«Un momento privilegiado para el diálogo y la escucha en la familia es el momento de la comida. Es bueno estar juntos a la mesa y hablar. Esto puede resolver muchos problemas y, sobre todo, une a las generaciones: los hijos hablando con sus padres, los nietos hablando con sus abuelos… Nunca permanecer encerrado en sí mismo o, peor aún, con la cabeza en el teléfono móvil. Esto no está bien…nunca, nunca esto. Hablar, escucharse, ¡este es el diálogo que hace bien y que hace crecer!», dijo el Papa Francisco este domingo en la Celebración del Día de la Familia.
En su mensaje desde el Balcón del Vaticano, ante un grupo de peregrinos, pero con una transmisión mundial a través de la radio, televisión, el Pontífice habló sobre la importancia del diálogo en la familia.
«Hoy celebramos a la Sagrada Familia de Nazaret. El Evangelio narra cuando Jesús, de 12 años, al final de la peregrinación anual a Jerusalén, fue perdido por María y José, que lo encontraron más tarde en el Templo discutiendo con los doctores. El evangelista Lucas revela el estado de ánimo de María, que pregunta a Jesús: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo, angustiados, te buscábamos» Jesús le responde: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?» , dijo el Papa en su aloución.
«Es una experiencia casi habitual de una familia que alterna momentos tranquilos con otros dramáticos. Parece la historia de una crisis familiar, una crisis de nuestros días, de un adolescente difícil y de dos padres que no logran comprenderle. Detengámonos a observar a esta familia. ¿Saben por qué la Familia de Nazaret es un modelo? Porque es una familia que dialoga, que se escucha, que habla. ¡El diálogo es un elemento importante para una familia! Una familia que no se comunica no puede ser una familia feliz, agregó.
«Es hermoso cuando una madre no empieza con un reproche, sino con una pregunta. María no acusa ni juzga, sino que intenta comprender cómo acoger a este Hijo tan diferente a través de la escucha. A pesar de este esfuerzo, el Evangelio dice que María y José «no entendieron lo que les decía», lo que demuestra que en la familia es más importante escuchar que entender. Escuchar es dar importancia al otro, reconocer su derecho a existir y a pensar por sí mismo. Los hijos necesitan esto. Piensenlo bien, ustedes los padres, escuchen, los hijos lo necesitan!», manifestó.
Luego del rezo del Ángelus, el Papa Francisco recordó que sus pensamientos están con las numerosas familias de Corea del Sur que hoy están de luto tras el dramático accidente aéreo. «Me uno en la oración por los sobrevivientes y por los fallecidos. Y recemos también por las familias que sufren a causa de las guerras: en la martirizada Ucrania, en Palestina, en Israel, en Myanmar, en Sudán, en Kivu del Norte, recemos por todas estas familias en guerra».
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