ejemplo: el comer bollo limpio (de maíz), el dulce mongo (de ñame o de plátano), el enyucado (de yuca), el dulce llamado caballito preparado con papaya y azúcar.
7. RÍO GUATAPURÍ, VALLEDUPAR
El río Guatapurí es un río del Cesar, en la Costa Atlántica de Colombia. Nace en la laguna Curigua, en la Sierra Nevada de Santa Marta y desemboca en la margen derecha del río Cesar, cerca de Valledupar.
Aquí se han hecho numerosas parrandas y ha sido el sitio donde decenas de compositores se han inspirado para cantar vallenatos.
El maestro compositor Octavio de Jesús Daza Daza escribió un tema que grabó Rafael Orozco con «El Binomio de Oro» que pasó a la posteridad: » Nace en la nevada, donde muere el sol/ El lecho del río que baña mi pueblo/
Se ven sus aguas bajar corriendo/ Vienen descalzas y no van sufriendo/
Porque van alegres pa’ la tierra mía».
Es un sitio que se debe conocer en alguna etapa de la vida.
8. PACHAVITA, BOYACÁ
Tierra donde Dios entregó su riqueza. Pachavita es un municipio situado en la Provincia de Neira, en Boyacá.
Mientras el visitante degusta de docena de manjares de frutas puede visitar las Aguas termales de Platanillal, El Alto del Carvajal, La Frontera de Guacal, La capilla de Suaquirá, Pozo de los Indios, Puente Ospina, Alto de la Cruz, Parque natural ¨El Sinaí¨, el sendero y bosque de ¨Palobarba¨ en Aguaquiña
9. EL CERRITO, VALLE
El Cerrito es un municipio del Valle del Cauca, conocido cultural, turística y económicamente porque en su jurisdicción se encuentra la Hacienda El Paraíso, lugar donde trascurrieron los hechos de la novela María obra maestra del escritor vallecaucano Jorge Isaacs. También parte de su territorio pertenece al parque nacional natural Las Hermosas. Se ubica al oriente de Cali a unos 47 km de distancia.
Sitio para degustar el sancocho de gallina, el atollado de pato, el jugo de mamey, los dulces y decenas de postres.
La Ciudad Cariño, como se le conoce también, es tierra de ferias y reinados como las Fiestas de la Cebolla en Tenerife Valle Despensa Agrícola del Valle, Fiestas del Campesino en el corregimiento de Auji, con el tradicional reinado infantil, las procesiones de Semana Santa, las Ferias de aniversario, las Ferias de la Uva en el corregimiento de Santa Elena, Día de Blancos y Negros en el corregimiento de El Placer, la Fiesta en honor a la Virgen de Chiquinquirá y el Festival Isaacsiano de la Cultura realizado por la Fundación Centro Cultural Universitas Casa de la Cultura.
10. TOLÚ, SUCRE
Tolú, conocido también explícitamente como La Villa Tres Veces Coronada de Santiago de Tolú, es un municipio situado en la costa Caribe, en el centro del golfo de Morrosquillo, en Sucre.
Allí se inspiró el maestro Lucho Bermúdez para componer uno de los porros más famosos de su obra musical.
Es el sitio ideal para descansar, soñar y degustar todos los productos del mar. Muy de temprano los pescadores salen a la lucha contra las corrientes y a llevar los más exquisitos manjares para los turistas y el consumo local.
11. TIBÚ, NORTE DE SANTANDER
Tibú es un municipio del Norte de Santander, en el nordeste del país, en la frontera con Venezuela y a orillas del río Tibú.
Tierra con cultivos de cacao, yuca, maíz y palma de aceite.
En Tibú está La Batea, las ruinas de la catedral en Bertania, el corregimiento Tres Bocas, el Pozo Azul, el Balneario Los Higuerones, en las orillas del río Tibú el cual es uno de los lugares preferidos por los turistas y los habitantes de Tibú, allí se realizan los típicos paseos de olla y bailes.
Son tradicionales platillos el pastel de garbanzo, el arroz con pollo, el arroz con carne, el arroz de arveja y el arroz de yuca. También lo es el mute, sopa preparada con carne de cerdo, maíz, papa y garbanzos, servida con arroz y pasteles de garbanzo.
12. FUNDACIÓN, MAGDALENA
Fundación es un municipio del Magdalena, está localizado cerca de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Según la tradición, los pobladores del territorio fueron Indios Caribes que bajaban de la Sierra Nevada de Santa Marta para matar y cazar. Con el paso del tiempo nació el pueblo de Villa Elvira, que desapareció debido a los cambios en el cauce del río, por lo que sus habitantes se trasladaran al sitio que actualmente es llamado Fundación. Inicialmente tuvo el nombre de San Juan de José.
En cuanto a las comidas típicas en Fundación se ofrecen los sancochos de gallina criolla, trifásico, costilla y de mondongo; carne asada, cerdo guisado, guineo cocido con queso rallado (Cayeye), ñame con suero, patacón con queso y suero, arepas y empanadas fritas con huevo, carnero asado y guisada, ponche o guartinaja guisada, bocachico frito, morcillas y chinchurria.
Y como dijo el loco, son mil lugares de Colombia. Son puntos para el ensueño y para pensar en un futuro mejor.
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