Fotos: palaciodeliria.com
Desde este septiembre, todos los amantes del arte, estudiosos de museos podrán visitar El Palacio de Liria, localizado en la calle de la Princesa 20-22 en Madrid.
Es todo un palacio convertido en arte.
Don Carlos Fitz-James Stuart, Duque de Alba, explica el por qué permite conocer esta nueva fuente de historia: “Mi deseo es compartir las obras que componen la colección de mi familia con un público cada vez más entendido e interesado en la Cultura y la Historia, dando a conocer los tesoros artísticos de la Casa de Alba a toda la sociedad española. Gracias a nuestra constante labor de conservación, estas obras únicas han llegado hasta nuestros días y ahora quiero ofrecérselas a todos los ciudadanos y visitantes de Madrid”.
Las entradas un precio general de 14 euros y se adquieren con reservas. Álvaro Romero Sánchez-Arjona, director Cultural, comenta que ya están vendidas las entradas de octubre y noviembre. «Cada día se permite el ingreso de 13 grupos de unas 23 personas cada uno», comenta.
El XIX Duque de Alba continúa fiel a su compromiso con la conservación y difusión del patrimonio histórico-artístico de su familia y, como ya hizo el año pasado en Salamanca con el Palacio de Monterrey y en 2016 en Sevilla con el Palacio de Las Dueñas, ha decidido abrir las puertas al público de este importante edificio de estilo neoclásico ubicado en la céntrica calle de la Princesa.
Deseo que ya iniciaron los XVIII Duques, doña Cayetana y don Luis, abriendo las puertas a investigadores y divulgadores.
Visitas con guías especializados
Las visitas se realizarán en grupos de un máximo de 20 personas y durarán unos 65 minutos, tiempo en el que se contemplarán más de una docena de estancias ubicadas en las plantas primera y baja del Palacio, incluida la biblioteca, que contiene más de 18.000 volúmenes y donde se exhiben joyas bibliográficas y documentales como la Biblia de la Casa de Alba, la única colección de cartas autógrafas de Cristóbal Colón en manos privadas, el último testamento de Fernando ‘El Católico’ o la primera edición de ‘El Quijote’ de Madrid de 1605.
Durante el recorrido, los visitantes tienen la oportunidad de descubrir uno de los mayores legados artísticos de la historia de España, fruto de 600 años de mecenazgo y coleccionismo por parte de la Casa de Alba.
Arte y pintura
Entre las obras pictóricas más destacadas, están los retratos de Francisco de Goya a la XIII Duquesa de Alba y a la Marquesa de Lazán, así como los que hicieron Tiziano y Rubens del Gran Duque de Alba, además de otros importantes lienzos firmados por Velázquez (‘Infanta Margarita’), Murillo (‘Juan de Miranda’), Zurbarán (‘Santo Domingo de Guzmán’) o El Greco (‘Cristo en la Cruz’), entre otros relevantes artistas.
La pintura flamenca, holandesa e italiana tiene, asimismo, un importante papel en esta colección y, en especial, el emotivo doble retrato de Carlos V y la emperatriz Isabel de Portugal, de Peter Paul Rubens, junto con paisajes, interiores y marinas de autores como David Teniers, Van de Velde, Jan Brueghel de Velours, y destacadas obras de Palma el Viejo, Peruggino o Maratta, entre otros.
Las artes decorativas completan los salones con un nutrido conjunto de porcelanas de diferentes fábricas (Sevres, Meissen, Alcora, Buen Retiro), así como una rica y variada colección de relojes o mobiliario de diferentes estilos y épocas, entre los que destacan los elaborados por los célebres ebanistas Riesener y Jacob, y otros muchos llegados al Palacio de Liria de la mano de la Emperatriz Eugenia de Montijo, esposa del Emperador Napoleón III, que allí pasó sus últimos días.
De la colección de tapices merece la pena destacar los cuatro paños de ‘Las Nuevas Indias’, tejidos en la fábrica parisina de Gobelinos, y los tres de la ‘Jornada de Alemania’, de Willem de Pannemaker (siglo XVI), dedicados a las campañas del emperador Carlos V.
Respecto al edificio, el Palacio de Liria es una de las más destacadas manifestaciones de la arquitectura civil madrileña. Construido en la segunda mitad del siglo XVIII por Ventura Rodríguez, de marcado estilo neoclásico, planta rectangular y rodeado de jardines.
El Palacio fue dañado gravemente durante la Guerra Civil Española, y reconstruido gracias a la tenacidad y al sentido del deber del XVII duque de Alba don Jacobo y de los XVIII Duques doña Cayetana y don Luis, cuya obra culminaron y costearon en su totalidad.
La esencia de una casa habitada
Uno de los mayores atractivos del Palacio de Liria es que, a diferencia de otros edificios, seguirá siendo la residencia del XIX Duque de Alba, por lo que el visitante captará la esencia de una casa habitada en la que apenas se han realizado cambios.
La adecuación para la apertura al público, íntegramente sufragada por el Duque de Alba, está orientada a la mejora de la climatización, la seguridad o la puesta a punto de la colección.
Los salones del Palacio de Liria están organizados de manera lógica, según su funcionalidad, estilo artístico, época histórica y escuelas nacionales. A ello responde, por ejemplo, que se vaya a poder visitar el comedor principal y el salón de baile, pero también el salón italiano, que contiene un completo conjunto de obras que abarca desde el siglo XV al siglo XVII, o el salón español, donde conviven los grandes maestros de nuestro Siglo de Oro.
“Al recorrer sus salones es posible sentir la huella de los siglos pasados y conocer, no sólo la historia de una de las familias más notorias de España sino, también, algunos de los acontecimientos más importante de nuestro país y del mundo. Pinturas, esculturas, tapices, muebles, grabados, documentos y libros, además de un amplio conjunto de porcelanas y artes decorativas, se reparten por los diferentes salones para ser admirados por los visitantes, que van a poder disfrutar de una colección única”, resume el historiador de la Fundación Casa de Alba y responsable de este proyecto de apertura del Palacio de Liria, Álvaro Romero Sánchez-Arjona.
Sobre la Fundación Casa de Alba
La Fundación Casa de Alba, presidida por el XIX Duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, y con apoyo de sus dos hijos como patronos, Fernando, Duque de Huéscar y Carlos, Conde de Osorno, ha dedicado grandes esfuerzos a la difusión y a la apertura de la colección Casa de Alba junto con sus palacios, residencias actuales del duque, para ofrecer la posibilidad de disfrutar y conocer su legado.
El Duque de Alba defiende una política de apertura y cercanía de la Casa de Alba con la ciudadanía de Madrid, de España y de cualquier visitante movido por inquietudes culturales. La Fundación fue creada tras varios años de trabajo en 1973 por sus padres, los XVIII Duques de Alba, D. Luis y Dña. Cayetana, quienes iniciaron con este paso la labor de conservación y difusión de las colecciones histórico-artísticas.
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