Tras 15 años radicada en Estados Unidos, Dora Franco, un icono de la fotografía en el país, retornó a Colombia esta vez con Bodegones, una exposición inédita en su carrera, que estará colgada en la Sala de proyecto de la Galería El Museo de Bogotá.
En su nuevo proyecto de naturalezas muertas que son una interpretación casi pictórica, basada en un proyecto de investigación del chef Juan Carlos Franco sobre recetas de comida ancestral, de diferentes épocas de la historia, la artista utiliza la luz del claro oscuro como lo hicieron los clásicos, recreando las imágenes inspiradas en pinturas e imágenes de estas épocas, recomponiendo los elementos como frutas y vegetales siempre interesada en el enigma de la luz rescatando la belleza de los elementos utilizados en la composición.
Dora Franco inició su carrera como modelo en Colombia, labor que continuó en Europa y Nueva York, donde posó para artistas como Salvador Dalí, James Moore y Richard Avedon entre otros. Estudio Bellas Artes en la Universidad de los Andes y en el Instituto de Arte de San Francisco, donde se inició como fotógrafa de moda. Estando en San Francisco estudió cine y trabajó en una producción de Francis Ford Coppola para en 1972 aparecer en la “Roma” de Fellini. Tomó sus primeras fotografías con una Nikon en 1968 durante un viaje por el Amazonas. “Después de tanto tiempo como modelo, siempre que posaba pensaba en cómo haría esa foto.” Hoy en día, algunas de sus fotografías forman parte de la colección permanente del Museo Nacional de Colombia.
Nacida en Medellín en 1945 con su espíritu gitano, Dora Franco ha vivido en Moscú, Nueva York, San Francisco, Rio de Janeiro, Madrid, París, Roma, Miami y San Diego, donde actualmente vive y ha creado sus composiciones artísticas, llevadas a la fotografía con sus años de experiencia y dominio de la técnica.
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