La edición 2025 de Black Friday en Colombia llega en un contexto de transformación profunda, donde el descuento por sí solo ya no alcanza. Hoy, las marcas que logran destacarse son las que conectan con el comprador correcto, en el momento adecuado y con el mensaje preciso, y es en esa búsqueda de relevancia donde la inteligencia artificial se vuelve indispensable. Ya no es una opción, sino una necesidad estratégica.

En América Latina, el 47% de las empresas ya ha incorporado IA en sus operaciones, y en Colombia, que se destaca por ser un sector que llegó a 105,4 billones de pesos en ventas online en 2024 y que representa un crecimiento interanual del 26,7%, ya supera los 54 billones de pesos en el primer semestre de 2025, lo que le representa el ser uno de los más acelerados de la región. Además aunado a esto, datos de Statista confirman que más del 40% de los consumidores en Colombia confía en las recomendaciones de IA para comprar productos. Este cambio confirma que la inteligencia artificial ya no es el futuro del comercio digital: es su presente.
A diferencia de años anteriores, la jornada de descuentos ya no es de solo un día, sino que se extiende durante semanas e incluso meses, antes y después del evento central. El proceso comienza con la búsqueda y la inspiración: los consumidores comparan, exploran y construyen su lista de deseos con la ayuda de aplicaciones de seguimiento de precios, motores de recomendación y chatbots capaces de resumir reseñas y personalizar resultados.
En Colombia el 47 % de los consumidores ya descubre nuevos productos a través de redes sociales, lo que obliga a las marcas a estar presentes mucho antes del momento de la venta. Cada fase, desde el interés hasta la consideración, requiere mensajes distintos, consistentes y contextualizados, capaces de mantener la atención sin saturar. Por eso, encender la campaña durante las fechas de descuentos ya no basta: se necesita una estrategia continua que mantenga relevancia desde las primeras búsquedas, optimice en tiempo real y acompañe al usuario hasta la acción final.
El recorrido de compra dejó de ser lineal: comienza con una búsqueda, continúa con comparaciones, evoluciona en interacciones y culmina con un clic que, gracias a la IA, cada vez tiene más probabilidades de convertirse en venta. Según una encuesta de IBM en Latinoamérica, el 29 % de los consumidores ya ha utilizado IA para realizar compras y más del 90 % muestra interés en hacerlo para investigar productos o recibir asistencia personalizada. A nivel regional, el mercado de IA está valorado en USD 4.7 mil millones y proyecta superar los USD 30 mil millones hacia 2033, lo que confirma que la inteligencia artificial se está convirtiendo en la infraestructura misma del marketing y las ventas.
Es en ese punto donde la inteligencia artificial muestra su verdadero potencial: permite pasar de generar clics a generar conversiones reales, que es en definitiva lo que buscan todas las marcas. Las pruebas recientes que MGID ha realizado lo confirman: en sectores como retail, finanzas y salud, los creativos en video generados por IA lograron hasta un 92 % más de tasa de vista-clic (vCTR) que las imágenes estáticas y hasta un 5 % más de conversiones.
Una vez que el usuario hace clic, la IA sigue actuando. En ese momento decisivo, herramientas como CPA Tune permiten hacer ajustes y optimizar el costo por adquisición, para finalmente convertir el interés en resultados concretos. En campañas globales, la tecnología logró aumentos de hasta 300% en la tasa de conversión (CVR) y mejoras promedio del 155 % en el rendimiento global, demostrando que los datos y la automatización, bien utilizados, pueden traducirse directamente en eficiencia comercial.
Pero mantener la atención no es fácil: según eMarketer, el 41% de los marketers identifica la fatiga publicitaria como su mayor desafío, con caídas de aproximadamente 15% en la tasa de clics durante la primera semana de campaña. Para anticiparse justamente a esa caída, MGID desarrolló CTR Guard, una solución que combina machine learning e IA generativa para detectar las señales tempranas de pérdida de engagement y proponer nuevas versiones creativas antes de que la performance se deteriore. En pruebas regionales, alcanzó más del 90 % de precisión predictiva y un aumento del 29% en vCTR tras la optimización.
En este nuevo escenario es indispensable entender que el consumidor ya no responde únicamente al precio, sino a la pertinencia y la experiencia. Las marcas que dominan el journey completo desde la detección de interés hasta la post-compra son las que logran convertir la automatización en empatía.
El Black Friday 2025 será recordado no por cuánto se descontó, sino por cómo las marcas lograron conectar con precisión y relevancia en cada momento del recorrido. Las que lideren esta edición serán aquellas capaces de combinar la velocidad algorítmica de la IA con la sensibilidad humana de la estrategia. Porque predecir no es lo mismo que conectar: la IA puede anticipar cuándo alguien está listo para comprar, pero sigue siendo el insight humano el que convierte esa predicción en decisión. En un entorno donde la distancia entre el clic y la conversión se acorta cada día, la verdadera ventaja estará en quienes logren que la inteligencia artificial no sólo funcione, sino que también resuene.
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