Psiquiatras alarmados por el aumento de las enfermedades mentales en niños y adolescentes, especialmente después de la pandemia, hacen un llamado a detectarlas desde temprana edad. Las secuelas son evidentes, especialmente en niños entre los 6 y los 12 años, cuando la ansiedad y la depresión se han incrementado notablemente, en las mujeres adolescentes los trastornos de alimentación y en los jóvenes el trastorno bipolar y los bebés no se salvan de éstas manifestaciones.
Señaló el doctor José Francisco Cepeda, miembro de la Asociación Colombiana de Psiquiatría y experto en psiquiatría infantil, que los trastornos relacionados con el aprendizaje comienzan a ser notorios cuando comienza la escolaridad, alrededor de los 5 años. Los trastornos de la conducta varían de acuerdo con la edad, y suelen ser frecuentes durante la infancia, entre los 6 y 12 años.
Durante esta etapa también se comienzan a ver los trastornos de ansiedad y depresión, especialmente durante la pubertad y es muy probable detectar trastornos de alimentación, mucho más en mujeres y durante el resto de la adolescencia también suelen presentarse trastornos afectivos como la depresión y el trastorno afectivo bipolar, señaló el Psiquiatra Cepeda.
Asimismo, dijo Cepeda, es más frecuente ver a esta edad los problemas asociados al consumo de sustancias psicoactivas, y las conductas autolesivas y de suicidio. Los trastornos psicóticos son poco frecuentes durante la infancia, pero existen, y patologías como la esquizofrenia suelen iniciar hacia el final de la adolescencia o inicio de la vida adulta, especialmente en hombres.
Hizo énfasis además, en que el hecho de que sean más frecuentes a ciertas edades, no significa que no se puedan presentar antes o después, incluso a edades muy tempranas. De hecho los bebés de meses de edad se pueden deprimir y presentar otros problemas de salud mental.
De acuerdo con cifras de UNICEF, en América Latina y el Caribe,se estimó que en 2019 había cerca de 16 millones de niños, niñas y adolescentes (NNA) entre los 10 y 19 años viviendo con un trastorno mental. Específicamente en Colombia, se estimó que el 13% de en este rango de edad presentaba un trastorno mental.
En cuanto a los trastornos mentales en específico, UNICEF encontró que el 48% corresponde a trastornos de ansiedad y depresión, seguido del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), con un 27%. El suicidio es la tercera causa de muerte en adolescentes entre los 15 y 19 años.
Para la Psiquiatra Liliana Betancourt,” la mejor forma de ayudar a los jóvenes es empezar por desestigmatizar los problemas de salud mental y hablar abiertamente de estos. También es importante ser conscientes de que somos modelos a seguir para los jóvenes: si no practicamos hábitos para proteger nuestra salud mental, ¿por qué deberíamos esperar que ellos lo hagan?”
También señaló la psiquiatra Betancourt, que es esencial brindar a los pequeños un entorno seguro, donde sus necesidades básicas en términos de afecto, estimulación, interacción con otros, juegos y aprendizaje estén satisfechas. Esto solo es posible si los padres, madres y/o cuidadores cuentan con un hogar seguro y una alimentación balanceada, oportunidades de educación y trabajo, y acceso a servicios de salud, y si existen a nivel estatal políticas de protección hacia las familias, los NNA, y la salud mental, entre otras. Parecería obvio, pero no sobra alertar sobre la protección de los NNA de la violencia de todo tipo, el maltrato, el trabajo infantil, entre otros.
De otra parte, Andrea Otero, Presidente de la Asociación Colombiana de Psiquiatría,señaló que la crianza debe estar fundamentada en el cariño, la empatía, el compromiso, la responsabilidad, la comprensión, la comunicación, el respeto, la tolerancia, y en inculcar hábitos positivos. Esto último se refiere a hábitos de aseo y cuidado personal, alimentación saludable, sueño adecuado, el uso adecuado de las tecnologías (p. ej. pantallas y redes sociales), actividad física y estimulación intelectual.
Dijo además la presidente de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, que se debe promover la salud física y mental, además de educar sobre sexualidad y riesgos relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas.
