Por Claudio Ochoa
Es la unión de dos razas, la caldense y la tolimense, la cual se ha formado, fortalecido, realizado en tierra nortesantandereana. Es Érica Belén Sánchez Ríos, emprendedora y mecenas, perteneciente a la nueva generación en el oriente colombiano, quien no desperdicia oportunidad para crear, aportar a su tierra, muchas veces nadando contra la corriente y venciéndola.
Ingeniera civil de profesión ha impulsado sus ideas con base en el apoyo que le han brindado su esposo, también ingeniero, Hugo Vergel, y sus tres hijos. Este es otra fábrica de hechos, artista plástico que desde hace más de 10 años gerencia la empresa local Aguas Kapital, y, dicho sea de paso, logrando calmar por fin la sed de los cucuteños, de manera exitosa.
En lo familiar, en dúo con su “compañero” -así llama a Hugo- inicialmente cantaba, mientras él la acompañaba con la guitarra. La afición pegó en sus hijos que luego aprendieron violín, clarinete y flauta, formando una orquesta familiar. Enseguida el equipo trasladó sus energías a lo comunitario, aportando patrocinios y obras a su tierra. Fue así como conociendo al naciente gimnasta olímpico cucuteño, Yossimar Calvo, convenció a Vergel para que a través de Aguas Kapital formara parte del equipo de patrocinadores para la formación de esta promesa nacional, que hoy acumula decenas de medallas, entre ellas 5 preseas –de las cuales 3 de oro– logradas en los Panamericanos de Toronto en 2015.
Luego, en la búsqueda de una educación diferente para sus hijos, ajena a la memorización y cúmulo de tareas (que terminan haciendo los padres), encontró junto a su compañero, el Colegio Face de Cúcuta, concepción nacida en Bogotá en los años 80, como Educación en el Amor. Vinculan a sus hijos allí, hacen parte de esta Fundación y dan otro aporte: “allí me abrieron las puertas para iniciar la búsqueda de un lote, diseñar y desarrollar la primera y segunda etapa de toda su construcción ambiental, logramos el primer colegio ambiental de Cúcuta”.
También consiguió apoyo, nuevamente por intermedio de AKC para la Orquesta Sinfónica Juvenil de Cúcuta, promoviendo la música dentro de los empleados y sus familias, del legendario maestro Rafael Pineda, cuya Escuela ha permitido la formación musical de muchos nortesantandereanos. Cada fin de año la Escuela organiza la presentación de la Orquesta en el teatro tradicional de Cúcuta, el Zulima, donde hoy día ya son varios los que aportan a esta actividad. Su mensaje es, “motivemos a nuestros hijos a que se enamoren de la música, esto cambia la visión de nuestro inmediato panorama”.
EL COLEGIO “FACE” Y EL PUENTE DE GUADUA
Érica anota:” Mis acciones frente a estos proyectos deben tener un sentido siempre, cada paso que doy, cada proyecto, cada acción, debe tener un resultado que llene de gratificación y de beneficios para muchos. Ese es mi sentido de vida. Muchas personas han pensado que estaba loca, creyendo en una escuela como “FACE”, nos decían que parecíamos gitanos, que era una escuela de niños especiales… hoy existe y es un modelo de educación replicable, que se enfoca en la Construcción del SER”.
Érica también ha sido constructora de viviendas, “que solo locos lo hacen, porque no me han representado dinero, pero generé empleo y aprendizaje para muchos”. En esta actividad fue gestora de una novedosa obra de infraestructura con que cuenta Cúcuta, el llamado “Puente de Guadua Arnulfo Briceño”, obra de arte arquitectónica y técnica funcional, en la avenida Los Libertadores de la ciudad, realizada con el apoyo incondicional de Hugo Vergel, 3 especialistas alemanes, 3 maestros constructores de guadua, un indígena ambientalista del Urabá y un australiano, arquitecto paisajista. Por primera vez se ha combinado la guadua con una cubierta de lona, aporte que hizo el artista e ingeniero Gerardo Castro, además de otros expertos nacionales. Orgullo de la capital nortesantandereana.
AHORA, PROMOTORA DEL CACAO
Actualmente Érica dirige dos empresas, la Constructora Sánchez y Ríos, dedicada a desarrollos urbanísticos ambientales, permacultura, construcción con sentido, apoyo a emprendimientos, diseño y construcción de obras varias. La otra empresa es Somos Cacao, dedicada al rescate de la historia, identidad, sentido de pertenencia y a la cultura del cacao y el chocolate.
Tenemos – dice– un piloto de aprendizaje y sensibilización del campo, enfocado al cultivo del cacao, pero desde aquí y sin recursos financieros, no más que el apoyo de un equipo que logro cautivar. Buscamos que a través de cacao y chocolate los chicos se enamoren de la observación, astrología, geometría, matemáticas, física, química, filosofía, música, y desarrollen la capacidad de crear, desarrollar y solucionar el futuro de los campos que los han visto crecer y no se conviertan en nuevos residentes citadinos, con pocas posibilidades allí.
En este proyecto tiene el apoyo del profesor Nelson Torres, en matemáticas y física, a la vez músico, compositor y poeta. La historiadora Yaqueline Gómez Mantilla, quien ha realizado un proceso de investigación en torno al cacao y por lo cual nacen todos estos pueblos, hoy ciudades. Y la directora de música y violinista Silvana Pineda (directora actual de la Escuela Sinfónica de Cúcuta), quien dictará las clases con su equipo de cuatro, flauta y gramática musical.
Están montando este piloto en la escuela más cerca al cultivo de cacao (en la vecindad de Cúcuta, en el municipio de Zulia), donde solo hay 7 estudiantes, y espera que se unan más, “pues así tendremos la oportunidad de probar y hacer las correcciones necesarias para globalizar este proyecto y darlo a conocer en lo internacional, para que los chicos de otras partes del mundo se sensibilicen de donde viene el chocolate que aman comer”.
Érica ansía rescatar el cacao cucuteño como uno de los mejores del mundo y ya está poniendo en práctica los procesos autóctonos en su cultivo y en la elaboración de chocolatería artesanal. Con su gente adelanta investigaciones sobre el uso de la cáscara y jugos del cacao, para el logro de abonos y bebidas. Tiene alianzas estratégicas con Fedecacao y ProColombia. Realizó y presentó una edición especial para el Salon du Chocolat, en París, en los años 2018 y 2019.
Érica es como un tornado, un huracán especial que no se detiene, siempre construyendo, sirviendo a su gente, innovando, incansable.
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