Otro aspecto importante, según dijo el Psiquiatra José Francisco Cepeda, “es mejorar el acceso a la atención en salud mental de los niños, niñas y adolescentes y en general de toda la población. Se estima que, en países ingresos bajos y medios, entre el 76-85% de las personas con trastornos mentales no reciben tratamiento, de acuerdo con la OMS”
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mitad de las enfermedades mentales inicia antes de los 14 años, y, muchas veces, pasan sin ser detectadas y, obviamente, sin recibir atención adecuada sino hasta muchos meses o años después. Esta situación empeora el pronóstico y aumenta el riesgo de complicaciones derivadas de la enfermedad mental.
Para el Psiquiatra Cepeda, existen factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que una persona padezca una enfermedad mental a lo largo de su vida. Hay factores prenatales como la enfermedad mental en madre y padre y el consumo de sustancias psicoactivas. Existen factores perinatales tales como las complicaciones durante el embarazo, la malnutrición materna y el bajo peso al nacer, el consumo de sustancias psicoactivas durante el embarazo, la depresión materna, entre otros.
Señaló además Cepeda que entre los factores de riesgo psicosocial encontramos la ausencia de relaciones positivas (familiares y sociales), la crianza con pautas severas, la pobreza, la desnutrición, la desescolarización, la carencia de acceso a salud, y la vivencia de eventos traumáticos (violencia, maltrato, abuso sexual), y la discriminación, entre otros. Y existen factores personales, como la ausencia de hábitos positivos, las dificultades para entablar vínculos sociales significativos, problemas para regular las emociones o para afrontar problemas, y el consumo de sustancias psicoactivas (de todo tipo, incluyendo el alcohol y el cigarrillo). Es importante anotar que, entre más factores de riesgo tenga un individuo, mayor es la probabilidad de padecer una enfermedad mental.
Para el psiquiatra Cepeda, El suicidio es la 4° causa de muerte en adolescentes y adultos jóvenes entre los 15 y 29 años a nivel mundial, según la OMS y es la 3° causa de muerte en adolescentes entre los 15 y 19 años de Latinoamérica y el Caribe, según un informe de la UNICEF. En Colombia, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses reportó que, entre enero y abril del 2022, se presentaron 86 muertes por suicidio en niños, niñas y adolescentes y las personas fallecidas estaban entre los 10 y 17 años de edad. El suicidio se ubicó como la 4° causa de muerte entre las muertes violentas.
Signos de alarma
– Alteraciones en el desarrollo infantil (demoras para aprender a hablar, caminar, interactuar con otros, etc.)
– Tristeza o irritabilidad persistente (2 semanas o más)
– Aislamiento social y ausencia de juego (solo y/o con otros)
– Verbalización de amenazas de autolesión o de suicidio
– Expresiones relacionadas con deseos de estar muerto/a
– Estallidos de ira inexplicables o desproporcionados al evento que los desencadenaron
– Conductas de riesgo para sí mismo o para otros
– Cambios drásticos en el estado anímico, en el comportamiento o en la personalidad
– Pérdida inexplicable de peso
– Preocupación excesiva por su imagen corporal y/o peso
– Dificultades para conciliar o mantener el sueño
– Quejas frecuentes de dolores o molestias físicas sin causa aparente
– Dificultad para concentrarse
– Cambios en el rendimiento escolar
– Evitación de ir al colegio o ausentismo escolar
Para el psiquiatra Cepeda, El suicidio es la 4° causa de muerte en adolescentes y adultos jóvenes entre los 15 y 29 años a nivel mundial, según la OMS y es la 3° causa de muerte en adolescentes entre los 15 y 19 años de Latinoamérica y el Caribe, según un informe de la UNICEF. En Colombia, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses reportó que, entre enero y abril del 2022, se presentaron 86 muertes por suicidio en niños, niñas y adolescentes y las personas fallecidas estaban entre los 10 y 17 años de edad. El suicidio se ubicó como la 4° causa de muerte entre las muertes violentas.
Recomendaciones
1- Poner la salud mental como prioridad en nuestras vidas
2- Desestigmatizar la enfermedad mental
2- Iniciar desde temprana edad educando sobre salud en general, incluyendo la salud mental, fomentando hábitos positivos
3- Velar por proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes, brindando un ambiente seguro a nivel familiar, escolar, social y comunitario, favorable para su desarrollo
4- Proteger a los NNA de escenarios de violencia, maltrato, abuso sexual, explotación, y crisis humanitarias
5- Estar atentos a los signos de alarma y buscar ayuda de manera oportuna con profesionales idóneos para abordar problemas de salud mental.
Foto Portada: Unicef.
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